SADDAM está rodeado por cuatro anillos de protección. El más cercano es el compuesto por sus guardaespaldas, son sus tropas más leales. Protegen los palacios y otras residencias y lo escoltan en los desplazamientos. Después viene la Guardia Republicana Especial. Son unos 20.000/25.000 hombres con tanques y helicópteros. Se encargan de la seguridad de Bagdad (área metropolitana con más de cuatro millones y medio de habitantes). Están, entrenados para sofocar las revueltas e impedir la entrada de cualquier fuerza no autorizada en la capital. El siguiente anillo es la Guardia Republicana: unos 60.000/70.000 hombres organizados es seis divisiones con tanques y artillería. No tienen acceso a Bagdad. Están desplegados al Norte y al Sur de la capital y gozan de unas condiciones muy superiores a las del ejército regular. El último anillo es el ejército regular.

Por último, es importante reconocer que la Administración BUSH se halla bajo la fuerte influencia de los pensadores neoconservadores del Pentágono, que tienen una visión muy concreta del lugar al que debe dirigirse la política estadounidense. Dicha visión puede resumirse como sigue: con el final de la disciplina internacional de la guerra fría, el mundo es un lugar mucho más peligroso e impredecible; en esta situación, EEUU. tiene la obligación de asumir un papel dirigente a la hora de enfrentarse a las amenazas del terrorismo, la proliferación de armas, las drogas y otros problemas mundiales. En su calidad de potencia hegemónica, EEUU. debe buscar aliados para alcanzar sus objetivos siempre que sea posible, pero de no encontrarlos debe actuar en solitario. Por ello, debe mantener su posición de país más poderoso del planeta y de potencia sin rivales. En caso de una amenaza seria a sus intereses, Washington debería enfrentarse a ella por medio del ataque militar preventivo.

En esta lucha contra el terrorismo, el presidente BUSH ha dotado de poder a muchos regímenes autocráticos enzarzados en su propia lucha contra enemigos internos; y ello no sólo en Israel contra los palestinos, sino en Rusia contra los chechenos, en China contra los uigures, en la India contra los cachemires y en otros lugares. Asimismo ha fortalecido a otros autócratas del mundo musulmán contra sus propias poblaciones, como Egipto, Argelia, Malasia, Indonesia, Arabia Saudí y otros países. En conjunto, la guerra contra el terrorismo ha servido para mundializar el problema de la seguridad. Semejante entorno alienta también la guerra contra SADDAM.

A mediados de enero, la administración BUSH sigue dividida entre los neoconservadores que consideran que SADDAM HUSSEIN es una fuente de amenazas y los tecnócratas del Departamento de Estado. Los primeros se inclinan por una acción militar unilateral. Los segundos optan por desarmar a Irak a través de un mandato de las Naciones Unidas y contando con apoyo multilateral. La división es evidente, pero la alternativa de la guerra se vislumbra más sólida que nunca.

La decisión de George W. BUSH de enfrentarse con firmeza a Irak está apoyada en diversas razones: SADDAM HUSSEIN es el peor gobernante del moderno Oriente Medio y, posiblemente del mundo actual en lo que se refiere a brutalidad hacia su propio pueblo, el reino de terror que recuerda los días estalinistas de la Unión Soviética, las guerras contra dos vecinos musulmanes, el uso de armas químicas contra su población y la determinación de conseguir armas de destrucción masiva. Por otra parte, la determinación de Bush de derribar a SADDAM representa en cierto sentido el trabajo no acabado por su padre ni CLINTON. El factor israelí desempeña también un papel importante en las opiniones de Bush ya que es el preidente más proisraelí que haya visto EEUU., e Israel no oculta su deseo de presenciar el final de SADDAM. Además, desde el 11 de septiembre, Bush tiene a percibir toda la política exterior a través del prisma de la guerra contra el terrorismo.

EEUU. invadirá a Irak pese a la ONU. Mientras 15.000 soldados viajan al Golfo, Bagdad acusa a Washington de planear una invasión para controlar el petróleo de la región. Tarik Azis ha dicho también que la ONU ha inspeccionado 237 sitios hasta el momento, sin encontrar nada.

El presidente de Irak, SADDAM HUSSEIN, ha acusado a los inspectores de armas de la ONU de “hacer, sobre todo, trabajo de espionaje.” Desfile militar y repique bélico de tambores en Bagdad. Sadam aprovecha el 82 aniversario de las Fuerzas Armadas para inflamar los ánimos de la tropa y recordar a su pueblo que la guerra es inminente. Se acabó la cortesía con los inspectores. Les llama, como hace cuatro años, espías, y deja abierta la puerta a una nueva expulsión: “En lugar de buscar armas de destrucción masiva para evidenciar las mentiras, los inspectores elaboran listas de científicos Irakíes y se interesan por campamentos militares legales. Inspectores responden a Sadam: “Los inspectores de NU no son espías y hacen su trabajo de la mejor manera posible: profesional y objetivamente” Esta es la respuesta del portavoz de los inspectores en Bagdad a Sadam Hussein que hoy ha acusado directamente a los inspectores de elaborar listas de cientificos Irakíes e interesarse por los campamentos militares en lugar de buscar armas de destrucción masiva….

Nuevos contingentes de tropas estadounidenses se embarcan a Oriente Medio para completar el total de 250 mil efectivos que el Pentágono quiere desplegar en Irak. Por su parte Gran Bretaña cooperará con 27 mil soldados.

El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, advierte a EEUU. que sus inspectores necesitan más tiempo e informaciones más precisas de Washington para desarmar a Irak. «Es demasiado pronto para llegar a una conclusión», ha manifestado El Baradei que piensa que necesitan algunos meses antes de poder llegar a una conclusión.

Las fuerzas norteamericanas podrían encontrarse luchando entre dos fuegos al estarse agrupando fuerzas curdas en el norte de Irak y la frontera con Turquía. Mientras tanto, el gobierno turco, no muestra signos de querer que EEUU. utilice sus bases militares debido a la oposición que existe en la zona.