El Parlamento austríaco ratifica la Constitución federal de la República de Austria. A partir de este momento, la vida política de Austria se ve dominada por el enfrentamiento entre el partido socialista (que tiene su baluarte en Viena) y el partido socialcristiano, de carácter conservador. La crisis económica mundial repercute gravemente en la frágil economía austríaca.

En medio del despertar del caos de la I Guerra Mundial, varias naciones europeas ven emerger unos partidos políticos radicales dedicados a la destrucción del sistema existente. Los comunistas, sacando fuerzas de la Revolución en Rusia, consiguen apoyos políticos y extienden su amenaza por el continente. Para contrarrestar lo que consideran la amenaza comunista, surgen partidos de extrema derecha en muchas naciones. En 1923, los partidarios de la derecha se apuntan un sorprendente éxito en Italia, con la toma del poder de los fascistas de Benito Mussolini. La guerra ha creado una era de extremismos políticos y revoluciones sociales que ahora invaden Europa.

HITLER empieza a escribir en la prisión de Landsberg, en el verano de 1924. HITLER se encuentra allí por haber sido condenado a cinco años de prisión, tras planificar y ejecutar el fallido Golpe de Múnich. A pesar de su condena, HITLER cuenta con trato preferencial y recibe visitas de admiradores y regalos. Cuando Rudolf Hess regresa de Austria, es enviado a Landsberg por haber participado en el golpe, y se convierte en el copista de HITLER, quien le empieza a dictar el libro. HITLER bautiza el libro “Cuatro años y medio de lucha contra las mentiras, estupidez y cobardía”, pero Max Amann, coordinador de las publicaciones nazis lo convence de reducirlo a “Mi lucha”. Amann esperaba que HITLER escribiera su autobiografía y que se enfocara en el golpe de Múnich, evento que ha hecho famoso a nivel nacional al Partido Nazi, y que probablemente sería atractivo para los lectores; pero HITLER apenas realiza una mención de este episodio. Aparte de Hess, el Padre Bernhard Stempfle y Josef Czerny ayudan en la redacción y revisión del libro. No todo el libro será escrito en Lansberg, Hitler continuará trabajando en el primer volumen al salir de la prisión, cerca de Berchtesgaden.

En la fecha se publica el primer volumen de “Mein Kampf”(“Mi lucha”). El segundo volumen no se publicará hasta 1928. Hasta 1932 las ventas de “Mi lucha” no pasarán de varios miles al año. En 1933, año en que Hitler subirá al poder, las ventas se dispararán y se venderán más de un millón de copias; ritmo que conservará hasta la caída de la Alemania Nazi, siendo el libro más vendido en este período, después de la Biblia. Debido a que la principal fuente de ingresos de Hitler es la venta de este libro, en 1933 se convertirá en millonario y en el autor alemán más próspero. “Mi lucha” se convertirá en la biblia del movimiento nacionalsocialista. HITLER proclama ya en “Mi lucha” el derecho de Alemania a la conquista y anexión de territorios ajenos. Espera encarnar aquella espada victoriosa que consolidará en el mundo la quimérica supremacía de la raza aria a la que promete mil años de paz. Dice así: “Los alemanes tienen el derecho moral de adquirir territorios ajenos gracias a los cuales se espera atender al crecimiento de la población”.

A lo largo de las décadas de 1920 y 1930, la seguridad nacional en Francia continuará siendo la principal preocupación del gobierno. Gran Bretaña y EEUU. no ofrecen garantías de evitar el rearme alemán, por lo que Francia intentará conseguir cierta seguridad estableciendo alianzas con Bélgica y los estados de Europa oriental que podrían, al igual que Rusia antes de 1914, amenazar a Alemania con una guerra de dos frentes si Francia es atacada. Sin embargo, el Ejército francés carece de movilidad y poder ofensivo suficiente como para ayudar a sus aliados orientales si éstos son invadidos.

El caos político y económico de Europa al comenzar la Gran Depresión llevó a una serie de cambios importantes en la política extranjera que iban a sentar las bases para el advenimiento del conflicto. En Alemania, HITLER iba a cumplir con su ambición de hacer añicos el Tratado de Versalles anunciando la expansión militar alemana. Al mismo tiempo, Hitler -una especie de paria en el ámbito internacional- anunció su primer acuerdo internacional importante, un pacto de no agresión con Polonia. HITLER, siempre ambicioso, empezó a preparar el Ansch1uss, o anexión de Austria.

Las repercusiones de la crisis del 29 truncan en Alemania la recuperación que se ha iniciado en la economía y crean una situación desesperada para la mayor parte de la sociedad alemana. Agitaciones sociales y demagogia se ponen nuevamente de actualidad. Viejas teorías racistas, grandilocuentes sueños pangermanistas (florecidos a finales del siglo XIX y no muertos del todo) son desempolvados por nacionalistas de derecha como panacea de los males germánicos, juntamente con la tesis de la revisión de las cláusulas de Versalles. Esta situación es especialmente aprovechada por el partido nacionalsocialista (nazi) que a partir de estos momentos empieza a contar con el apoyo de la alta burguesía, organiza sus propias milicias (secciones de asalto) y aumenta rápidamente el número de sus adheridos.

Tras la primera guerra mundial, las visicitudes de la historia hacen de Austria una potencia menor, con una gran metrópoli, Viena, como capital. Viena se ha desarrollado como centro de una gran potencia, pero ahora lo era de lo que restaba de ella. La población austríaca es casi enteramente de habla alemana, y existe un arraigado sentimiento en favor de la unión con Alemania. Pero los tratados de paz lo prohiben en absoluto pues fortalecerían en exceso a Alemania. En su búsqueda de amigos, Austria encuentra a Italia, en el Sur y, en la fecha, firma con ese país un tratado de amistad. Italia, por supuesto, hará lo posible para animar a la derecha a implantar el fascismo en Austria.

El 30 de junio de 1933, después de una oleada de motines políticos y disturbios callejeros, Adolf HITLER sube al poder como canciller de Alemania.

En Austria, las posiciones políticas se radicalizan y los socialcristianos se enfrentan con los socialistas por un lado y con las nuevas formaciones nacionalsocialistas por otro. Con HITLER en el poder en Alemania, el canciller DOLLFUSS se enfrenta a la creciente presión de los nazis austríacos prohibiendo el partido nazi.