Tiene lugar la boda del Delfín LUIS, futuro rey Luis XVI, con la archiduquesa MARÍA ANTONIETA, hija del emperador Francisco I y MARÍA TERESA I de Austria de la casa de los Habsburgo, para afianzar la alianza entre Francia y Austria. Para celebrar esta boda el rey francés LUIS XV hizo construir en Versalles el salón de la Opera Real. MARÍA ANTONIETA será su única esposa, con la que tendrá cuatro hijos. Estarán marcados por la desdicha. LUIS es un gobernante amable, de moral ejemplar, pero no muy inteligente y sin voluntad. MARÍA ANTONIETA no es mala persona, tiene un físico agradable y habría podido hacerse popular con facilidad, pero es indolente, de pocas luces y pródiga. Es hija de María Teresa, la reina austríaca, quien constante aunque inútilmente la exhorta a observar una conducta más juiciosa, advirtiéndole que, de no corregirse, acabará mal. Por entonces, los franceses detestan desde hace largo tiempo a los austríacos.

Es nombrado Rey de Francia LUIS XVI (1774-1793), nieto del fallecido LUIS XV, ya que Luis Fernando, hijo del rey, ha fallecido en 1765. LUIS XVI recibe de su abuelo la triste herencia de un mal gobierno que no podrán remediar las medidas de TURGOT, ministro de Hacienda, que durante los dos años en los que permanecerá en el cargo introducirá numerosas reformas, muchas de ellas orientadas a la abolición de los privilegios de los terratenientes, cuyas intrigas provocarán su destitución. LUIS XVI, por otra parte, es inepto, aficionado a los relojes, buena persona y dominado por su esposa.

LUIS XVI regala a su esposa, MARÍA ANTONIETA, le Petit Trianon (El Pequeño Trianon). Este edificio se llevo a cabo por orden de Madame de Pompadour, la favorita de Luis XV, que no lo pudo ver acabado porque murió antes de que se terminara en 1768. Seguidamente fue ocupado por Madame du Barry, la siguiente favorita del rey. A su vez, LUIS XVI lo regala, en la fecha, a su esposa María ANTONIETA que lo dotará con un jardín inglés. Entre 1783 y 1786, ordena la construcción de una explotación agraria en su proximidad, llamada la Aldea de la Reina , con regusto a vuelta a la naturaleza y fuera de las prisas de la época.

El rey LUIS XVI, su esposa María Antonieta y el riquísimo cardenal Rohan intentan aclarar el “Asunto de los diamantes”, escándalo y descrédito para María Antonieta. En efecto, en julio de 1785 estalla el “caso del collar”: el joyero Bohmer reclama a la Reina 1,5 millones de libras por un collar de diamantes encargado en nombre de la soberana por el cardenal de Rohan. El rey confía el asunto al Parlamento, que determina que la culpa corresponde a un par de aventureros, Jeanne Valois de La Motte y su marido. Después del juicio del caso del collar María Antonieta toma conciencia, por fin, de su impopularidad y trata de reducir sus gastos, especialmente los de su mansión, lo que provoca nuevas críticas y un gran escándalo en la Corte cuando sus favoritos se ven privados de sus cargos. Todo es inútil, ya que las críticas continúan y la Reina se gana el apodo de “Madame Déficit”.

El desconcierto general se acrecenta en París por la falta de aprovisionamiento. La estúpida e imprudente frase de MARÍA ANTONIETA: “Si no tienen pan, que coman bollos”, pasaba de boca en boca, y crecía, en tonos malignos, como una bola de nieve. Las concentraciones de tropas consiguen inesperadamente que se realice una unidad entre las masas populares y la burguesía ya que cunde el temor de que para someter a los parisinos se les corte el suministro de trigo, y el estacionamiento de tropas en las rutas de los transportes de trigo acredita esta interpretación. De esta manera se encuentran relacionadas reivindicaciones económicas y políticas entre los parisinos y, en consecuencia, éstos se disponen a responder.

El pueblo parisiense, que había acudido a Versalles el día anterior, receloso de la ausencia de su rey, se concentra ante el palacio para pedir el regreso de éste. El rey aparece en el balcón, pero la multitud exige a gritos «¡La reina!». María Antonieta, consciente de su impopularidad, sale con sus hijos, que son rechazados. El momento es tenso. Pero una hábil maniobra de La Fayette, que besa la mano versallescamente a la reina, consigue disminuir la tensión, aunque los consortes se ven obligados a regresar a París acompañados de sus hijos: La comitiva es precedida por las cabezas cortadas de los guardias asesinados, ensartadas en sendas picas. A partir de entonces la Asamblea tendrá sus sesiones en París, primero en la residencia arzobispal, luego en las Tullerías.

Como la situación interna de Francia es inquietante para su posición, LUIS XVI y MARÍA ANTONIETA, reyes de Francia, van depositando, poco a poco, sus esperanzas en la ayuda internacional, sobre todo de Austria y de España, cuyas dinastías se hallan emparentadas con la familia real francesa. Confian en el apoyo que pueden brindarles el movimiento de oposición a la Revolución, que se va gestando más allá de las fronteras de su país. Ante la petición de socorro de LUIS XVI, se reúnen, en la fecha, el soberano de Austria y el soberano de Prusia en Pillnitz y publican una declaración común en la que anuncian su propósito de actuar a favor de la monarquia francesa amenazada, pero a condición de que las demás potencias eruropeas se unan a ellos.

MARÍA ANTONIETA de Habsburgo-Lorena, esposa viuda de LUIS XVI de Francia, después de dos días de juicio, es guillotinada. Ha sido juguete de intrigas y pasiones. Ha sido sometida a un duro juicio en el que ha sido acusada de traición y aun de incesto con su propio hijo, lo que ha disgustado incluso al mismo Robespierre. Éste retiene la carta que la reina ha dirigido a su cuñada antes de morir, que igualmente será guillotinada pocos meses después.