CORONA DE CASTILLA (1230-1716)

Total de piezas: 625

MARÍA de Portugal, esposa del fallecido Alfonso XI, regresa a Portugal, y fallece en Évora.


MARÍA de Portugal, esposa del fallecido Alfonso XI, regresa a Portugal, y fallece en Évora el 18 de enero de 1357. Sus restos serán traslados a Sevilla y está enterrada junto a su primogénito fallecido en el convento de San Clemente.

Esta pieza también aparece en ... MARÍA de Portugal (Esposa de Alfonso XI)  • PORTUGAL

Se concierta una tregua. Se inician conversaciones, el legado pontificio excomulga a PEDRO I.


La guerra entonces se centra en el sector de Tarazona (Aragón), donde se hallan frente a frente PEDRO I y ENRIQUE de Trastámara. Pese a concertarse una tregua, PEDRO I se apodera de la mencionada ciudad y cuando, el 10 de mayo de 1357, se inician conversaciones, el legado pontificio considera a PEDRO I culpable y le excomulga. Castilla es puesta en entredicho. La tregua, pese a todo, se mantiene. Los castellanos también conquistan Borja, Calatayud, Albarracín y Teruel, todas ellas ciudades de la franja occidental de Aragón.

El rey PEDRO el Cruel hace asesinar en su presencia a Fadrique de Trastámara.


El rey PEDRO el Cruel hace asesinar en su presencia a Fadrique de Trastámara, Gran Maestre de Santiago y gemelo de Enrique de Trastámara.

PEDRO I el Cruel firma una alianza con Portugal para aliarse contra Aragón.


En julio de 1358, PEDRO I el Cruel firma una alianza con Portugal para aliarse contra Aragón y para devolverse mutuamente los refugiados. Se abre una tregua. Muchos de los refugiados son asesinados por PEDRO I tan pronto regresan.

El infante FERNANDO de Aragón abandona a PEDRO I y otros siguen su ejemplo.


El infante FERNANDO de Aragón abandona a PEDRO I y otros siguen su ejemplo. La represión se hace más terrible. El infante FADRIQUE es asesinado en Sevilla, el infante JUAN es acuchillado y defenestrado en Bilbao y el infante TELLO escapa «por los pelos» y se refugia en Bayona. Otros muchos pagan con su vida el que PEDRO I se enemiste con ellos.

Los castellanos invaden el reino de Aragón y asolan tierras y aldeas.


Los castellanos invaden el reino de Aragón y asolan tierras y aldeas. En algunos casos la destrucción es de tal calibre que ciertas poblaciones arrasadas entre 1359 y 1363 jamás volverán a poblarse. Otras, como Tarazona (donde la catedral sirve como establo a los caballos de los castellanos) o como Cariñena (cuyos hombres son mutilados de orejas y nariz por su enconada resistencia a los castellanos) sufren terriblemente. Una vez más, esta guerra pone de relieve el egoismo de la nobleza aragonesa y su desinterés por los asuntos del reino. Mientras las villas, ciudades y aldeas de la frontera occidental se desangran ante la ofensiva castellana, los nobles impiden o dilatan que las Cortes acuerden recursos extraordinarios para hacer frente a esa guerra, la Guerra de los Dos Pedros. El conflicto entre ambos monarcas -Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón- se encuadra dentro de otros mayores contemporáneos como la Primera Guerra Civil Castellana (1351-1369) y la guerra de los Cien Años (1337-1453).

La tregua termina. Enrique de Trastámara inicia la ofensiva atacando Murcia. Pedro I contraataca.


La tregua termina. ENRIQUE de Trastámara inicia la ofensiva atacando tierras de Murcia. PEDRO I el Cruel replica con un ataque naval contra Guardamar que representa el inicio de la presencia castellana en el Mediterráneo. La lucha sigue en Soria y la Rioja cuando, en 1359, se inicia otra ofensiva naval castellana que llega hasta Barcelona.

ENRIQUE de Trastámara, resulta vencedor en la batalla de Araviana (La Rioja).


ENRIQUE de Trastámara, resulta vencedor, en la fecha, en la batalla de Araviana (La Rioja). En el aspecto militar no tiene mayores consecuencias porque la gran superioridad castellana permite a Pedro I reorganizar rápidamente sus fuerzas de frontera, mientras que el rey aragonés, por temor a una acometida del potente ejército castellano, no aprovecha la ventaja momentánea que le da la victoria y prefiere mantener sus posiciones en torno a Tarazona. Donde sí que tiene importantes consecuencias es en la moral castellana. No por la derrota en sí, sino por la desaparición en la batalla del hombre fuerte del reino, Juan Fernández de Hinestrosa, que es el único que contaba con la total confianza de PEDRO I. El rey pasa los siguientes meses buscando culpables de la derrota y muerte de su valido, sin saber ocupar los cargos importantes del gobierno que han quedado vacantes. Por otra parte, muchos nobles fieles hasta ese momento a PEDRO I, temen que el rey les señale como culpables de la derrota y comienza un constante goteo de nobles a engrosar las filas de los rebeldes exiliados en Aragón.

ENRIQUE inicia una nueva ofensiva confiando en un levantamiento general contra Pedro.


En marzo de 1360 -después de que Tarazona se entregara a los aragoneses- ENRIQUE inicia una nueva ofensiva basada en la confianza de que servirá de detonante para un levantamiento general que se ha estado impulsando desde Aragón.