LUIS XVI (Rey de Francia) (1774-1792)

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LUIS XVI deposita sus esperanzas en la ayuda sobre todo de Austria y de España dinastías parientes.


Como la situación interna de Francia es inquietante para su posición, LUIS XVI y MARÍA ANTONIETA, reyes de Francia, van depositando, poco a poco, sus esperanzas en la ayuda internacional, sobre todo de Austria y de España, cuyas dinastías se hallan emparentadas con la familia real francesa. Confian en el apoyo que pueden brindarles el movimiento de oposición a la Revolución, que se va gestando más allá de las fronteras de su país. Ante la petición de socorro de LUIS XVI, se reúnen, en la fecha, el soberano de Austria y el soberano de Prusia en Pillnitz y publican una declaración común en la que anuncian su propósito de actuar a favor de la monarquia francesa amenazada, pero a condición de que las demás potencias eruropeas se unan a ellos.

La Asamblea Nacional Constituyente, vota y aprueba el texto definitivo de la nueva Constitución.


La Asamblea Nacional Constituyente, vota y aprueba el texto definitivo de la nueva Constitución. Los diputados que forman la Asamblea Nacional Constituyente son los que han sido elegidos en mayo de 1789 en los estados generales, son ellos precisamente quienes han redactado la Constitución. Francia se convierte en una monarquia constitucional en la que el ejecutivo se confía a un rey y el legislativo a una asamblea electa. Los constituyentes recurren a la elección para la designación de los administradores públicos de los departamentos, de los distritos y de los municipios, de los jueces y de los jurados de los tribunales, y, por sorprendente que pueda parecernos, también para la designación de los obispos y de los párrocos. El sistema electoral reposa en la división de los ciudadanos en “ciudadanos activos”, que participan en las votaciones, y “ciudadanos pasivos” -más de la mitad de la población adulta masculina- que son apartados del voto porque no poseen suficientes propiedades o ingresos.

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El Rey LUIS XVI de Francia, jura, en la fecha, la nueva Constitución.


El Rey LUIS XVI de Francia, jura, en la fecha, la nueva Constitución revolucionaria. La Revolución francesa parece terminada, pero no ha hecho más que empezar.

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La Asamblea adopta un Código Penal, en el que las penas previstas son “personales e iguales para todos”.


La Asamblea adopta un nuevo Código Penal, del que han desaparecido los antiguos delitos de “herejía”, “lesa majestad”, etc. Las penas previstas son “personales e iguales para todos”

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La Asamblea Nacional Constituyente se disuelve proclamando “el término de la revolución”.


La Asamblea Nacional Constituyente se disuelve proclamando “el término de la revolución” y se convocan las elecciones para la siguiente. La Asamblea Nacional Constituyente ha aprobado 2500 leyes y reorganizado totalmente la administración de Francia. Su principal error desde un punto de vista social ha sido prohibir al pueblo trabajador unirse y formar asociaciones “para sus llamados intereses comunes”. Mal conducidos por su espíritu individualista y su odio a ciertos abusos de las viejas corporaciones, los Constituyentes no han entendido que el mundo del trabajo debe organizarse y por ello son responsables de la anarquía económica que reinará durante el siglo diecinueve.

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La siguiente Asamblea recibe el nombre de Asamblea Legislativa. Consta de 745 hombres nuevos.


La siguiente Asamblea recibe el nombre de Asamblea Legislativa. Consta de 745 hombres nuevos (la Constituyente ha prohibido la reelección de sus miembros) entre los cuales los representantes de la aristocracia son muy escasos. Ahora el sector más a la derecha lo constituye la facción “feuillant” (donde se incluyen los antiguos constitucionales como LA FAYETTE que se han separado de los jacobinos y que se reúnen en el convento de los fuldenses de París), que manifestaba un total apoyo a la letra de la Constitución de 1791, y por tanto, representa el continuismo de la línea política anterior. La fracción mayoritaria (350 miembros) es la Centrista, sin una línea clara, que les permite oscilar entre unos y otros sirviendo de contrapeso. Y, por último los jacobinos ocupan el espacio más a la izquierda, dividiéndose a su vez en varias fracciones: los girondinos en torno a BRISSOT, de carácter más moderado; el grupo de CARNOT y COUTHON, más democráticos que los anteriores; y el grupo “Cordelier”, el más radical y próximo a las reivindicaciones populares.

