Según las crónicas de la antigua China, los xiongnu son un pueblo nómada de pastores y guerreros que vive en las estepas de Asia centro-oriental, al norte de la Gran Muralla China. Forma una confederación dominada por los pueblos de origen turco. Su líder es MOTUN (209 – 174 aC). Muchos historiadores modernos piensan que los xiongnu mencionados en las crónicas chinas son el mismo pueblo que aparecerá siglos más tarde en Europa e invadirá el Imperio romano bajo el nombre de los hunos.

Una gran cantidad de pueblos han habitado Mongolia desde épocas prehistóricas. En el 209 a. C., justo tres años antes de la fundación de la dinastía Han, los xiongnu se reunen en una poderosa confederación bajo un nuevo Shanyu llamado Modu transformándose, por su unidad política, en un enemigo formidable. Se sugerirá que la reunificación de China empuja a los nómadas a reunirse alrededor de un centro político con el objetivo de reforzar su posición. El Shanyu Modu se convierte en la amenaza más grande para China durante los tres siglos siguientes; la Gran Muralla de China será construida en parte como defensa contra el Shanyu. De hecho, el mariscal Meng Tian del Imperio de Qin dispersará a más de 300.000 soldados a lo largo de la gran muralla para prevenir una invasión del norte.

En China, en la época HAN, llega otra época de esplendor intelectual. Los escolares son reabilitados y llamados a recuperar al máximo las obras e investigaciones mutiladas por Qin Shihuang. Y no sólo eso: comienza el sistema de selección e incorporación de los más capacitados a tareas de administración del Imperio, con la sucesiva perfección del sistema de selección por méritos. Es desde entonces una constante china. De esta forma, los intelectuales no quedan al margen del poder, sino que forman parte del mismo y de sus prebendas. Es una de las razones que explican la escasa tradición de disidentes en China. Si el intelectual forma parte de la administración, ¿cómo va a ser un crítico peligroso y ajeno al sistema?

Las convulsiones sucesorias en la China, provocan el final de la dinastía ZHIN tan sólo cuatro años después de la muerte del primer emperador Qin Shihuang. En efecto, en la fecha, los rebeldes masacran a toda la familia real ZHIN. Sin embargo, no se reinstauran los antiguos estados y el imperio pasa intacto a manos de LIU BANG, un plebeyo que había sido funcionario ZHIN, y que se convierte en el primer gobernante de la dinastía HAN (206 aC a 221 dC). GAOZU (su título póstumo más conocido) mejora las rígidas leyes ZHIN, reduce los impuestos e introduce reformas para recuperar la prosperidad. Recompensa a algunos generales y burócratas con pequeños feudos, pero éstos están rígidamente controlados y se conserva el estado centralizado de Qin Shihuang. La política unificadora de la dinastía HAN impulsará la primera gran expansión territorial de China y su influencia cultural en los países vecinos.

El poder imperial de China, durante el primer período HAN -HAN del Oeste- (206 aC – 9 dC) se apoyará en un ejército fuerte y en ricas finanzas (elevados impuestos y monopolios estatales). La sociedad, en la que se impondrán los letrados, estará dominada por una nobleza acaudalada que mantendrá esclavos y harenes. Los campesinos, aparceros y hombre libres por lo general vivirán mal. Los hombres de leyes, militares, artesanos o comerciantes, defenderán el establecimiento de la justicia por la fuerza. Las técnicas (molinos de agua, papel) y las ciencias (astronomía) brillarán tanto como las artes, los bronces y las joyas.

El periodo de máxima influencia de las doctrinas de Confucío sobre la cultura y las formas de vida chinas fue el de la dinastía Han (2o6 aC – 22o dC). El primer emperador Han peregrinó a la tumba de Confucio, conservada hasta hoy, e hizo levantar un templo en su lugar natal. A partir de aquel momento, Confucio fue venerado como un santo. El confucianismo se ha difundido desde China por toda Asia, donde es hasta hoy una de las religiones importantes.

Tras su victoria en la guerra civil en China (209-202), LIU BANG, en la fecha, introduce una serie de reformas en la agricultura y la administración que dan lugar a un nuevo período de prosperidad, pero, pese a sus heroicos esfuerzos, fracasa en su intento de impedir las destructivas incursiones de los nómadas xiongnu, quienes continuarán siendo una grave amenaza para China hasta el 38 aC.

HUI TI, rey dinastía HAN (195-188 aC)

GADHU, rey dinastía HAN (187-179 aC)

WEN DI, rey dinastía HAN (179-156 aC)