En diciembre de 2001, recogiendo el testigo de Niza, el Consejo Europeo de Laeken adopta una nueva Declaración sobre el futuro de la Unión Europea. En este documento se indica que «para garantizar una preparación lo más amplia y transparente posible de la próxima Conferencia Intergubernamental, el Consejo Europeo ha decidido convocar una Convención que reúna a los principales participantes en el debate sobre el futuro de la Unión» con el objeto de «… examinar las cuestiones esenciales que plantea el futuro desarrollo de la Unión e investigar las distintas respuestas posibles».

El Consejo Europeo de Copenhague aplaza a diciembre del 2004 la decisión del inicio de negociaciones para el ingreso en la UE.

La Convención Europea, que inicia sus trabajos el 28 de febrero de 2002 y los finaliza el 18 de julio de 2003, ha querido representar un paso significativo en términos cualitativos en el proceso de la construcción europea, en la medida en que ha sido un instrumento con el que se ha buscado poner límites al monopolio ejercido por los gobiernos de los Estados miembros a la hora de debatir y acordar posibles reformas de los textos constitutivos de la Unión.

Ha entrado en vigor el TPI. Actualmente 81 países han ratificado el Estatuto de Roma de 1998, sobre el que se fundamenta el TPI, y éste empezará a aceptar casos en el 2003. Es el principio de una nueva justicia internacional si no fuera porque tres importantes potencias se desentienden del TPI: China, EEUU. y Rusia. Aun así es un paso importante en la consecución de una justicia global. Tres expertos nos desvelan las posibilidades reales de esta nueva institución.

Francia y la Comisión Europea abogan por restablecer el statu quo de Perejil previo al 11 de julio para recuperar el diálogo, lo que implica la retirada de las tropas españolas de la isla. Ambas declaraciones no han sorprendido al cuerpo diplomático español en Bruselas, que sí ha cuestionado su oportunidad ya que el propio presidente José María AZNAR ya ha anunciado su voluntad de restablecer el statu quo. Desde la embajada española se ha interpretado la posición de Francia como un «guiño» a Marruecos, país con el que mantiene excelentes relaciones politicas y comerciales. De hecho, París podría aprovechar la crisis para consolidar los puentes con el reino alauí. Por otra parte, se ha producido la cancelación del 25% de las reservas turísticas españolas a Marruecos.

Cualquier esperanza de que la Unión Europea reconsidere el ingreso turco pasa, entre otras cosas, por una resolución del contencioso chipriota. El anuncio de Erdogan de que visitará Grecia en breve es un paso positivo. El nuevo Ejecutivo deberá posicionarse sobre la previsible campaña contra Irak, en la que Turquía es una pieza básica. Finalmente, deberá continuar la reestructuración económica de la mano del FMI, quien dirigió recientemente un programa de ayudas a Turquía por importe de 16.000 millones de dólares.

La Unión Europea se prepara ahora para acoger a otros diez países de Europa Oriental y Meridional: Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y la República Checa, países cuya adhesión está prevista para el 2004. Bulgaria y Rumania esperan seguir algunos años más tarde y Turquía es también candidata. Para garantizar que la UE pueda continuar funcionando eficazmente con 25 miembros o más, su sistema de toma de decisiones debe hacerse más fluido. Por ello el Tratado de Niza, que entró en vigor el 1 de febrero del 2003, fija nuevas normas sobre el tamaño de las instituciones de la UE y su forma de trabajo.

EEUU., Rusia, la UE y la ONU proponen para solucionar el problema de Palestina, la \»Hoja de Ruta\».

Convocado por el nuevo gobierno, el 13 de abril de 2003, se celebra un referéndum en Hungría en el que casi el 84% de los votantes se muestra favorable a la futura incorporación del país a la UE. Sólo tres días después, Hungría y otros nueve estados candidatos firmarán en Atenas el Tratado de Adhesión a la UE, protocolo previo a su ingreso, que se producirá de forma efectiva el 1 de mayo de 2004.

Cumbre Rusia-UE del año 2003, celebrada en San Petersburgo a finales de mayo coincidiendo con el tricentenario de la segunda capital rusa, es muy especial para el Kremlin, ya que sus relaciones con Europa y EEUU. pasan por su mejor momento. Sin embargo, la luna de miel durará muy poco.