El papa NICOLÁS I, después de varias disputas con el Emperador LUIS II, organizará junto con éste una armada contra los sarracenos.

El califato abasí se halla ahora fragmentado, y el propio califa es cada vez más una figura decorativa. Como a menudo les sucede a los monarcas que dependen de mercenarios para su protección, el califa ha acabado a merced de su guardia turca. Esto permitirá al Imperio bizantino recuperarse en esta época. Sin embargo, los musulmanes obtendrán algunas victorias ya que se apoderan de Malta en 869.

El emperador de Occidente LUIS II vence a los árabes en el sur de la Península Itálica.

Los árabes, que están atacando el sur de Italia, se encuentran cerca de Roma.

Fallece, el ultimo de los doce imanes legítimos reconocidos por el chiísmo, Muhammad al-Muntasar. Será considerado como el “imán oculto”, siempre vivo.

Los musulmanes establecidos en Palermo (Sicilia), conquistan Siracusa, capital provincial del Imperio bizantino haciéndose dueños de Sicilia, desde donde verificarán irrupciones en Italia desolando los alrededores de Roma, profanando las tumbas apostólicas y cobrando tributos a los papas. Llevaban cerca de cuatro siglos siendo una amenaza para la paz e independencia de los cristianos de Europa.

JUAN X es ambicioso y se pone al frente de sus tropas, que en realidad están mandadas por ALBERICO I de Spoleto, casado con la senadora MAROZIA -hija de TEOFILACTO I y TEODORA. Un papa se pone por primera vez en la historia al frente de un ejército, logrando en la Batalla de Garellano la derrota definitiva de los sarracenos.

Pese a los ataques de búlgaros y rusos, el Imperio bizantino permanece fuerte en estos años. Lucha con eficacia en Asia Menor oriental contra los musulmanes, y consolida su posición en el sur de Italia. Derrota a los musulmanes en 916 junto al río Garigliano, y los expulsa de Italia para siempre.

A principios del siglo X, los esfuerzos por parte de los califas abasíes para mantener la unidad política del mundo musulmán resultan infructuosos. Los gobernadores provinciales y los comandantes del ejército van ganando autonomía local, y un grupo militar, los buyíes, se establece en la capital, Bagdad, en el 945. Gobernará en nombre de los abasíes durante más de un siglo.

En 949 CONSTANTINO VII dispuso una nueva expedición contra los corsarios árabes escondidos en Creta, pero al igual que el intento de su padre por reconquistar la isla en 911, fracasó en sus aspiraciones. Este hecho dará lugar a un ataque árabe por tierra sobre las posesiones bizantinas en Siria, Armenia e Italia, pero los territorios perdidos en el Este serán luego recuperados por Juan I Tzimisces.