En un cable enviado por la zarina ALEJANDRA a RASPUTÍN, se puede leer: «No has escrito nada. Te echo de menos terriblemente. Ven pronto. Reza por Nicolás. Besos». Varios nobles conservadores, entre los cuales figura el príncipe Félix Yussupov, el gran duque Dimitri Pavlovich y el sobrino del zar Vladimir Purishkevich, organizan una conspiración contra RASPUTÍN. La idiosincrasia del personaje ha ido engendrando tal rechazo que pronto aparecen a su alrededor augurios de muerte. Su asesinato se respira en el aire, está en las conversaciones de los segmentos sociales más diversos. Y es que RASPUTÍN representa todo lo que detestan los rusos. El pueblo le odia como odia a los zares, a los que culpa de la penuria y la ruina del país. Para socialistas y anarquistas constituye un símbolo de la monarquía. Para los liberales y reformistas significa el retroceso, un ejemplo de mistificación supersticiosa. Pero quienes están seguramente más resentidos con él (y humillados) son los nobles, pues consideran intolerable que un campesino sucio e inculto sea consejero personal de los zares y tenga en sus manos el destino del Imperio.
NICOLÁS II (Zar de todas las rusias) (1894 - 1917)
Total de piezas: 31
(Ver Genealogía de los zares y emperadores de Rusia de la Casa Romanov)
RASPUTÍN es envenenado, rematado a tiros y echado al río Neva.
Pese a que ha sido advertido del peligro, el 16 de diciembre RASPUTÍN acepta una invitación a una fiesta en casa del príncipe Yussupov en San Petersburgo. Al llegar, se reúnen ambos en privado en el sótano, mientras otros conspiradores, ayudados de un fonógrafo, simulan diversión en el piso de arriba. Rasputín consume una gran cantidad de vino y pasteles envenenados, pero no parecen provocar en él efecto alguno. Los nervios hacen desesperar a Yussupov, que acaba disparándole a bocajarro. Los conspiradores no le dan por muerto hasta bastantes minutos después, cuando, tras perseguirle a lo largo del jardín, Purishkevich vacía el cargador sobre su cuerpo. Otras versiones indican que ha sido Pavlovich -brillante oficial de la Guardia- el que finalmente ha tenido que disparar. Lo envuelven en una tela, lo atan y lo tiran por un agujero abierto en la superficie helada del río Neva. Siempre se dirá que todavía estaba con vida cuando le lanzaron al agua, y lo más probable es que fuese verdad. En una fotografía que se hará pública en el año 2000 aparece el cadáver helado tal como lo rescataron del río: tiene los brazos levantados, lo que parece confirmar que luchó por liberarse de las cuerdas con las que lo habían atado.
Pero la muerte de Rasputín no tendrá precisamente las consecuencias que sus asesinos esperan.
La noticia del asesinato de RASPUTÍN es celebrada en todo San Petersburgo. Sólo la familia real presencia su entierro. Los conspiradores son pronto descubiertos y, como era de esperar, penados con un leve destierro. Pero la muerte de RASPUTÍN no tendrá precisamente las consecuencias que sus asesinos esperan. La crisis se acelerará. Pocos meses después, Rusia perderá la guerra y la familia imperial será ejecutada tras su abdicación. Los bolcheviques tomarán el poder en Rusia. Este suceso servirá en realidad de prólogo a la Revolución, ya que odiado por la aristocracia, RASPUTÍN sirve como pretexto a los revolucionarios para acusar a la zarina y, por ende, a la institución. Parece ser, por otra parte, que la intervención de los presuntos asesinos, Purishkevich y Yussupov, cubrían con su atribución de los hechos, al principal instigador, el gran duque Dimitri Pavlovic Romanov que de esta manera no perdía las posibilidades de heredar la corona rusa en el hipotético caso que los zares fuesen expulsados del poder o no tuviesen descendencia.
En Rusia se producen tumultos ante los comercios.
Los primeros reveses sufridos por las tropas rusas frente a las fuerzas austroalemanas en el transcurso de la Primera Guerra Mundial desencadenan de manera inmediata el descontento de la población, plasmado en profundos desordenes internos que afectan al propio ejército. También repercusiones económicas. Hay problemas serios en el transporte por ferrocarril, y es preciso racionar los alimentos. Empieza incluso a escasear el combustible. En febrero se propaga en Petrogrado el rumor de que el gobierno piensa limitar la adquisicón de pan. Presa del pánico la gente comienza a comprar, y el día 23 de febrero de 1917 se producen tumultos ante los comercios. Hay que cerrar muchos establecimientos porque los ciudadanos pretenden asaltarlos. No obstante los acontecimientos no preocupan en exceso al zar NICOLÁS II, que parte con su familia hacia Crimea para pasar unos días de descanso.
