CONDE DUQUE DE OLIVARES (1621-1643)

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El Consejo de Ciento barcelonés acepta pagar unos meses los gastos de un batallón de 500 hombres.


En la guerra contra Francia, por fin, en agosto de 1637, el Consejo de Ciento barcelonés acepta pagar durante cinco meses los gastos de un batallón de 500 hombres que deben reclutarse en el Principado.

El ejército español cruza la frontera. Severa derrota. Olivares acusa a los catalanes de no haberse implicado.


El ejército español, cruza la frontera. Los franceses -entre el 27 de agosto y el 29 de septiembre-infligen una severa derrota a las tropas? españolas. Vueltas las tropas españolas a su punto de partida son debidamente guarnecidas las fortalezas fronterizas del Rosellón y de la Cerdanya y el resto de la tropa se distribuye entre varias localidades catalanas, donde queda alojada para invernar OLIVARES acusa a los catalanes de no haberse implicado en la campaña, y estos replican que ha estado mal planificada por los castellanos.

Olivares ofrece el puesto de virrey al conde de Santa Coloma de Queralt, uno de los nobles con más clientela.


OLIVARES en vista de que no logra nada de los catalanes, quiere probar con un virrey catalán, a modo de cortina de humo. En 1638 le ofrece el puesto al conde de Santa Coloma de Queralt, uno de los nobles con más clientela desde que encabezara la oposición en las cortes. El conde de Santa Coloma, pese a su entusiasmo, no está ni mucho menos a la altura de las circunstancias. Claro que tampoco se le dan facilidades y, además, los acontecimientos le arrollan.

OLIVARES trata de imponer “de facto” la Unión de Armas que las Cortes Catalanas han rechazado.


Para aliviar la presión francesa sobre Italia y Flandes, los otros frentes que España tiene abiertos en la Guerra de los Treinta Años, el gobierno de OLIVARES acuerda poner sitio a Leucata, la puerta del Lenguadoc. Para ello, OLIVARES quiere obligar a los catalanes a comprometer todos sus recursos en la guerra contra Francia, es decir, se trata de imponer “de facto” la Unión de Armas que las Cortes Catalanas han rechazado en 1626 y 1632.

Los franceses inician una contraofensiva. Los españoles derrotan a los franceses en Fuenterrabía.


Aprovechando las tropas movilizadas para la defensa de Leucata, los franceses inician una contraofensiva aunque la respuesta francesa no se produce en la frontera catalana, como se temía, sino en la guipuzcoana. Los españoles derrotan a los franceses en Fuenterrabía.

Olivares quiere que Catalunya se envuelva en la guerra contra los franceses.


En el contexto de la Guerra entre España y Francia, el cardenal RICHELIEU, primer ministro francés, fija sus ojos en el Rosellón y en junio de 1639 se produce el ataque francés por la frontera del Rosellón. Los franceses, dirigidos por el mariscal Schomberg, duque de Halluin, conquistan Òpol y la fortaleza de Salses reputada inexpugnable. Esta conquista es facilitada por la traición de su alcalde, que contra las Constituciones no es catalán. Por otra parte, este ataque es una nueva oportunidad que tiene OLIVARES de arrastrar a los catalanes a su política. A OLIVARES, que lo supo a tiempo, le hubiese sido fácil evitar este ataque francés, adelantándose al mismo por el otro extremo de la frontera donde acampaba el ejército real. Con poco esfuerzo, podría haber desbaratado los planes enemigos. Sin embargo prefiere que Catalunya se convierta en frente de batalla, envolviéndola así en la guerra.

Un cuerpo de quince mil infantes catalanes, marchan hacia el Rosellón.


Catalunya, entonces olvidando los agravios recibidos, al grito de ¡sometent!, se levanta en armas, dando el ejemplo Barcelona, donde se alistan unos seiscientos hombres formando varias compañías de mosqueteros, arcabuceros y lanceros. El obispo de Barcelona pone en la puerta de su palacio una bandera de guerra donde campa la cruz de Santa Eulalia. Por su parte el virrey, conde de Santa Coloma, congrega desde Girona las milicias del Principado, alistándose por ciudades, villas y lugares un cuerpo de quince mil infantes, divididos en dos regimientos, para marchar, en la fecha, hacia el Rosellón.

Las tropas del ejército real se dirigen hacia Francia, para expulsar a los franceses del Rosellón.


Las tropas del ejército real, comandadas por Spinola, se dirigen hacia el norte de Catalunya, para expulsar a los franceses del Rosellón.

Uno de los principales empeños de este periodo es la construcción de un nuevo sitio real, el Buen Retiro.


Uno de los principales empeños de este periodo es la construcción de un nuevo sitio real, el Buen Retiro, iniciativa del valido del rey Felipe IV, el conde-duque de Olivares que integraba un gran palacio de recreo, jardines, fuentes, canales, estanques y huertas, situado al extremo este de la villa y futuro motor de desarrollo de la ciudad. La calle de Alcalá se convirtió en un potente eje de desarrollo urbano vinculado a esta zona. Una cerca con fines fiscales rodeaba la villa con una superficie de 732 Has. constriñendo su expansión., situación que se prolongaría hasta 1868 en que fue demolida por completo. En el Buen Retiro tanto los artistas plásticos como los dramaturgos produjeron unas obras esenciales para que se desarrollara el Siglo de Oro, del que Madrid fue el centro indiscutible.

A pesar de la victoria de Salses, Olivares deja el ejército en Catalunya con los consiguientes abusos.


La victoria de Salses y la consecuente retirada del ejército francés de territorio catalán, permite, asimismo, la retirada del ejército español, y los poderes catalanes piden que Catalunya sea liberada de esta carga que soporta hace tantos años. También en Madrid suenan algunas voces aconsejando el traslado del ejército. Pero OLIVARES lejos de seguir estos consejos, deja el ejército en Catalunya con los consiguientes abusos de la soldadesca, que sin correctivo de ninguna clase, se entrega a ellos desenfrenadamente. Robos, homicidios, violaciones, destrozos de toda clase marcan el paso de las tropas reales por los pueblos y campos de Catalunya.