Suecia ha formado parte de la tercera coalición contra Napoleón. Cuando éste se ha dedicado a cosechar victorias, derrotando primero a Austria y luego a Prusia y llegando a arreglos con Rusia en Tilsit, GUSTAVO IV de Suecia mantiene una actitud contraria a Napoleón. Esto significa que Rusia queda libre para invadir Finlandia. En este punto, Dinamarca, siempre hostil a Suecia, se une a la guerra en el bando ruso. El ejército sueco comprende que se avecina el desastre. El 13 de marzo de 1809, organiza un golpe que destrona a GUSTAVO IV y le obliga a exiliarse por su política anglófila.

Carlos XIII -tío de Gustavo IV-, rey de Suecia (1809-1818). Concluye la paz con Rusia y con Dinamarca al precio de entregar Finlandia a la primera.

Cuando fue mayor de edad, Gustavo Adolfo IV, rey de Suecia, se casó en 1797 con Federica de Baden, con quien tuvo un matrimonio feliz. Gustavo Adolfo creía en los derechos divinos de los reyes, y era opositor de la revolución francesa. Consideraba a Napoleón como el anticristo y basado en un supuesto poderío militar de Suecia, buscó una alianza con Inglaterra, lo que motivó fricciones con Francia y Rusia. Contra Rusia se enfrentó en una guerra desventajosa entre 1808 y 1809, que originó, tras el tratado de Fredrikstad, la pérdida de toda Finlandia y su incorporación al imperio ruso. Esta provincia formaba parte del reino desde el siglo XIII y se consideraba como parte integral del país. Como fruto de ese desastre para el país, el rey y la familia real fueron arrestados en en castillo de Estocolmo el 13 de marzo de 1809, por órdenes del general Carl Johan Adlercreutz. Toda la familia fue conducida al castillo de Gripsholm, en Mariefred, donde permaneció en una especie de arresto domiciliario. El 29 de marzo de 1809, el rey abdicó de manera voluntaria, a fin de heredarle la corona a su hijo Gustavo.

El 10 de mayo de 1809, el parlamento sueco, dominado por militares, depone formalmente al rey Gustavo Adolfo IV y decide que no sólo el rey, sino toda su familia, han perdido la corona sueca. El 5 de junio se designa como nuevo rey al tío de Gustavo Adolfo, el duque Carlos (Carlos XIII). Gustavo Adolfo y su familia salen del país. Tras una breve estancia en Copenhague, siguen su viaje hacia Alemania, concretamente a Baden, la tierra de Federica.

Suecia es el país europeo que se rige por la Constitución escrita más antigua aún vigente. Una vez aprobada por el rey CARLOS XIII, es promulgada el 12/6/1809. La segunda en antigüedad es la de Noruega, de 1814. Las primeras constituciones modernas fueron la de EEUU. (1787-1790) y la revolucionaria francesa (1791), aunque esta última no está en vigor. La Constitución española, aprobada por las Cortes y ratificada en referéndum, es de 1978.

En 1810, Jean-Baptiste Bernadotte, que ha sido nombrado uno de los dieciocho mariscales de Francia, a punto de tomar posesión del cargo de gobernador de Roma, es, inesperadamente, elegido heredero del rey Carlos XIII de Suecia, en parte porque un gran sector del ejército sueco, previendo futuras complicaciones con Rusia, se muestra favorable a la elección de un soldado como heredero, y en parte también porque Bernadotte es muy popular en Suecia, debido a la caballerosidad con la que ha tratado a los prisioneros suecos durante la última guerra con Dinamarca. El asunto es decidido por uno de los mensajeros suecos, el barón Karl Otto Mörner, quien por iniciativa propia, ofrece la sucesión de la corona sueca a Bernadotte. Este, comunica la oferta de Mörner a Napoleón, el cual -poco amigo de Bernadotte- trata todo el asunto como un absurdo. Bernadotte, sin embargo, informa a Mörner que no rechaza el honor de ser él el elegido. A pesar de que el gobierno sueco, sorprendido por la descarada actuación de Mörner, le arresta al volver a Suecia, la candidatura de Bernadotte va ganando seguidores de forma gradual, y el 21 de agosto de 1810, al carecer el rey de herederos es elegido «Príncipe de la Corona».

El 2 de noviembre de 1810, Bernadotte hace su entrada solemne en Estocolmo, y el 5 de noviembre recibe el homenaje de los estados suecos, siendo adoptado por el Rey Carlos XIII bajo el nombre de «Carlos Juan».

Finalmente, algunos Estados se aproximan a Francia o intentan conseguir su amistad: Prusia, bajo la influencia de su ministro Hardenberg, se compromete en una alianza con Francia; Austria, tras la boda de NAPOLEÓN con María Luisa, se dispone a proporcionar un contingente; Suecia, que ha tomado como rey al mariscal francés Bernadotte, parece, tras larga hostilidad, dar pruebas de favorables disposiciones hacia Francia. A excepción de Inglaterra y del Imperio otomano, donde tras la muerte del sultán Selim III, la influencia francesa retrocede, el Emperador sólo parece tener, en Europa, amigos o aliados, pese a la incertidumbre de la alianza rusa. El prestigio de Napoleón y de sus alianzas dan a las ideas francesas una gran fuerza expansiva. Pero el arma del bloqueo se muestra ineficaz frente al contrabando que parte de las bases inglesas, favorecido por la hostilidad de la burguesía francesa y, sobre todo, por la de las poblaciones europeas, económicamente penalizadas y políticamente oprimidas.

Se firma la Alianza de Ùrebro (Suecia) que une a Gran Bretaña, Suecia y Rusia, contra Napoleón.

La Sexta Coalición europea (1812-1814) formada en marzo de 1813, es una coalición entre el Reino Unido, Rusia, Prusia, Suecia, Austria y cierto número de estados germánicos contra el Imperio Francés de NAPOLEÓN. Tras la desastrosa derrota de NAPOLEÓN en Rusia, las potencias continentales que han sido humilladas por NAPOLEÓN en varias guerras a lo largo de toda una década, ven finalmente una oportunidad de derrotarle, y se unen a la coalición que como en otras ocasiones se vuelve a financiar con subsidios de Gran Bretaña. Las fuerzas de esta coalición europea -más de 250.000 hombres- avanzan sobre Francia en un gran arco y de manera concéntrica.