Las campañas de SISEBUTO sobre las poblaciones norteñas lograrán el sometimiento de algunas de ellas, sobre todo astures y ruccones (Álava). Respecto a los francos, logrará mantener sin excesivos problemas la paz en la fronteriza zona de la Septimania.

Fallece TEODORICO II de Borgoña. BRUNEGILDA intenta desesperadamente mantener el poder instalando en el trono a SIGEBERTO II, hijo de Teodorico II, pero los nobles de Austrasia, que la han expulsado unos años antes, la entregan a CLOTARIO II, que, según la leyenda, ata a la anciana a la cola de un caballo salvaje y la deja que muera arrastrada. También manda asesinar a los hijos de Teodorico II.

CLOTARIO II, tras conseguir la adhesión de la nobleza de Austrasia y Borgoña, unirá los tres reinos francos (614-629): Austrasia, Borgoña y Neustria. Pero CLOTARIO II se ve obligado a firmar el «Edictum Clotari»: limitación de los poderes reales y cesión de poderes políticos a la nobleza latifundista merovingia. Nombrará para ello a tres «mayordomos de palacio» -una especie de primer ministro- en cada una de las tres partes del reino: Austrasia, Borgoña y Neustria. De hecho, la nobleza llegará, a través de la figura de los mayordomos, a suplantar al poder real. Los territorios conservan una cierta independencia, si bien bajo el control del mayordomo de palacio que dirige la administración palatina y encabeza las huestes del rey (por lo que ocupa el primer puesto entre la nobleza).

Concilio de París. CLOTARIO II, en la fecha, reúne en París un concilio de obispos (79 obispos de todo el imperio de los francos) y una asamblea de notables que regulan las relaciones entre el rey y sus vasallos. El resultado es que la monarquía merovingia autolimita seriamente sus atribuciones en provecho de la nobleza y el clero. Siembra con ello la futura perdición de su dinastía pues las consecuencias de estos actos las deberán sufrir sus sucesores.

DAGOBERTO I recibe en vida de su padre, CLOTARIO II, el reino de Austrasia (623-639) a instancias del mayordomo de palacio (Austrasia) PIPINO el Viejo.

DAGOBERTO I (629-639), tataranieto de Clodoveo, suprime las autonomías y reunifica el reino de los francos. Sera el último merovingio con iniciativa y el último en reinar, al menos por un tiempo, en un reino franco unido. Reunirá en su persona los reinos de Austrasia (que posee desde 623, en vida de su padre Clotario II), Borgoña y Neustria. El poder real se desmoronará ante la pérdida de los subsidios de Bizancio y de los tributos de los pueblos al este del Rin, y el poder creciente de los mayordomos y de la nobleza. En efecto, los sucesivos reyes merovingios han sido incapaces de reinar y el poder ha caído en manos de facciones de aristócratas lideradas por los mayordomos de palacio.

CARIBERTO II (629-632), rey de Aquitania. Hijo de Clotario II y medio hermano de DAGOBERTO I, se convierte en rey de Aquitania en el año 629, reino creado para la ocasión por su hermano DAGOBERTO I con el compromiso de su renuncia al reino de los francos. Tendrá un comienzo difícil por las incursiones de los vascos, que amenazan a numerosos condados del sudoeste. Establece en Toulouse su capital.

CARIBERTO II, rey de Aquitania. Hijo de Clotario II y Sichilde y medio hermano de DAGOBERTO I, se convierte en rey de Aquitania (629-632), reino creado para la ocasión por su hermano DAGOBERTO I con el compromiso de su renuncia al reino de los francos. Tiene un comienzo difícil por las incursiones de los vascos, que amenazan a numerosos condados del sudoeste. Establece en Toulouse su capital. Su hijo, CHILDERICO, le sobrevivirá, aunque DAGOBERTO será acusado de hacerle asesinar, y a su muerte se volverá a recomponer el reino franco.

Fallece CLOTARIO II, rey de los francos

SUINTILA, como otros antecesores suyos, pretende, nuevamente, promover una sucesión hereditaria, para lo que asocia a su hijo RECEMIRO al trono; pero nuevamente las luchas nobiliarias hacen su aparición: esta vez en la Narbonense, auténtico foco de disensiones. SISENANDO, Conde de Septimania, ayudado por el franco DAGOBERTO I, penetra hasta Zaragoza, allí el ejército visigodo se le une, destronando a SUINTILA y aclamando a SISENANDO como rey de los visigodos (631-636).