Se conocen diversos textos escritos en vasco, nunca largos, pertenecientes al siglo XV y XVI.

En 1450, por el tratado de Aiherre, Lapurdi se pone bajo la autoridad del rey de Francia a cambio del respeto a sus instituciones forales.

Poco a poco, al extenderse los privilegios a los demás súbditos del rey de Castilla, surge una competencia para los vizcaínos en los comerciantes burgaleses. Entre burgaleses y vizcaínos se produce una larga disputa en relación al establecimiento de los fletes.

En 1529 una Ordenanza de CARLOS I designa Bilbao y San Sebastián entre los nueve puertos a los que se autoriza el comercio americano.

El idioma vasco sobrevive a los esfuerzos unificadores de la monarquía católica porque ésta se muestra extraordinariamente respetuosa con todos los hábitos y costumbres locales, pero sólo como lengua de uso corriente y más en el interior que en la costa. Se acentúan progresivamente las diferencias entre vizcaíno, guipuzcoano y suletiano. Todos los documentos de la administración e incluso la producción literaria se hacen sin embargo en castellano, en el que se realiza también la enseñanza.

En el País Vasco, los Fueros, al consolidarse en las tres regiones, crean una especie de zona económica franca hacia el exterior: los productos importados, como manufacturas metálicas o encajes de Flandes, no pagan al entrar en Vizcaya pero sí al cruzar las aduanas interiores hacia Castilla o Navarra.

Al integrarse la monarquía española en el vasto Imperio de los siglos XVI y XVII, las tres regiones vascas resultan altamente favorecidas. Su estructura administrativa como señorío o provincia, directamente dependientes de la Corona, actúa como agente de aproximación. Pero al no existir un señor, noble al que haya que recortar en sus atribuciones, el Fuero y las juntas reforzarán la autosuficiencia administrativa. De este modo se va creando una vinculación cada vez mayor entre Corona y territorio. Vascos aparecen en gran número en la administración central, en las empresas marineras, y en las exploraciones por el Atlántico. Largos años de aprendizaje y de técnica en la navegación proporcionan la experiencia necesaria para dar, por vez primera, la vuelta al mundo.

La aparición del hierro sueco, de mejor calidad que el vizcaíno, quebranta los mercados exteriores, fracasando las peticiones hechas a CARLOS V y, posteriormente, a FELIPE II para que impidan las importaciones de hierro desde el ámbito del Imperio, que, en definitiva, procedía de las minas de Suecia. Sin embargo, la expansión americana compensa con creces estas pérdidas. El siglo XVI es, todavía, época de prosperidad que se advierte en las construcciones civiles y eclesiásticas. Algunas de las grandes casas victorianas son el espejo de un sector social de ricos comerciantes y financieros.

El descubrimiento de América y los esfuerzos de penetración en el norte de África estimulan la construcción naval. En ella son maestros los vascos. No sólo se venden barcos a otras zonas o reinos de la Monarquía sino que se exportan carpinteros de ribera. En las últimas décadas del siglo XV y durante la mayor parte del siglo XVI la tendencia es de conseguir barcos cada vez mayores, por razones de seguridad y por facilidades en la defensa contra los piratas. Las zonas interiores de Vasconia y también las inmediatas experimentan por esta causa intensa deforestación. En 1547 CARLOS (V) se verá obligado a dictar ordenanzas para corregir el daño.

En torno a 1566 confluyen ciertos acontecimientos que cambian, de manera decisiva, la suerte económica de las Vascongadas. En Flandes, se produce una revuelta que se convierte en un hecho irreversible. El negocio de los transportes declina rápidamente. Ni siquiera una vía militar viene a sustituir a la antigua mercantil de lana y hierro, porque los soldados españoles son enviados por tierra desde Italia y la amenaza de los corsarios ingleses se hace día a día más apremiante. Sin transportes, no hay ingresos en dinero y se dificultan los aprovisionamientos de grano. Tampoco la Corona está en condiciones de acudir en socorro de los súbditos en apuros porque ella pasa por grandes dificultades que la llevarán a la bancarrota.