Carlos MARTEL derrota a CHILPERICO II en Soissons y el mayordomo neustriano, Ragenfrido, huye del campo de batalla. CHILPERICO se esconde en Gascuña, bajo la protección de EUDES o ODÓN el Grande, Duque de Aquitania. Amenazado por MARTEL, Odón le entrega el rey, quien asume y acepta la autoridad de MARTEL en todos los reinos francos: Neustria, Austrasia, y Borgoña. Después de esto, sin necesidad de su rey propio, MARTEL cesa de apoyar al pretendiente CLOTARIO IV y el rey austrasiano desaparece prácticamente de la historia. Por todo su breve reino, CLOTARIO es una marioneta de MARTEL, un verdadero rey holgazán.

Fallece CLOTARIO IV, rey de Austrasia. Es nombrado rey CHILPERICO II.

Al-Samh ben Malik continúa las acciones militares y llega hasta Septimania en la primavera de 719.

Al-Samh continúa sus conquistas en el sur de la Galia, contra las pocas ciudades de la Septimania aún libres, atacando incluso ciudades de otros reinos que apoyan a los visigodos, como Toulouse en 721. Allí es derrotado y muerto por el duque Eudo (o Eudes), de Aquitania, que ha venido a socorrer dicha población. El ejército árabe elige allí mismo como nuevo gobernador a Al-Gafiqi (721–722), que llevará, no sin dificultades, los restos del ejército hasta Narbona, evitando el acoso desde la fortaleza de Carcasona, aún sin conquistar.

Fallece CHILPERICO II, rey de todos los francos.

TEODORICO IV, rey de los francos (721-737). Hijo de Dagoberto III, después de la muerte de su padre en el año 715, fue recluido en el monasterio de Chelles. Sin embargo, una vez muerto Chilperico II sin herederos, en 721 el mayordomo de palacio Carlos MARTEL lo trae de la abadía y lo proclama rey de Francia. Durante su reinado, el reino estará controlado por Carlos MARTEL.

En el 723 el rey Franco cede la fortaleza de Utrecht y sus tierras circundantes a la jerarquía eclesial. De esta forma, Utrecht sienta la base de su posterior papel como centro religioso y económico de primer orden.

Durante cinco años. BONIFACIO recorrerá Turingia, Hesse y Frisia, desafiando al más temido de sus dioses, el dios del trueno, Thor o Donar (el jueves, en alemán -Donners-tag- lleva su nombre todavía) a un duelo personal en medio de un bosque y ante miles de testigos. El dios del trueno está representado por un añoso roble, sagrado para los germanos, que BONIFACIO empieza a cortar con un hacha. Estos esperan que Donar se vengue y fulmine con un rayo al insolente monje, pero BONIFACIO sigue dando hachazos al grueso tronco hasta que consigue derribar el roble sagrado, con lo que la reputación del dios del trueno y de los demás dioses germanos (Wotlan, Frigg, Freya, etc) queda en entredicho. En 723, BONIFACIO regresará a Roma para informar de todo ello al Papa GREGORIO II. En esta ocasión el Papa le nombra obispo y BONIFACIO retorna a Alemania con plenos poderes. Bautiza a miles de paganos y se implica en los problemas de numerosos cristianos que habían perdido el contacto con la jerarquía de la Iglesia católica. Funda varios monasterios.

Carlos MARTEL organiza a su gusto la Iglesia franca, nombrando y deponiendo obispos. Él mismo se considera como un nuevo Josué y la conquista de Aviñón será descrita por los cronistas de la época como una nueva toma de Jericó.

Los francos, han consolidado ya su reino que se extiende aproximadamente por los actuales Países Bajos, Francia, y Alemania y estructurado el Imperio Carolingio. Localidades como Maastricht y Nimega conocerán un auge durante la época carolingia. Sin embargo, Carlos MARTEL, no ha conseguido, con su fuerza y determinación, convertir a los frisones, que se resisten a la evangelización durante siglos. Éstos han extendido sus dominios, durante todo este tiempo y responden a los intentos de evangelización de los misioneros con matanzas y asesinatos.