Los alemanes, animados por esta pequeña victoria sobre los rusos, lanzan un ataque el día 20 en la batalla de Gumbinnen, siendo derrotados tanto ellos como las tropas de apoyo austro-húngaras (que en realidad componen el grueso de las tropas del eje en ese frente) y provocando una precipitada retirada, desastre que es paliado poniendo al dúo Hinderburg-Ludendorff al mando de ese frente.

Los ejércitos alemanes vencen a las tropas rusas -que han iniciado sus ataques- en la batalla de Stalluponen. Esta batalla, en la Prusia oriental alemana, supone la primera victoria de los ejércitos alemanes sobre los ejércitos rusos en el frente del este durante la Primera Guerra Mundial.

Batalla de Charleroi (Bélgica): Del 21 al 25 de agosto, al oeste de Bélgica, al otro lado del Mosa, tres ejércitos alemanes avanzan rápidamente sobre la izquierda francesa. JOFFRE se retira en toda la línea.

Mientras se combate en Europa, Japón trata de evitar un enfrentamiento abierto con la Entente y los Estados Unidos y apoderarse de la concesión alemana de Kiaochou, lo que le permitiría ampliar su zona de influencia en China del Norte hasta el río Ynag Tsé. Estas ambiciones territoriales mueven a Japón a situarse al lado de los aliados ante la esperanza de hacerse con las posesiones alemanas en China por lo que en la fecha, Japón declara la guerra a Alemania y presenta a Beijing las «21 exigencias» que constituyen en realidad un programa de colonización. No tardará en apropiarse de las posesiones alemanas en China e islas del Pacífico.

En la fecha, las tropas británicas se enfrentan a las alemanas en Mons, en Bélgica, cerca de la frontera francesa. A diferencia de los demás combatientes, Gran Bretaña no dispone de un nutrido ejército de reemplazo, pero el que tiene está bien instruido. Lucha con todo su ardor, porque Guillermo II, con su sempiterna tendencia a pronunciar frases inoportunas, se ha referido al «desdeñable y pequeño ejército» británico. Los soldados se dan a sí mismos el apodo de (los Viejos desdeñables), y luchan como fieras. Pero los alemanes son imparables, y los británicos han de retroceder.

Batalla de Lovaina, en la que el ejército alemán del general Ludendorff captura esta ciudad de Bélgica. La magnífica biblioteca de su universidad es incendiada.

Apenas iniciada la primera guerra mundial, británicos y franceses ocupan la colonia alemana de Togo, cuya guarnición capitula de inmediato.

Tras una serie de victorias rusas, la evacuación de Prusia oriental parece inminente; sin embargo, las tropas de refuerzo alemanas, dirigidas por los generales Paul von Hindenburg y Ludendorff, maniobran hábilmente y envuelven a los ejércitos zaristas en un círculo de hierro derrotando definitivamente a los rusos en la batalla de Tannenberg, librada del 26 al 30 de agosto de 1914. Este 2º ejército ruso -junto al 1º- debía tomar Prusia. El desastre ruso es total: de 150.00 soldados sólo se salvan 10.000. Los alemanes apresan más de 92.000 prisioneros. Con esta derrota se consigue que ningún ejército ruso pise suelo alemán hasta 1945. Está claro que por formidables que parezcan los ejércitos rusos, están mal equipados, y sus jefes son tan ingenuos como para mandar de acá para allá mensajes sin codificar, de tal manera que los alemanes en todo momento han sabido qué estaban haciendo. Además, un oficial alemán llamado Max Hoffman ha llegado a enterarse de que los dos generales que mandaban los ejércitos rusos se odiaban hasta el punto de que nunca cooperarían. En efecto, Rennenkampf no ha hecho el menor movimiento para ayudar a Sanisónov, y este último, desesperado, se ha disparó un tiro suicidándose.

Batalla de Heligolan Bight en el Mar del Norte. La superioridad marítima británica consigue forzar las líneas avanzadas alemanas en el mar del Norte aniquilando a cuatro cruceros alemanes que son hundidos. 700 muertos alemanes y 35 británicos. Esta batalla inicia la guerra en el Mar del Norte y es la primera batalla de la Primera Guerra Mundial.

La vía hacia París está libre, pero el general germano Alexander von Kluck opta entonces por virar hacia el sudeste dando tiempo a sus adversarios para reagruparse. Los franceses cesan en su retirada y deciden contraatacar.