España ofrece ayuda técnica y legal a las autoridades marroquíes para frenar la llegada de pateras.

La inversión extranjera en Marruecos, especialmente la europea, se hace esperar y cuando llega exige notables facilidades que no podría pedir a un país europeo. España, también. La falta de inversiones serias tiene asimismo como consecuencia la salida precipitada y muy arriesgada de inmigrantes clandestinos. Para luchar contra este azote, hay que invertir en el país y dar trabajo a quienes se sienten tentados por la aventura de la clandestinidad que acaba a menudo de forma trágica. Es prácticamente imposible vigilar toda la costa mediterránea de Marruecos. Y estas personas intentan su oportunidad casi cada noche.

El rey MOHAMED VI de Marruecos pide al gobierno de coalición que dirige el socialista Abderrahman YUSUFI que prepare un plan económico y jurídico para mejorar las condiciones de vida de los cuatro millones de marroquíes que viven en chabolas y suburbios insalubres. Según el monarca, unas 40.000 viviendas insalubres se construyen anualmente en Marruecos, lo que representa alrededor del 40% de las viviendas nuevas que se construyen en el país: «El desarrollo de este fenómeno amenaza gravemente el equilibrio social y obstaculiza el progreso».

El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Piqué, afirma que la avalancha de inmigrantes en patera producida este año… «no es aceptable» y es «insostenible». Piqué afirma que el Gobierno marroquí debe realizar «un mayor esfuerzo policial» para contener la salida de pateras desde sus costas. En lo que va de año se han recuperado por las autoridades españolas 130 cadáveres, más del doble que en todo el año pasado y más del cuádruple que los registrado en 1999. De todas maneras, la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (Atime), hablan de 700 muertos en este año y atribuyen la diferencia con las cifras oficiales a los cuerpos rescatados en aguas marroquíes y a los desaparecidos. De enero a julio se han detenido 10.153 interceptados, 30% más del mismo período del año 2000.

El secretario de Exteriores marroquí ha calificado la protesta española de «simplista» añadiendo que su país lleva muchos meses haciendo «esfuerzos sustanciales en progresión constante». Por otra parte, el secretario de Exteriores marroquí aporta datos estadísticos para argumentar sus aseveraciones. Según éstos, desde el 1 de enero de 2000 hasta el 30 de junio del 2001 han sido detenidas 35.000 personas que pretendían entrar en España de forma ilegal. De hecho, entre las costas marroquíes y peninsulares hay tan sólo una distancia de 14 kilómetros.

Las ONU, a través de su enviado especial para el conflicto de Sahara Occidental, James BAKER, reunirá a partir de la fecha, en Pinedale (Wyoming), al Frente Polisario y los gobiernos de Argelia y Mauritania para intentar desbloquear el estancamiento actual sobre el futuro del Sahara Occidental. A la reunión no ha sido invitado Marruecos, una de las partes involucradas, en el conflicto, ya que, según fuentes diplomáticas, BAKER conoce perfectamente la opinión de Rabat y ahora busca unificar los puntos de vista y las posiciones de la otra parte de la mesa. Aunque la ONU mantiene viva la solución a través de un referéndum sobre la autodeterminación -solución que prefiere el Frente Polisario-, apuesta claramente por una amplia autonomía en el Sahara Occidental dentro del Estado de Marruecos.

Intercambio de acusaciones entre el ministerio de Exteriores español y el rey marroquí sobre la responsabilidad de la inmigración ilegal y el tráfico de drogas en el Estrecho.

El rey MOHAMED VI de Marruecos ha asegurado que los barcos que embarcan a inmigrantes ilegales «vienen de España», donde las mafias «son más ricas» que en su país, y que los traficantes de drogas marroquíes tienen «pasaportes españoles y cuentas bancarias en España», en una entrevista con el diario «Le Fígaro». «Digamos que la responsabilidad es compartida; pero por parte de Marruecos, se debe, en buena parte, a la falta de medios», dijo el monarca al ser preguntado por las quejas de España a Rabat por su insuficiente lucha contra la emigración clandestina hacia las costas españolas.»En Marruecos nunca hemos ocultado el problema de la emigración. Es un problema real. Lo que no aceptamos es que Madrid diga que todas las dificultades de España vienen de Marruecos.»

El rey MOHAMED VI de Marruecos ha comenzado a introducir cambios esperanzadores en la escena interna. Pero, por lo que se ve, aún no son suficientes para que sus súbditos decidan poner fin a su éxodo. Las causas de esta huida son diversas: paro, la falta de expectativas, la explosión demográfica y la atracción que ejerce la sociedad europea. Pero hay algo más, no desmentido por ningún portavoz oficial, que apuntaría a una visión de la avalancha inmigratoria como fuente de ingresos para el Estado con sus envíos de dinero desde el extranjero. Sea como fuere, resulta un tantro chocante que un régimen que aún ejerce un estricto control sobre sus súbditos mantenga que sus propias costas le vienen grandes.

El embajador de Marruecos en España, Abdeslam Baraka, sorprendió ayer en Madrid al reclamar al Gobierno español que efectúe las modificaciones legales pertinentes para que los menores marroquíes que han entrado clandestinamente en España, y hoy se hallan protegidos por la ley, puedan ser repatriados. «Queremos recuperar a nuestros hijos», declaró.