Nace el «Euro». De hecho, el diseño de la Unión Económica y Monetaria de Europa es el proceso de fusión monetaria y financiera más ambicioso de la historia.

Turquía y la UE firman un acuerdo aduanero para liberalizar el comercio. Pero de ahí a la integración queda por delante un exigente recorrido. No faltan razones para tanta reserva y prevención. ¿Turquía es verdaderamente Europa?. Turquía ha sido históricamente el país islámico que más rádicalmente ha querido ser occidental. En la Primera Guerra Mundial, aliada de Alemania, tuvo que asumir con ella la derrota. Lo cual llevó a la caída del sultanato, la proclamación de la República y la creación por Kemal Atatürk de un estado nacional a la europea, laico, en el que no sólo fue suprimida la máxima autoridad religiosa del Islam, el califato, sino que impuso la educaciòn no confesional, el alfabeto latino y hasta la prohibición del uso masculino del fez y el femenino del velo. Estas reformas de cariz occidental fueron una ruptura tan extrema que sólo un poder muy fuerte y autoritario podía imponerlas y asegurar su perduración. Esta circunstancia ha hecho que la firme y anticipada voluntad occidentalizadora del kemalismo haya acabado siendo el principal inconveniente para la integración en la Unión Europea.

Pero hay más. Se empuja desde la UE a deshacerse del kemalismo a una Turquía en la cual justamente el islamismo que Atatürk quiso sofocar está recuperando extensas y profundas raíces populares, sin excluir comportamientos de signo integrista. ¿Al islamismo que con tanta caución ve crecer la UE en su propia población inmigratoria se le abrirá la entrada por la puerta grande de la integración europea de setenta millones de turcos? Que sea el gobierno del partido islamista moderado de Erdogan el que más ha hecho para cumplir los requisitos de Copenhague admite diversas interpretaciones. Si gobiernos democráticos han aportado tanto a la creación de la UE no cabe negárselo a un partido de base musulmana pero auténticamente demócrata. Y ahora que los norteamericanos hablan tanto de llevar la democracia al mundo islámico por las buenas o por las malas ¿no serviría para proveer a conseguirlo con más propiedad la incorporación a la UE de Turquía?

La cumbre de Luxemburgo descarta iniciar negociaciones de adhesión pero confirma la elegibilidad de Turquía para ser miembro de la UE.

En la fecha, se da un nuevo empujón a la Unión Europea con el Tratado de Amsterdam, cuyo objetivo es aproximar la Unión Europea a sus ciudadanos. De menor alcance que el de Maastricht. Crea un alto representante para la política exterior y de seguridad y pasa al campo comunitario estas cuestiones, hasta entonces sólo competencia de los parlamentos nacionales.

En marzo de 1998, los ministros de Relaciones Exteriores de los 15 países miembros de la Unión Europea, después de tres días de difícil discusión, acuerdan autorizar el inicio de las negociaciones para la incorporación de la parte griega de Chipre (y no de la turca) a la Unión. Este tema, no obstante, se ha convertido en una nueva palanca en manos de Grecia y Turquía para imponer sus particulares soluciones sobre la isla. Atenas amenaza conque vetará el proceso de ampliación de la UE hacia el Este si Chipre no accede a la Unión; Ankara argumenta que eso es una forma de organizar una enosis encubierta e insiste en que deberían integrarse los dos Estados confederados: la República de Chipre y la República Turca del Norte de Chipre.

La colonización adquiere en 1998 especial intensidad en Jerusalén, hasta el punto de que los embajadores de la Unión Europea en Israel denuncian en un documento conjunto los métodos del gobierno israelí, «una actuación unilateral para modificar el Estatuto» de la Ciudad Santa y asfixiar a los palestinos. Como ministro de Exteriores, Ariel Sharon insta con fuerza a los colonos a extenderse: «Todas las colinas que les arrebatemos quedarán en nuestras manos. Todas las que no les arrebatemos quedarán en las suyas».

Nace un embrión de defensa europea común en la cumbre franco-británica de Saint-Malo.

La cumbre de Helsinki declara a Turquía país candidato a ingresar en la UE.

En el Consejo Europeo de Bruselas se adopta la decisión sobre los países que entran a formar parte de la unión monetaria europea: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo y Portugal.