CARLISMO (1830 - ...........)

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Se inician negociaciones entre el Estado español y los últimos jefes carlistas para dar fin a la guerra.


Se inician negociaciones entre el Estado español de la primera restauración y los últimos jefes carlistas para dar fin a la guerra a cambio de la garantía de preservar sus grados militares, de ofrecerles compensaciones monetarias y “sin sumisión a revisión alguna, ni a causa ni expediente de ninguna clase”.

En España, concluyen las negociaciones iniciadas el 8 de junio.


En España, concluyen las negociaciones iniciadas el 8 de junio. Partidas de carlistas deponen las armas y se trasladan en buena parte a Francia, mientras que otros permanece pacíficamente en España, tras recibir garantías por parte del gobierno de su Majestad que preside CÁNOVAS del Castillo. Queda un resto que sigue defendiéndose con las armas casi en la misma frontera.

Al ocupar Seo de Urgell se considera terminada oficialmente la guerra carlista en Catalunya.


Las fuerzas del gobierno al mando de Jovellar y Martínez Campos ocupan Seo de Urgell, asestando un duro golpe al carlismo en Catalunya, donde se da por terminada oficialmente la Tercera guerra carlista.

Las fuerzas alfonsinas conquistan la capital carlista, Estella.


A pesar de que el rey ALFONSO XII ha invitado a los carlistas a abandonar las armas para “disfrutar las ventajas todas que gozasteis bajo el cetro de mi madre”, y a pesar de las presiones de los liberales fueristas, la última guerra carlista finaliza sin abrazo. Las fuerzas alfonsinas conquistan la capital carlista, Estella. Montejurra (Monte/Euskadi) es escenario, en la fecha, de una sonada derrota carlista en el Norte.

CARLOS VII, cruza de nuevo la frontera francesa mientras pronuncia aquel famoso ¡Volveré para salvar a España!.


La derrota carlista en el norte obliga a CARLOS VII, en la fecha, a cruzar de nuevo la frontera francesa por el puente de Arnegui, tras pronunciar aquel famoso ¡Volveré para salvar a España! que jamás habrá de cumplirse. En el campo de batalla la victoria realista pone fin a la tercera y última guerra carlista. ALFONSO XII se gana el sobrenombre de El Pacificador con el que pasará a la Historia.

Entre 5/1876 y 8/1878 el diario La paz publica en sus páginas la plana mayor del fuerismo vasco-navarro.


Las condiciones de ocupación militar en que se encuentran las provincias vascas al final de la carlistada hacen ver a las Diputaciones forales la conveniencia de editar en Madrid el órgano de prensa encargado de las defensa de los Fueros. Cumplirá dicho cometido entre 5/1876 y 8/1878 el diario “La paz”. En sus páginas figura la plana mayor del fuerismo vasco-navarro.

Fallece en Wentworth (Inglaterra) Ramón CABRERA. Ha nacido en Tortosa. General carlista.


Fallece en Wentworth (Inglaterra) Ramón CABRERA. Ha nacido en Tortosa el 27/12/1806. Mariscal de campo del Ejército español, conde de Morella y marqués del Ter, general carlista que puso en peligro el trono de Isabel II desde su ascenso hasta su abdicación y que mereció ser llamado el Tigre del Maestrazgo. Ha sido una de las figuras más extraordinarias y controvertidas del siglo XIX, un hombre que ha merecido los mayores elogios de sus partidarios y las mayores recriminaciones de sus oponentes, uno de los hombres más admirados y más odiados de la época isabelina.

Cándido Nocedal, representante del pretendiente carlista en España, reorganiza el carlismo.


En 1879 Cándido Nocedal, como representante del pretendiente carlista en España, reorganiza el carlismo enfatizando su carácter de movimiento católico y apoyándose en una red de periódicos afines que efectuarán una política muy agresiva, lo cual le enfrentará con sectores carlistas que formarán la Unión Católica, grupo dirigido por Alejandro Pidal, que acabará uniéndose con los conservadores de Antonio CÁNOVAS del Castillo.

Se produce en el partido carlista una escisión integrista, acaudillada por Ramón Nocedal.


Terminada la Tercera guerra carlista en 1876, el partido carlista ha retornado a una etapa de lucha política y parlamentaria y en 1888 se produce en el mismo la escisión integrista, acaudillada por Ramón Nocedal, con el pretexto de que el pretendiente es excesivamente liberal; los integristas proponen, en sustitución, un régimen teocrático que está simbolizado en la advocación de Cristo Rey.