CHECOSLOVAQUIA (1918-1992)

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En Checoslovaquia, las elecciones de 1946 otorgan un 38% de los votos al Partido Comunista.


En Checoslovaquia, las elecciones de 1946 otorgan un 38% de los votos al Partido Comunista. Se establece la democracia popular.

El Partido Comunista organiza en Praga una manifestación masiva de obreros y de la milicia popular.


El Partido Comunista organiza en Praga una manifestación masiva de obreros y de la milicia popular, como amenaza de toma del poder tras la dimisión de doce ministros, que protestaban contra la injerencia comunista.

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Checoslovaquia sufrirá en 1948 un asalto comunista que impondrá el modelo de partido único y la supresión de todas las libertades.


Golpe de Praga. Los paises entrados en la órbita comunista tras la segunda guerra mundial se vieron obligados a seguir el modelo soviético procediendo a una industrialización forzosa y a una represión política severa. Los miembros burgueses son apartados del gobierno, y en junio el Partido Comunista Checo, que en 1946 había obtenido el 38% de los votos, proclama la República Popular de Checoslovaquia (República Socialista desde 1960). La situación persistió hasta la caída de los regímenes comunistas en los primeros años de la década de los noventa.

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El aparente suicidio del polítido liberal checo Jan Masaryk, al caer por una ventana de un palacio en Praga, nunca ha sido aclarado.


En Europa, el aparente suicidio del polítido liberal checo Jan Masaryk, en la fecha, al caer por una ventana de un palacio en Praga, nunca ha sido aclarado, pero señaló un amenazante horizonte europeo.

Nace el Pacto de Varsovia, formado por la mayor parte de la Europa Oriental.


En mayo, nueve días después de que la RFA ingrese en la OTAN nace el Pacto de Varsovia, formado por toda la Europa Oriental (URSS, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, algo más tarde la RDA y Albania) excepto Yugoslavia, que junto con Austria y Suiza comprende un espacio neutral en el centro de Europa. Fuera de Europa se incorporarán más tarde Cuba, Mongolia y Vietnam. Se trata de un acuerdo defensivo creado para contrapesar a la OTAN  y para incrementar las funciones del COMECON. En la práctica funcionará siempre como un órgano militar encargado de la cohesión doctrinal interna de los países comunistas, en aplicación de la Doctrina Breznev.

Un sector cada vez mayor del Partido Comunista Checoslovaco opta por establecer cambios radicales en la política del país.


A comienzos de 1968 un sector cada vez mayor del Partido Comunista Checoslovaco opta por establecer cambios radicales en la política del país. Novotný es sustituido el 5 de enero como secretario general del partido por el eslovaco Alexander Dubcek, y como presidente de la República, en marzo, por el general Ludvík Svoboda, héroe de la II Guerra Mundial. En los siguientes meses, periodo que se denominará la primavera de Praga, el nuevo régimen iniciará la liberalización y la democratización de la vida checoslovaca así como un proceso para desligarse de la influencia soviética que es presentado como “un socialismo con rostro humano”. Su programa de acción garantizaba la libertad de expresión, de prensa, de asociación y religiosa; otorgaba un papel más importante a los partidos y grupos no comunistas; adoptaba una serie de reformas económicas, como la capacidad de decisión descentralizada y los incentivos salariales, acordaba la rehabilitación de personajes de la vida pública procesados entre 1949 y 1954 y prometía un estatuto federal a Eslovaquia. El programa obtiene un apoyo masivo en Checoslovaquia, además de la aprobación de Rumania, Yugoslavia y de muchos partidos comunistas de Europa Occidental.

En la primavera de 1968 surgió en Checoslovaquia un movimiento de reforma que se apoderó incluso del Partido Comunista.


El sentimiento renovador que se estaba dando en toda Europa, no se detuvo ni siquiera ante el Telón de Acero. En la primavera de 1968 surgió en Checoslovaquia un movimiento de reforma que se apoderó incluso del Partido Comunista. Alexander Dubcek fue elegido jefe del partido y dio a conocer los nuevos objetivos: democratización y liberalización. Debía crearse un «socialismo con rostro humano». Muchas personas de todo el mundo pusieron grandes esperanzas en aquella Primavera de Praga y apostaron por una «tercera vía» entre el capitalismo y el comunismo. Pero eso era, precisamente, lo que querían impedir los gobernantes de los demás Estados del bloque oriental. Temían la Primavera de Praga como a un «bacilo de libertad», pues también ellos creían en una especie de teoría del dominó.

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En Checoslovaquia, el “socialismo de rostro humano” que se quiere imponer es rechazado por la URSS y otros países.


En Checoslovaquia, el “socialismo de rostro humano” que se quiere imponer es rechazado por la URSS y otros líderes comunistas de la Europa Oriental, que temen que se produzcan movimientos reformistas similares en sus respectivos países. A pesar de las advertencias oficiales, de los ásperos ataques en la prensa soviética y de la intimidación efectuada con maniobras militares, los reformistas checoslovacos permanecen firmes; no obstante, en sendas reuniones celebradas en julio y agosto, las autoridades checoslovacas se comprometen a mantener el papel de liderazgo del Partido Comunista en el país y la alianza con la URSS y los demás países del Pacto de Varsovia.

A pesar de las promesas, la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia deciden poner fin a la experiencia checoslovaca.


A pesar de las promesas, la URSS y sus aliados del Pacto de Varsovia deciden poner fin a la experiencia checoslovaca. Durante la noche transcurrida entre el 20 y el 21 de agosto, con la excusa de atender una petición de los líderes comunistas checoslovacos para aplastar una contrarrevolución derechista, 600.000 soldados soviéticos, alemanes orientales, polacos, húngaros y búlgaros invaden el país. Algunos de los dirigentes reformistas, como Dubcek, son conducidos a la URSS. Aunque mueren unas 25 personas, la resistencia por lo general no resulta violenta. La intervención es condenada por la opinión pública internacional.