A mediados de 1996, la sensación en Bagdad es que las fuerzas armadas se desintegran. Todo ello unido a la espiral económica y monetaria descendente, da lugar a una situación de profunda crisis. En este momento SADDAM HUSSEIN decide asumir el riesgo de golpear a los kurdos, al CNI y a las operaciones de la CIA en el Kurdistán Irakí. La Guardia Republicana reconquista la ciudad de Arbil y asesta a los tres un golpe devastador. EEUU. reacciona? lanzando unos pocos misiles contra varios objetivos intrascendentes y declarando la victoria. SADDAM revela el intento de golpe militar orquestado por la CIA, detiene a los oficiales implicados y, tras torturarlos, los asesina.

A finales de 1996, el Consejo de Seguridad de la ONU vota el levantamiento parcial del bloqueo a Irak, permitiendo la venta de crudo para que con las utilidades se compren alimentos y medicamentos: «Pacto de Petróleo por Alimentos». Este permiso se irá renovando periódicamente. SADDAM se siente con fuerzas para tragarse su orgullo y dar un giro radical a su política ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Enfrentado al inminente peligro de un desmoronamiento económico total y a la posibilidad de una revuelta masiva en el seno de la Guardia Republicana, decide aceptar la resolución número 986. Países como Arabia Saudita prosiguen las presiones sobre EEUU. para impedir el levantamiento del embargo contra Irak. El petróleo saudita remplaza al Irakí en muchos mercados.

Las graves consecuencias de la Guerra del Golfo y del bloqueo económico y militar subsiguiente, son estremecedores y hablan por sí solos: según un informe de la ONU el número de muertos por falta de alimentos y medicamentos provocados por el embargo excede en 1997 el millón de personas de las cuales 570.000 son niños. UNICEF informa de que «un 25 por ciento de los niños menores de cinco años padece desnutrición clínica severa». Si a esto se suman la falta de agua potable –y las enfermedades que esta carencia conllevan-, los problemas de suministro eléctrico, el incremento de la prostitución y de la delincuencia, la elevada tasa de paro que afecta a cerca del 50% de la población, la hiperinflación y el aumento del índice de analfabetismo, se obtiene un esbozo del desalentador panorama al que se enfrentan a diario los castigados Irakíes desde 1991.

Dentro del «Pacto de Petróleo por Alimentos», en marzo de 1997 llegan a Irak los primeros cargamento de comida y medicinas. El programa consiste en comprar y enviar alimentos y productos para cubrir las necesidades básicas de una población hambrienta y enferma con el dinero que se obtiene de la venta del petróleo que posee Irak.

El Congreso norteamericano adopta en 1998 el Irak Liberation Act, que prevee millones de dólares de apoyo a la oposición Irakí en el exterior. Pero el dictador Irakí sabe que la oposición, clandestina o en el exilio, está muy dividida y es incapaz de ofrecer una alternativa a la situación política interna.

En estos años se han sucedido las dimisiones de los encargados de coordinación general de ayuda a Irak de la ONU: el irlandés Dennis Halliday que se ha mantenido en el cargo entre 1997-98 ha dimitido de sus cargos en la ONU para poder manifestar su desacuerdo con las sanciones a Irak y sus consecuencias. En una entrevista concedida al periodista Larry Everest, Halliday afirma que lo que se está cometiendo en Irak puede calificarse de «genocidio». «Es la palabra más adecuada que encuentro y he empezado a emplearla», dijo. «Cuando una política causa muerte y desnutrición en la escala que vemos ahora en Irak, no hay otra palabra para definirla».

En 1998, según cifras de las propia Asamblea Nacional turca, se han destruido en Turquía cerca de 3.500 poblados kurdos (SADDAM HUSSEIN ha destruido una cantidad similar en el Kurdistán Iraki), y en veinte años han muerto unas 32.000 personas, 20.000 asesinados por las fuerzas de seguridad, el resto por el PKK. En las cárceles turcas hay 15.000 presos por este conflicto, incluidos cuatro diputados de la Asamblea Nacional condenados a 15 años de prisión.

El Papa JUAN PABLO II aboga, en 1998, en un discurso ante el Cuerpo Diplomático por el fin del régimen de sanciones contra Irak. «(…) Los débiles e inocentes no pueden pagar por errores de los que no son responsables (…)».

El 20 de febrero de 1998, el secretario general de la ONU, Kofi ANNAN, se entrevista en Bagdad con HUSSEIN para intentar evitar el ataque estadounidense a Irak, promovido por el gobierno de Bill CLINTON en castigo a la negativa Irakí a la inspección de su arsenal químico y biológico. Dos días después, HUSSEIN se comprometerá a cumplir las decisiones de la ONU, evitando así el estallido del conflicto, después de que CLINTON acepte el alcance de lo pactado. El acuerdo, que reconoce explícitamente la obligación de los estados miembros de la ONU de respetar la soberanía e integridad territorial de Irak, contiene el compromiso del propio ANNAN de elevar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el levantamiento de las sanciones impuestas al gobierno Irakí.

Sadam Husein vuelve a prohibir que los expertos de la ONU investiguen sus arsenales; EEUU. no descarta una intervención militar.