La Asamblea Legislativa francesa se reune por primera vez . Empiezan a aparecer facciones.


La Asamblea Legislativa francesa se reune por primera vez el 1 de octubre de 1791. Pronto comienzan a aparecer facciones dentro de la Asamblea. El aristócrata Jaques Cazales y el abad Jean-Sifrein Maury encabezan un grupo derechista opuesto a la Revolución. Otros, como Jean Mournier, el Conde de Lally-Tollendal, el Conde de Clemont-Tonnerre y el Conde de Virieu, forman un grupo denominado «Demócratas Realistas», que aboga por el establecimiento de un régimen parecido al británico. Por otra parte, Mirabeau, Lafayette, Jacques Leixirk y Bailly representan el ala centro-izquierdista de la asamblea. No faltan los radicales izquierdistas entre los que destaca el abogado Maximiliano Robespierre.

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La crisis económica continúa: el pan es escaso y caro, el trabajo no abunda.


La crisis económica continúa: el pan es escaso y caro, el trabajo no abunda. Además la Constitución sólo ha dado el derecho al voto a los “ciudadanos activos” y, para serlo, es necesario tener una buena posición económica. Por este motivo, una gran masa de gentes pobres de las ciudades, manejados por los políticos más extremistas, mantienen, especialmente en París, un clima de agitación política. Estos hombres, a los que se llamará “sansculottes”, está dispuestos a seguir la Revolución esperando sacar de ella algún provecho. (“Sansculotte”: Durante la Revolución Francesa los hombres de las clases populares en las ciudades abandonan el calzón corto propio del siglo XVIII, que era llamado “culotte” y adoptan el pantalón de paño, generalmente a rayas. Fijándose en esta característica los militantes revolucionarios pertenecientes a las clases populares adoptan este nombre: “sansculotte”.)

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En Francia, la situación política evoluciona rápidamente a lo largo del otoño y del invierno de 1791-1792.


En Francia, la situación política evoluciona rápidamente a lo largo del otoño y del invierno de 1791-1792. A pesar de las reticencias de buena parte de los miembros de la Asamblea Legislativa, ésta, debido a las presiones del pueblo no tiene más remedio que aceptar algunas de las reclamaciones populares, en las que prevalecen las consignas de los grupos jacobino y “cordelier” (minoritarios en la Asamblea). Así, se adoptan decretos contra los emigrados -a quienes se amenaza con la confiscación de sus bienes- y contra el clero refractario -a quienes se obliga a prestar el juramento cívico-. Pero las dificultades económicas subsisten y en toda Francia estallan revueltas a causa del hambre. Las mujeres reclaman el bloqueo de los precios y que se establezca la tasa del precio de los artículos de primera necesidad, al tiempo que se va complicando y extendiendo el peligro contrarrevolucionario, animado por la conducta del monarca y de las potencias absolutistas europeas.

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La Asamblea Legislativa prohibe de nuevo a los sacerdotes no juramentados el ejercicio legal del culto.


La Asamblea Legislativa, en lugar de reparar los errores de la Asamblea Constituyente, continúa con la cuestión de los curas no juramentados. El 29 de Noviembre, a propuesta de François de Neufchâteau, decide que si dentro de ocho días no prestan el juramento civil, serán privados de todo salario, puestos bajo la vigilancia de las autoridades, y si generan problemas en los alrededores de donde ellos residen seran enviados afuera, encarcelados por un año si persisten en la posición y por dos años si son convictos de provocar desobediencia al rey. Finalmente prohibe a los sacerdotes no juramentados el ejercicio legal del culto.