PADRES APOSTÓLICOS (Siglos I y II)

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Entre los escritos de los considerados Padres apostólicos de la Iglesia, La Didajé es el más antiguo.


Entre los escritos de los considerados Padres apostólicos de la Iglesia, cronológicamente se considera La Didajé -fundamentalmente un conjunto de normas morales y de organización interna- el más antiguo de estos escritos. La Didache(Didajé) , o Enseñanzas de los Doce Apóstoles, es escrito alrededor del año 70 de la era cristiana. (Será impreso en 1883, diez años después de haber sido encontrado en Macedonia, cerca de Constantinopla). Es considerado como el documento cristiano más antiguo. Da los puntos de vista de los comienzos de la Iglesia y será altamente apreciado por los Primeros Padres. Son de una gran enseñanza para todos nosotros y a través de ellos pareciera que estamos escuchando a los Apóstoles hablándonos y enseñándonos. La Didajé exige, entre otras cosas, que los que participan en la «fracción del pan» (Hech 2;42, 20;7-11, 27;35) (1Cor 10;16, 11;17,33) confiesen antes sus pecados. Quizá su origen es sirio o palestino. El conjunto de todas las obras escritas por los Padres apostólicos, cabe en un volumen de proporciones reducidas. Sin embargo, su importancia es grande, tanto la de la Didajé como la de las posteriores cartas de Clemente de Roma y de Ignacio de Antioquía.

Los Padres apostólicos son escritores cristianos caracterizados por su proximidad a los Apóstoles.


Bajo la denominación de «Padres apostólicos», que es del siglo XVII, se comprende a una serie de escritores cristianos del siglo I o de principios del II y algún otro relacionado con ellos, caracterizados por una especial proximidad a los Apóstoles. Es una cercanía en el tiempo, hasta el punto de que algunos llegaron a conocer a los Apóstoles personalmente, o a través de alguno de sus discípulos inmediatos, lo que les hace testigos privilegiados de la primera tradición; si tenemos en cuenta que alguno de sus escritos es probablemente anterior al evangelio de San Juan, advertiremos hasta qué punto parte de esta literatura es temprana. Pero es una cercanía también en el fondo y en la forma de sus escritos, que recuerdan los del Nuevo Testamento; además, igual que éstos, no suelen ser tratados sistemáticos sino que obedecen a las necesidades concretas de unas determinadas comunidades, a unas situaciones específicas; quizá por eso nos dan informaciones aún más valiosas. Estos escritos proceden de áreas geográficamente alejadas, pertenecen a géneros diferentes y tratan de temas distintos.

IGNACIO, obispo de Antioquía, es conducido a Roma y arrojado a las fieras en tiempo de Trajano.


IGNACIO, obispo de Antioquía, ha sido conducido a Roma y es, alrededor de esta fecha, arrojado a las fieras. IGNACIO ruega a sus amigos influyentes que no intervengan y le priven de sufrir en el Señor. Esta actitud será considerada herética más avanzado el siglo, cuando POLICARPO, obispo de Esmirna, establezca una norma al abstenerse de hacer nada que provoque a las autoridades. La Iglesia no cederá en la cuestión del culto al emperador o la divinidad de Cristo, pero por lo demás intentará no buscar problemas. Las siete cartas que se conocen de IGNACIO de Antioquía, escritas durante su traslado a Roma, son importantes desde un punto de vista doctrinal, en cuanto atestiguan por primera vez la existencia de una jerarquía eclesiástica que comprende: Obispos, Presbíteros y Diáconos. Sin embargo, no queda claro la idea de primado , ni tampoco su punto de vista exacto sobre la Eucaristía. POLICARPO, nos dejará un testimonio precioso acerca de la autenticidad de las cartas de IGNACIO: la epístola (año 154) con que enviará la colección de las siete cartas a los fieles de Filipos. Las siete cartas van dirigidas a las comunidades de: Éfeso, Magnesia, Tralia, Filadelfia, Esmirna, Roma y a Policarpo de Esmirna.

Contra el gnosticismos circula entre los cristianos una obra titulada «El Pastor», atribuida a HERMAS.


Contra el gnosticismo circula profusamente entre los cristianos durante el pontificado de PÍO I una obra titulada «El Pastor», atribuida a HERMAS, un hermano del papa, en la que se hace una encendida e inteligente defensa del bautismo y de la penitencia. La obra está escrita bajo la forma de un apocalipsis («revelación»). También este documento habla de cómo en la Iglesia de Roma había muchos dirigentes. Y es que cada una de las iglesias domésticas o comunidades de vecindario tenía un dirigente o anciano (un «presbítero, sinónimo de anciano). Pero parece que había al menos una jerarquía informal entre los ancianos. Ello se desprende de que en muchas ocasiones actuaban como un solo grupo: Carta de Clemente que procede de toda la iglesia de Roma, Carta de Pablo a los romanos, etc.

Carta de POLICARPO, en la que hace referencia a las siete cartas de Ignacio de Antioquía.


Carta de POLICARPO, obispo de Esmirna, en la que hace referencia a las siete cartas de Ignacio de Antioquía, martirizado el año 117. POLICARPO, utiliza la palabra «católico» en ambos sentidos: tres veces con el significado de iglesia universal y una vez con el sentido de auténtica. Se reconoce como «Obispo de la Iglesia Católica de Esmirna.»