LORENZO SUÁREZ DE FIGUEROA es nombrado Virrey de Catalunya (1596-1602). Con el fin de extirpar el bandolerismo, FIGUEROA decreta un desarme general, prohibiendo llevar armas -los famosos pedreñales, especie de trabucos con piedra de pedernal-. La razón de esta medida es que la mayoría de armas que utilizan los bandoleros provienen de cómplices que suelen ser caballeros y aristócratas. Pero la Diputació y el Consejo de Barcelona se oponen invocando que las Constituciones de Catalunya permiten a los caballeros y nobles llevar armas. El Virrey detiene a los diputados. Estos incidentes le cuestan el cargo. Escribe al rey lamentando que «las ataduras del régimen foral no permitan imponer el mantenimiento del orden público sin comtemplaciones».

La Casa dels Diputats (o Palau de la Diputació) es construida y ampliada durante los siglos XV y XVI con la anexión de diversas casas del antiguo call y acabada con la fachada, obra de Pere Blay, en el año de la fecha. Del siglo XV corresponden el patio y la fachada de la calle del Bisbe, obra de Marc Safont. En 1597, se inicia la construcción de una ala nueva del edificio de la Casa dels Diputats, la que da a la plaza de Sant Jaume. Pero como alguien le ha dicho al rey Felipe II que la Diputación General, con el pretexto de la ampliación del palacio, lo que en realidad quiere es convertirlo en una fortaleza, el monarca ordena que se suspendan las obras. Tiene que desplazarse a Madrid una comisión desde Catalunya para desfacer el entuerto.

A pesar de la penuria del Tesoro, en la corte se prodigan los festejos y los honores lo que crea la necesidad de nuevas contribuciones que provocan un gran descenso de la población ya que muchos se ven obligados a emigrar, iniciándose la decadencia de España. La cuestión financiera crea tensiones entre Catalunya y la Corona a causa de dichas contribuciones que deben ser recaudadas precisamente por la Generalitat.

Durante los siglos XVI y XVII, la universidad más prestigiosa de Catalunya continúa siendo el «Estudi General de Lleida», fundada el 1300. Es también de origen medieval la universidad de Perpinyà, fundada en 1350. En el siglo XVI se fundan universidades en Barcelona (definitivamente instituída en 1533, Girona (1561), Tarragona (1572). Y en el siglo XVII se fundan universidades en Solsona (1620) y Tortosa (1645). Las universidades son financiadas por los consejos municipales o por los obispados o bien son privadas. Los estudios más frecuentes son los de teología, derecho civil y canónico, filosofía, gramática, retórica y griego, si bien algunas disponen de estudios de medicina.

Posteriormente a la reconquista de Valencia, con el desarrollo político y económico, surgió un movimiento muy claro que pretendía diferenciar el Reino de Valencia del Principado de Catalunya; el particularismo onomástico fue una de las armas empleadas en esa lucha.

La bonanza económica del segle XVI y la consolidación de granjas de grandes dimensiones ha generado una clase payesa bienestante (los denominados «pagesos grassos»). Éstos han subarrendado progresivamente parte de la fincas mediante contratos muy pesados. Así, juntamente con una payesía fuerte, consolidada por la figura del «hereu», nace un proletariado agrícola inestable formado por aparceros, colonos, jornaleros, segadores, etcétera. La construcción de grandes masías de piedra, a veces fortificadas, durante los siglos XVI-XVIII será uno de los signos más evidentes de la nueva realidad social.

La inestabilidad social que provocan en Catalunya los enfrentamientos de las partidas de bandoleros hace que las autoridades convoquen al «somatén» contra los bandoleros. El «somaten» es una institución catalana que consiste en el llamamiento de los vecinos de un municipio o comarca a empuñar las armas, mediante el toque de campanas de las iglesias y monasterios. Los vecinos constituyen unas milicias populares para la defensa del orden público frente a los desmanes de nobles y bandoleros.

Virrey de Catalunya: JUAN TERÉS, Arzobispo de Tarragona (1602-1603)

De hecho, Catalunya, aunque la época es de paz está dividida entre «nyerros» y «cadells». En términos generales, los «nyerros» -de la casa del Banyuls, señores de Nyer- están relacionados con la nobleza y defienden los derechos señoriales con una actitud política filofrancesa y los «cadells» -de la casa de los señores de Arsèguel- están relacionados con la oligarquia urbana mostrando una actitud política filomonárquica. Las luchas entre estas familias vienen del siglo XIII y han ampliado su radio de acción desde la plana de Vic por toda Catalunya cuando llega el principio del siglo XVII. Se forman grandes partidas que obstaculizan la acción de la administración real y que, muchas veces, caen en el bandolerismo. Por unos o por otros, los jefes de estos bandoleros son admirados y protegidos.

El virrey ordena la detención de un diputado y de un oidor de la Diputació General de Catalunya por haberse negado a publicar una leyes aprobadas por las Cortes centrales.