Fallece el califa omeya OMAR II. Le seguirán los califas YAZID II (720-724), HISHAM (724-743), Al-WALID II (743-744) que es asesinado, YAZID III (744-744) y MARWÁN II (744-750). En Damasco, la dinastía de los Omeyas se enfrenta a problemas crecientes tras el doble fracaso en Constantinopla y en Tours. Por una parte, conforme se multiplican las conversiones al Islam, la recaudación fiscal desciende, lo que obliga a gravar con impuestos a los musulmanes, con la consiguiente impopularidad. Los no árabes demandan igualdad de trato con los árabes, y estallan rebeliones y guerras civiles.
DOCTRINA Y EXPANSIÓN DEL ISLAM
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Los musulmanes emprenden desde la Península Ibérica la conquista del sur de la Galia.
Al-Samh continúa sus conquistas en el sur de la Galia, contra las pocas ciudades de la Septimania aún libres, atacando incluso ciudades de otros reinos que apoyan a los visigodos, como Toulouse en 721. Allí es derrotado y muerto por el duque Eudo (o Eudes), de Aquitania, que ha venido a socorrer dicha población. El ejército árabe elige allí mismo como nuevo gobernador a Al-Gafiqi (721–722), que llevará, no sin dificultades, los restos del ejército hasta Narbona, evitando el acoso desde la fortaleza de Carcasona, aún sin conquistar.
Carlos Martel, detiene el avance de los musulmanes por Occidente obligándoles a retroceder.
El emir Abd al Rahman el Gafequi cruza los pirineos en un nuevo intento de proseguir la conquista del suelo europeo y avanza por Aquitania. Carlos MARTEL, venido en socorro de Eudes duque de Aquitania, a la cabeza de los francos en las batallas de Tours y Poitiers (Actual Departamento de Vienne), en el lugar conocido todavía como «Moussais – la – Bataille» detiene -en la fecha- el avance de los musulmanes por Occidente y les obliga a volver hacia los puertos pirenaicos y la Península Ibérica, impidiendo así definitivamente una mayor expansión del islam. Abd al Rahman el Gafequi es vencido y muerto. Carlos MARTEL recibe por todo ello el calificativo de «Salvador de Occidente». Su intervención le valdrá el homenaje del duque de Aquitania. Este es uno de los mayores reveses sufrido por los musulmanes en su intento de conquistar Europa. Los musulmanes, tan sólo controlan la Septimania en la Galia, pero en la península Ibérica sólo queda fuera del islam la cornisa cantábrica y la franja pirenaica.
Gran alzamiento norteafricano de los años 740-741 que se traduce en victorias sobre los árabes.
Gran alzamiento norteafricano de los años 740-741 que se traduce en victorias sobre los árabes.
En el siglo VIII, los ataques árabes aceleran la decadencia de Axum.
En el siglo VIII, los ataques árabes aceleran la decadencia de Axum.
Surge la dinastía de los Abasidas que desciende de la familia del profeta por ABBAS, tío de Mahoma.
Abu-al-ABBAS el Sanguinario, con el apoyo de chiitas y persas, sube al trono del Imperio islámico el año 750 (año 128 de la Hégira). Extermina a los Omeyas sin perdonar a los niños de corta edad y se apodera del gobierno. Surge así la dinastía de los abasidas. Esta dinastía desciende de la familia del profeta por ABBAS, tío de Mahoma. Se contarán hasta 37 califas de esta familia, que reinarán en Bagdad desde el año 750 hasta el año 1258.
El Imperio centroasiático que han creado los chinos en los últimos años cae ante los musulmanes.
El Imperio centroasiático que han creado los chinos en los últimos años cae, en la fecha, tras una aplastante derrota en el Talas frente a los musulmanes que toman Tashkent, pasando a ser controlado en su mayor parte por turcos y tibetanos.
El siguiente califa abasí sube al trono. Se trata de Al-MANSUR (754-775).
Una vez los abasíes se hacen con el control, el mundo musulmán recupera sus fuerzas. Ya no está completamente unido (y, de hecho, nunca volverá a estarlo), pues el califato no domina en la Península Ibérica ni Marruecos. Pero el resto del vasto Imperio sigue firme, y reina en él una razonable paz interior. El siguiente califa abasí sube al trono. Se trata de Al-MANSUR (754-775)
Comienza una lenta e inexorable fragmentación política del bloque territorial abasí.
Comienza una lenta e inexorable fragmentación política del bloque territorial abasí. Durante las centurias siguientes la autoridad de los califas querá relegada a un plano meramente nominal; estará controlada en realidad por otras dinastías principescas de origen persa (los buwayhíes) y turco (los selyúcidas) que adoptarán diversos títulos amparados en la legitimidad califal.
El segundo califa abasí, Al-Mansur, inicia la construcción de una nueva capital a orillas del Tigris: Bagdad.
Como Damasco está demasiado vinculada a los depuestos Omeyas, el segundo califa abasí, Al-Mansur, inicia la construcción de una nueva capital a orillas del Tigris en 762. Se trata de Bagdad. Se halla cerca de Ctesifón, que como resultado de esta iniciativa perderá importancia y acabará desapareciendo, lo mismo que le ha ocurrido mil años antes a Babilonia, cuando se edificó Seleucia.