PACTO DE SAN SEBASTIÁN (17/8/1930)

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Los nacionalistas vascos, no han aceptado la invitación para reunirse en San Sebastián con los republicanos.


En 1930 los nacionalistas vascos son mayoritariamente católicos conservadores que recelan de un futuro régimen republicano por su carácter laico o anticlerical y por el temor a una posible revolución social. Por eso, no han aceptado la invitación del socialista bilbaíno Indalecio PRIETO para sumarse al Bloque antimonárquico del País Vasco y no hacen nada por la instauración de la República, en la cual no creen. Además de la enorme distancia ideológica que separa al nacionalismo de las izquierdas en el año 1930, hay otro motivo que explica su ausencia en el “Pacto de San Sebastián”: desde la caida de la dictadura del general MIGUEL PRIMO de Rivera en enero de 1930, el nacionalismo vasco se desentiende por completo de la coyuntura política de transición que vive España y se dedica exclusivamente a su propia reorganización interna.

Se reúnen en un local de San Sebastián, los representantes del republicanismo de todo el Estado.


El 17 de agosto de 1930 se reúnen en un local de la calle Garibay de San Sebastián, los representantes del republicanismo (o sea, los no monárquicos de oposición) de todo el Estado para pactar la instauración de la República. A esta reunión, que posteriormente se conocerá como el “Pacto de San Sebastián”, acuden Alejandro Lerroux, del Partido Republicano Radical (PRR), aunque en este momento representando a la Alianza Republicana; Manuel Azaña, de Acción Republicana (AR), también representando a la Alianza Republicana, Marcelino Domingo, Álvaro de Albornoz y Ángel Galarza, por el Partido Republicano Radical-Socialista (PRRS); Niceto Alcalá Zamora y Miguel Maura, de Derecha Liberal Republicana (DLR); Manuel Carrasco i Formiguera, por Acció Catalana; Macià Mallol, por Acció Republicana de Catalunya; Jaume Aiguader, por Estat Català; Santiago Casares Quiroga por la Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA). Como invitados a título individual asistían Felipe Sánchez Román, Eduardo Ortega y Gasset e Indalecio PRIETO. Se acuerda, entre otras cosas, la creación del denominado Comité de la Conjunción, que pronto se transformará en Gobierno Provisional de la República.

Se crea el “Comité de la Conjunción” que pronto se transformará en Gobierno Provisional de la República.


Todos estos partidos participantes en el “Pacto de San Sebastián” están representados juntamente por un comité que se conocerá como “Comité de la Conjunción”, encabezado por el moderado ALCALÁ ZAMORA, y dedicado al derrocamiento directo de la monarquía. Aunque no se firma ningún documento formal, todos los partidos convienen en subordinar sus intereses particulares al objetivo común, comprometiéndose también a dar pasos hacia el establecimiento de un amplio sistema de autonomía regional para Catalunya una vez establecida la República.” ALCALÁ ZAMORA, por ser católico convencido y conocido, más que por sus dotes políticas, es elegido presidente de la Conjuncion surgido a raíz del Pacto de San Sebastián. Conviene a los dirigentes republicanos presentar un católico al frente para disipar los temores que el ateísmo y anticlericalismo militante de muchos de sus dirigentes inspiran en el pueblo español.