NAPOLEÓN ya es oficial del ejército francés. Cuenta solamente 16 años de edad.

Nace el príncipe LUIS de Francia, futuro LUIS XVII.

El rey LUIS XVI, su esposa María Antonieta y el riquísimo cardenal Rohan intentan aclarar el “Asunto de los diamantes”, escándalo y descrédito para María Antonieta. En efecto, en julio de 1785 estalla el “caso del collar”: el joyero Bohmer reclama a la Reina 1,5 millones de libras por un collar de diamantes encargado en nombre de la soberana por el cardenal de Rohan. El rey confía el asunto al Parlamento, que determina que la culpa corresponde a un par de aventureros, Jeanne Valois de La Motte y su marido. Después del juicio del caso del collar María Antonieta toma conciencia, por fin, de su impopularidad y trata de reducir sus gastos, especialmente los de su mansión, lo que provoca nuevas críticas y un gran escándalo en la Corte cuando sus favoritos se ven privados de sus cargos. Todo es inútil, ya que las críticas continúan y la Reina se gana el apodo de “Madame Déficit”.

El Mont-Blanc (Alpes Ocidentales), que con sus 4.810 m. es la cima más alta de Europa, es escalado, desde la vertiente francesa -por primera vez en la historia- por Balmat y Paccard.

LUIS XVI conocido por el rey “cristianísimo”, es el primero que reconoce los derechos de los judíos y su plena nacionalidad francesa, en 1787. De forma análoga, es él quien suprime la prohibición del culto protestante, que se remonta a LUIS XIV.

En el año de la fecha, en Francia, el servicio de la deuda exige más de la mitad de los gastos del presupuesto nacional. La crisis económica repercute en el ingreso de los impuestos, aumenta las cargas a razón de las compras de granos al exterior. Por otra parte, al haber disminuido el poder adquisitivo de las masas, el impuesto, y sobre todo el impuesto indirecto, no puede rendir mucho. En la medida que el sistema impositivo del estado francés permite que el grupo social que aglutina la mayor parte de los beneficios producidos en el sector más importante de la economía no contribuya, las dificultades de la Hacienda para obtener un alto volumen de ingresos son insalvables. Con unas actividades comerciales y manufactureras aún en período de maduración y una población campesina de reducidos ingresos es difícil aumentar la capacidad financiera del estado. Queda la igualdad fiscal.

A fin de solucionar la fuerte crisis financiera que atraviesa Francia, Charles Alexandre de CALONNE, el ministro encargado de las finanzas quiere modificar la legislación vigente hasta entonces en materia fiscal, para conseguir que la nobleza y demás capas sociales de la Aristocracia propietarias de las tierras perceptoras de rentas cotizaran al Estado. Por ello, se arriesga a proponer una “subvención territorial” que gravaría a todos los propietarios de tierras sin excepción y una serie de planes de liberalización de la economía. El rey, en la fecha, manda reunir una primera Asamblea de Notables (prohombres del mundo de las élites económicas y culturales del país) para que enjuicie el contenido de las medidas a tomar por parte de su ministro.

La Asamblea de Notables, representantes de la nobleza y el clero, aristócratas por definición, reunido en la fecha, critica el proyecto y exige la comunicación de las cuentas del Tesoro. CALONNE es cesado. La crisis política se suma desde ese momento a la crisis financiera. Pese a la voluntad reformadora de algunos políticos, la monarquía se ve impotente para controlar la situación. La nobleza, celosa de sus privilegios, de sus derechos, de su posición dominante en la sociedad estamental, quiere todavía más; prepara una maniobra política tendente a reducir los poderes del rey en su propio beneficio: “la revolución aristocrática”. De hecho, a lo largo de todo el siglo XVIII la aristocracia ha sostenido una dura pugna con el despotismo ilustrado, en un afán de impedir un retroceso en sus posiciones políticas dentro del Régimen.

Cuando se plantean en París los argumentos de reformas económicas de Loménie de BRIENNE -el sucesor de CALONNE- al ser estos prácticamente los mismos que los que ha presentado cinco meses antes el destituido CALONNE, o sea, impuestos para todos los poseedores de tierras y planes liberalizadores, son revocados aludiendo que una reestructuración de esta envergadura sólo tiene capacidad de aprobarla la reunión de los Estados Generales, único organismo con autoridad para aprobar nuevos impuestos. El proyecto, al fin es retirado.

El mal trato que reciben los esclavos en las plantaciones de Saint Domingue ha provocado ya varias revueltas (como la de Mackandal, 1757) y la huida de muchos de ellos a las montañas, desde donde mantienen un estado de permanente rebelión capitaneados por su jefe Toussaint Louverture. El problema de los esclavos es ya percibido en la propia metrópoli poco antes de la Revolución. Por esto, este mismo año se ha fundado en París la Sociedad de los Amigos de los Negros, con figuras como Mirabeau, Condorcet, Brissot y el abate Grégoire, que impulsan con brío las ideas abolicionistas. Esta asociación la forman un grupo de hombres y mujeres francesas, en su mayoría blancos, que defienden ideas abolicionistas, oponiéndose a la esclavitud de los negros y al tráfico de esclavos africanos. Es dirigida por Jacques-Pierre Brissot con el consejo del británico Thomas Clarkson, quien dirige el movimiento abolicionaista en el Reino Unido. Hacia principios de 1789 contará con 141 miembros.