El temor común a Alemania mueve a Francia y a Gran Bretaña a resolver sus diferencias coloniales y a comenzar negociaciones para aunar sus operaciones militares y navales en Europa. En 1907, Gran Bretaña y Rusia también han resuelto sus diferencias y junto a Francia forman la Triple Entente, como respuesta a la Triple Alianza integrada por Alemania, Austria-Hungría e Italia. La Triple Entente, alimentará en Alemania la sensación de que está siendo «rodeada» por sus enemigos. Resulta difícil contemplar el mapa y no admitir que hay algo de eso, pero cabe también argüir que los alemanes se lo han buscado. Aquel cerco no es una acción, sino una reacción. En consecuencia, la amenaza de guerra estará fatalmente presente en los años siguientes ya que cualquier crisis que se produzca se tornará más peligrosa, por cuanto cada parte se sentirá fuerte al contar con el respaldo de su respectiva alianza.

Adolf HITLER, llevado de sus aficiones artísticas en su bohemia y huérfana juventud, no realiza estudios formales. Con 18 años, se dirige a Viena donde pretende entrar en la Academia de Bellas Artes. No lo consigue. Entonces trata de entrar en la Escuela de Arquitectura. Tampoco lo consigue.

Pero Alemania se apresura a iniciar la construcción de barcos tipo dreadnought (que se conocen con el nombre de acorazados). Lo que ahora cuenta, al menos en parte, no es tanto el número total de unidades que forman una flota, sino el número de acorazados, y en este punto Gran Bretaña y Alemania casi igualan sus fuerzas. Así pues, la botadura del Dreadnought es en realidad un intento tardío de Gran Bretaña por mantener el dominio del mar.

El 8 de febrero de 1908, Francia llega a un acuerdo con Alemania, en virtud del cual este último país accede a que el primero ejerza el protectorado sobre Marruecos, a cambio de determinadas compensaciones económicas para Alemania.

Explosión e incendio del Zeppelin IV.

Adolf HITLER intenta de nuevo entrar en la Academia de Bellas Artes de Viena, por lo que repite el examen que realizó el pasado año. De nuevo no tiene éxito y no es admitido. A partir de entonces se ganará la vida trabajando de pintor.

Serbia y Montenegro, que siempre han contemplado a Bosnia-Herzegovina como parte potencial de su propio Estado, se sienten ultrajados al asistir a aquella anexión, pero ellos también se hallan inermes. Rusia apoya a Serbia en sus protestas por la anexión. Alemania se alinéa con Austria-Hungría, mientras que Gran Bretaña y Francia apoyan a Rusia. Por fin, Rusia que aún no se ha recuperado de la derrota frente al Japón ni del caos en que se ha precipitado, obliga a Serbia a desistir. Ésta, finalmente, acepta la anexión.

En noviembre de 1908, GUILLERMO II concede una entrevista a un periódico londinense. En ella presenta al pueblo alemán como hostil a Gran Bretaña, en tanto él, personalmente, es el único amigo de Gran Bretaña en su país. Acaso su idea es asustar a los británicos con el cuadro de la hostilidad alemana, y tratar de que buscara en el propio Guillermo su única protección. Pero, naturalmente, el artificio no da resultado. Ni por un momento creen los británicos en la amistad de GUILLERMO II. El mismo pueblo alemán se resiente de la entrevista. No desea ser presentado como el malo de la comedia, sólo para hacer quedar bien a GUILLERMO II. Así pues, crece el clamor demandando que GUILLERMO II aprenda, o le enseñen, a mantener la boca cerrada. Es un momento embarazoso para el gobierno alemán, que no se atreve a amonestar a su emperador.

Europa se compromete en una loca carrera de armamento que no puede tener más que una salida fatal. Los intentos de GREY, ministro de asuntos exteriores inglés, por llegar a una acuerdo con GUILLERMO II de Alemania, fracasan, ante lo cual Inglaterra comienza sus prepararativos militares. En estos primeros años del siglo XX, los liberales aliados con los laboristas dictan en Inglaterra una legislación social que consolida en el país las estructuras democráticas, se elevan los impuestos a las clases adineradas, se disminuye el poder de la Cámara de los Lores y la Ley de seguros sociales mejora las condiciones de la clase obrera.

El comportamiento de GUILLERMO II en todo el tema de Marruecos y de su relación con Gran Bretaña, puede haber sido una de las razones de la dimisión de Von Bulow como canciller el 14 de julio de 1909. Le reemplaza Theobald Theodor Friedrich Albert, que procede del estamento burocrático. Está acostumbrado a cumplir órdenes, y como canciller, su mayor mérito consistirá en ejecutar las órdenes de quienes son más fuertes y belicosos que él.