La conquista de Armenia por los árabes adopta forma de tutela cuando en el año 653 el califa árabe escoge a un príncipe armenio, al que designa patricio de Armenia, para administrar el país. En poco tiempo los patricios se convirtirán casi en reyes.

En el año 886 la dinastía Bagratuni de Armenia restablece el reino armenio y gobierna el país durante los siglos IX y X. Muchas iglesias e instalaciones de regadíos de esa época s?obrevivirán.

Los mayores enemigos de la Armenia medieval fueron el Imperio bizantino y los turcos selyúcidas, que devastaron el país en el siglo XI. Las guerras continuas obligaron a muchos armenios a buscar cobijo en otras zonas; en 1082 un grupo fundó un reino llamado Armenia Menor, que incluía la antigua región de Cilicia y cuya existencia se prolongó hasta 1375.

Los mongoles conquistan la Gran Armenia en 1239. Gobernarán el país hasta principios del siglo XV.

La sublevación contra Persia de los príncipes armenios es encabezada por el héroe nacional David-bek. El zar ruso Pedro el Grande, que ha prometido apoyo a los armenios, ha muerto y Rusia se ve obligada a firmar la paz con Persia.

A finales de 1880 hay aproximadamente 2.500.000 Armenios viviendo en el Imperio Otomano.

La tensión entre los Armenios de las provincias del este del imperio otomano empieza al surgir la idea de un gobierno propio para el pueblo Armenio, bajo palabras de ánimo de Rusia. Como el número de revolucionarios crece, se dividen en varios grupos políticos, y finalmente en dos partidos revolucionarios. El primer partido, creado en 1887, se llama Henchak, que quiere decir \”La Campana\”. El segundo, llamado Dashnaktzutiun, que significa \”Unión\”, que se establecerá en 1890. Durante este tiempo, el Sultán Abdulhamid II, el líder del Imperio Otomano, está promoviendo sentimientos nacionalistas entre los turcos y animosidad hacia los Armenios entre los vecinos Kurdos, esperando sorprender a los revolucionarios.

La persecución a la que están sometidos los armenios en el Imperio otomano, junto con un incremento de los impuestos, da a los armenios dos sólidas razones para una revuelta. En agosto de 1894, en Sasum se sublevan rechazando pagar los impuestos requeridos. Su revuelta fracasa. Entre 1894 y 1895 aldeas armenias son quemadas y unas 300.000 personas son asesinadas por tropas kurdas. Lo mismo que las matanzas de búlgaros diez años antes, ésta suscita la indignación de los liberales británicos. El resultado es que cuando el Imperio otomano se ve de nuevo atacado por sus adversarios, la protección británica no llegará. A pesar de las promesas de reforma y liberalización, el Imperio otomano no hace nada para cambiar su política represiva. Los armenios, en el noroeste de Asia Menor manifiestan creciente inquietud, en particular a la vista de que las naciones balcánicas han logrado establecer su independencia respecto de los otomanos.

La sanguinaria represión del sultán otomano Abdul Hamid II y que le vale el apodo de «Sultán rojo», culminan con la matanza de armenios en Constantinopla (1895-1896), opuestos a su despótica política de «turquización».

El 14 de Agosto de 1896, en la Ciudad de Constantinopla (Hoy Estambul), un grupo de armenios toma el Banco Otomano y amenaza con volarlo. Esta acción es una llamada de atención hacia las potencias europeas que dominan financieramente el banco. Pese a no haber volado el banco, esta acción desata la furia, del sultán que ordena nuevas matanzas. Grupos de turcos musulmanes organizados por tropas del gobierno ahogan en sangre el esfuerzo matando más de 50.000 disidentes Armenios.