El 5 de agosto de 1954, en la embajada de la República en México, se produjo la elección de un nuevo presidente de la Generalitat: Josep Tarradellas i Joan por el Consejo de Catalunya. Esta Instancia incluía los diputados al Parlamento, los diputados catalanes a las Cortes republicanas, el representante catalán al Tribunal de Garantías Constitucionales y el procurador general del Tribunal de Casación. Los diputados al Parlamento se opusieron, porque opinaban que la elección les correspondía sólo a ellos. Presencia física de algunos diputados supervivientes del Parlamento de Catalunya y el voto por correo de otros. El resultado de la votación fue de 24 votos a favor de Tarradellas, uno para Pau Casals y uno para Serra y Moret. Como presidente del Parlamento fue escogido Ventura Gassol, con 24 votos. Josep Tarradellas aguardará en su exilio de Saint Martin-le-Beau hasta su entrada en la política activa en España en 1977.

En la embajada de la República española en México, pais que no ha reconocido el régimen político de la España franquista instaurado en 1939, es elegido presidente de la Generalitat, Josep TARRADELLAS, quien nunca ha creído conveniente ni útil para Catalunya formar gobierno en el exilio. El Presidente Josep Tarradellas, en su juventud militó en diversas organizaciones de izquierda y nacionalistas. En 1931 fue secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya. Diputado en las Cortes Constituyentes españolas de 1931, fue conseller de Governación y de Sanidad bajo la la presidéncia de Francesc Macià, y durante la guerra civil de 1936-1939, conseller de Servicios Públicos, Economia y Finanzas, y Cultura. Exiliado en Francia en 1939. Francesc Farreras Y Durán asume la presidencia del Parlament.

FIDEL CASTRO reside unos meses en Nueva York antes de trasladarse, en la fecha, a México: “Como buen discípulo de Martí, creo que llegó la hora de conquistar nuestros derechos mejor que mendigarlos, de luchar en vez de pleitear para conseguirlos. Me voy a establecer en algún lugar del Caribe. No se suele volver de tales viajes, y, si se vuelve, es para ver la tiranía decapitada a nuestros pies”. En México, constituye el grupo “Movimiento 26 de julio” (M-26), compra armas y con la ayuda de Alberto Bayo, militar republicano español, prepara militarmente a sus compañeros con vistas a un desembarco previsto para finales de noviembre de 1956 en alguna playa de la provincia de Oriente cubana. Esta arriesgada operación se cubrirá “in situ” con un levantamiento en Santiago de Cuba, dirigido por un maestro de 23 años, Frank País.

El Che GUEVARA permanece algo más de dos años en México. Allí define sus ideas políticas, se casa, tiene a su primera hija e ingresa, en la fecha, al Movimiento 26 de Julio dirigido por FIDEL CASTRO con el fin de formar un grupo guerrillero en Cuba para derrocar al dictador Batista e iniciar una revolución social.

Entre el 20 y el 24 de junio de 1956 FIDEL CASTRO, su hermano RAÚL, el Che GUEVARA y la mayor parte del grupo del Movimiento 26 de Julio en México son arrestados por la policía mexicana. Obtener la libertad del grupo será sumamente difícil, especialmente la de Ernesto Guevara, que permanece detenido cuando Fidel Castro es liberado el 24 de julio, debido a que tiene sus papeles migratorios vencidos y se ha confesado comunista. Con el fin de obtener la libertad del CHE, CASTRO demora la salida hacia Cuba y realiza gestiones entre las autoridades mexicanas que han permanecerán ocultas. Fue en ese momento que Ernesto escribe un poema titulado “Canto a Fidel” y que pone en evidencia hasta qué punto ha sido influenciado por el líder cubano.

“El pessebre”  de Pau Casals es estrenado en 17/12/1960 en Acapulco -en Catalunya no estaba autorizado-, en las tierras acogedoras de México.

Los presidentes Lyndon B. Johnson, estadounidense, y Gustavo Díaz Ordaz, mexicano, formalizan la devolución a México de los territorios de El Chamizal, retenidos por EE.UU como consecuencia de un cambio en el curso del río Grande, que actuaba inicialmente como frontera entre los dos Estados.

Manifestación en la plaza de las Tres Culturas, en México DF, disuelta a tiros por las fuerzas del orden. Unos cien estudiantes resultan muertos. El movimiento estudiantil de 1968 es el arranque de la nueva crisis de México. No es una crisis estructural que ponga en entredicho la existencia de la nación; es sobre todo una crisis política, moral y psicológica, de convicciones y valores que sacude los esquemas triunfales del gobierno. Hasta 1968, la estructura del poder en México se ha mantenido estable, pero sin la existencia del juego político necesario que permita la expresión de una sociedad que ha ido creciendo y diversificándose. El movimiento estudiantil de 1968 es, al menos en parte, la expresión de un sector de la sociedad que demanda mayor participación en un sistema político que no se ha transformado. Remueve de manera importante la necesidad de empezar a cambiar la cultura política de la sociedad mexicana, e inicia un proceso de transición a la democracia que, a partir de este momento, transcurrirá de manera lenta pero efectiva, y se reflejará en diferentes planos de la vida política nacional.

En México se inauguran los Juegos Olímpicos. Durante todo 1968 ha estado en el alero la celebración de los Juegos Olímpicos en México. Los problemas políticos y sociales se acumulan. En abril murió asesinado el líder antisegregacionista Martin Luther King. En junio cayó el candidato presidencial Robert Kennedy. En agosto, tropas de Moscú y del Pacto de Varsovia invadieron Checoslovaquia; algunos países amenazaron con el boicot si participaba la URSS. Durante todo el año, la agitación estudiantil sacudió a Occidente. También a México con la reacción gubernamental del pasado día 2 de octubre. Pedro Ramírez Vázquez, arquitecto mexicano de prestigio y presidente del Comité Organizador de México´68, a sus 90 años comenta: “Lo más positivo de los Juegos fue que se celebraran sin fallos, nos sentimos orgullosos de ser mexicanos”. Fue importante la cálida acogida del público: “México afianzó su identidad nacional. Esa buena imagen es el mejor legado que nos dejaron los Juegos”.

Los Juegos de México fueron también los de la reivindicación racial. En la ceremonia de proclamación de vencedores, los atletas negros norteamericanos Tommy Smith y John Carlos, oro y bronce, respectivamente, en los 200 metros, escucharon el himno estadounidense en el podio descalzos como los negros pobres, bajaron la cabeza y alzaron los puños cerrados enfundados en un guante negro, como símbolo del Black Power, movimiento nacido en los sesenta contra la segregación racial. “No representamos a Estados Unidos, sino al pueblo negro de Estados Unidos”, dijeron Smith y Carlos. Expulsados por el COI de la villa olímpica, fueron repudiados y tachados de antipatriotas, pero su gesto dejó un precedente importante de valor y reivindicación de los derechos humanos. Estos dos deportistas fueron a su regreso a EEUU. discriminados y tratados como delincuentes, no encontraron trabajo durante años. La mujer de Carlos se suicidó y Smith se divorció. La foto con los puños enguantados en alto dio la vuelta al mundo, y pudo ser más influyente en la conciencia colectiva que miles de discursos. Los Juegos de México quedarían para la historia como los del Black Power.