Primera marcha política en Petrogrado, en la que participan más de 200.000 obreros y estudiantes.
Revolución de febrero (calendario ruso). Primera marcha política organizada en Petrogrado, en la que participan más de 200.000 obreros y estudiantes. Se producen sangrientos enfrentamientos entre militares y manifestantes y 50 personas pierden la vida. Por la noche, una compañía de soldados se pasa al bando de los rebeldes. Desde la lejana Crimea, y demostrando un total desconocimiento de la situación, NICOLÁS II ordena la disolución de la Duma (Parlamento ruso), a lo que los diputados se oponen. La rebelión apolítica promovida por el hambre, se convierte de ese modo en una revolución política.
El zar NICOLÁS II decide la formación de un gabinete responsable de la Duma.
Alarmado por la situación en Rusia, el zar emprende, en la fecha, el regreso a la ciudad, pero el tren en que viaja es desviado hacia Pskov, al cuartel del general Russki, partidario de la oposición burguesa. Allí el zar NICOLÁS II decide la formación de un gabinete responsable de la Duma, pero ya es demasiado tarde para detener los acontecimientos. Entretanto en Petrogrado ya sólo se discute si el poder debe pasar a manos de la Duma, dominada por la burguesía, o de los soviets de obreros y soldados, apoyados por el campesinado: los bolcheviques y mencheviques.
El zar NICOLÁS II renuncia al trono a favor de su hermano MIGUEL.
El zar NICOLÁS II es forzado a abdicar (2 de marzo en el calendario ruso) tras los desastres en la primera guerra mundial y la presión de los revolucionarios de febrero y los soviets. Fase final de la revolución llamada «de Febrero» por los trece días de diferencia entre el calendario ruso (Juliano) y el occidental (Gregoriano). Doscientos mil trabajadores se declaran en huelga en Petrogrado (San Petersburgo), la guarnición se subleva y la Duma crea un comité ejecutivo provisional, presidido por el príncipe Lvov. El zar NICOLÁS II renuncia al trono -en la fecha- en favor de su hermano MIGUEL (MIGUEL II).
MIGUEL designado zar el día anterior, renuncia al trono pocas horas después.
MIGUEL II (IV de Rusia) designado zar el día anterior, renuncia al trono pocas horas después, debido a la presión de Kérensky y otros revolucionarios y al no sentirse respaldado por el pueblo. Al mismo tiempo, la Duma organiza un gobierno provisional, en manos del príncipe Gueorgui Lvov. Sin embargo, los políticos que desde hace años hablan de una revolución, se muestran vacilantes, y el gobierno provisional se convierte en el máximo poder en Rusia tras la abdicación del zar.
Los bolcheviques emergen como la fuerza de orden dispuesta a acometer la modernización pendiente.
En Rusia, las derrotas militares, la vitalidad demográfica, la revolución de 1905, el arcaismo de su monarquia absoluta y la creciente dependencia económica de las potencias europeas centrales crean una demanda de modernización extraordinaria. La vía capitalista ensayada por Piotr Stolypin, al que NICOLÁS II ha ascendido como primer ministro ha fracasado, y la Primera Guerra Mundial, en la que en un solo año Rusia ha perdido 2,5 millones de soldados (entre muertos, heridos y prisioneros) además de los territorios de Polonia, Lituania y Curlandia, acaba hundiendo al antiguo régimen. Del caos que sigue, los bolcheviques emergen como la fuerza de orden dispuesta a acometer la modernización pendiente.
En Rusia, el Comité militar revolucionario anuncia que el poder se halla en manos de los sóviets. Revolución de Octubre.
En Rusia, el comite militar revolucionario anuncia a los ciudadanos en un comunicado redactado por LENIN que el poder se halla en manos de los sóviets. Sin embargo, el gobierno ruso todavía sigue activo en el palacio de invierno, y el primer ministro Alexander F. Kerenski se reune con varios jefes militares llegados del frente para pedirles ayuda. Por la noche se instalan cañones ante la sede del gobierno. Tras un ultimátum en que se exige la rendición, a las 21h45m un disparo del crucero Aurora da la señal para el famoso asalto al palacio que se rinde a las 2h10m de la madrugada. Setenta minutos después se inaugura el II Congreso de los Sóviets de toda Rusia. Ante el golpe de Estado bolchevique, la mayoría de los delegados que lo son abandonan la sala entre gritos de protesta. La Duma se declara en rebeldía y obliga a Nicolás II a abdicar. Es la Revolución llamada de Octubre en Rusia por la diferencia de trece días entre el calendario occidental y el ruso.