REINO DE GALICIA ii (910-1833)

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ALFONSO III el Grande, rey de Asturias, fallece confinado en Zamora.


Asturias o Reino astur, se extiende en el siglo X, desde el mar Cantábrico hasta el río Duero y desde Galicia hasta el alto Ebro. ALFONSO III el Grande, rey de Asturias, abdica repartiendo el reino entre sus tres hijos fruto de su matrimonio con JIMENA DE NAVARRA: León (que incluye los condados orientales de Castilla, Burgos y Álava) a GARCIA I (910-914); Galicia y Portugal (elevados a la condición de reino) a ORDOÑO II (910-924) y Asturias a FRUELA II (910-925). ALFONSO III queda confinado en Zamora donde, en la fecha, perece.

La primera vez que Galicia surge como reino independiente de León, es en el reparto de los dominios de Alfonso III.


Gallaecia surge por primera vez con la administración romana que abarcaba las tierras hasta la ciudad de Ávila y el río Sella. La provincia de Gallaecia constaba de tres conventos jurídicos: Lucense, con capital en Lugo, Bracarense, con capital en Braga, y Astur, con capital en Astorga. En el siglo V el pueblo germano de los suevos se instaló en Gallaecia aliándose con los galaicos creando el reino Galaico-Suevo, con centro administrativo en Braga. Posteriormente, en el siglo VI, el reino suevo quedó incorporado a la monarquía visigoda de Toledo. Los musulmanes penetraron en Galicia en el año 716 que la ocuparon durante algunos años, pero terminaron siendo expulsados por el rey Alfonso I el Católico, que incorporó Galicia a la corona asturiana. El reino de Galicia, como tal, se forma en la Alta Edad Media, incluyendo también las tierras del norte de Portugal. La primera vez que surge como reino independiente de León, es en el reparto de los dominios de Alfonso III.

Queda establecida la superioridad del rey de León -GARCÍA I- sobre cualquier poder cristiano.


Tanto GARCÍA I (910-914) -primer rey de León- como sus hermanos -ORDOÑO y FRUELA- para hacer prevalecer su categoría sobre el reino de Pamplona, se consideran hijos del emperador ALFONSO. Por el momento, queda establecida la superioridad del rey de León sobre cualquier poder cristiano. Esto obliga a trasladar la hasta entonces residencia ordinaria regia ovetense a las tierras leonesas de la Meseta, lo que será una realidad evidente desde este año. Sin fractura, ni institucional ni dinástica, el nuevo reino de León es continuidad de un bicentenario reino astur, depositario de buena parte de aquellos valores que propiciaron su existencia y engrandecimiento.

Habiendo fallecido GARCÍA I, rey de León, su hermano ORDOÑO II, rey de Galicia, es aclamado como sucesor.


Habiendo fallecido GARCÍA I, rey de León, su hermano ORDOÑO II, rey de Galicia, es aclamado por los magnates leoneses, según la costumbre visigoda, como su sucesor en el trono de León, siendo ungido y coronado (914-924). Empieza una época de estrecha colaboración navarro-leonesa contra los musulmanes, su enemigo común. Galicia pasa a León.

SANCHO ORDÓÑEZ, hijo de ORDOÑO II, es coronado como rey de Galicia (926-929).


SANCHO ORDÓÑEZ es ungido como rey de Galicia (926-929) por Hermenegildo, obispo de Santiago de Compostela, y durante los tres años que durará su reinado, mantendrá buenas relaciones con su hermano menor, ALFONSO IV, a quien reconocerá como superior suyo, en tanto que León goza de hegemonía sobre Galicia. Así, pues, entre 926 y 929 Galicia es un reino independiente.

FERNANDO I el Grande, rey de Castilla y León, antes de morir ha dividido su reino entre sus cinco hijos.


FERNANDO I el Grande, rey de Castilla y León, fallece cristianamente a poco de su llegada a León, después del asedio de Valencia. Antes de morir ha dividido su reino entre sus cinco hijos: Castilla y las parias del rey moro de Zaragoza a SANCHO II (1065-1072), León y las parias de Toledo a ALFONSO (1065-1109), Galicia (que queda separada de Castilla y León) y las parias de Sevilla y Badajoz a su hijo menor GARCIA. Finalmente, sus hijas ELVIRA y URRACA reciben los bienes de todos los monasterios del reino, constituidos así en infantazgo, en tanto no contraigan matrimonio.

ALFONSO VI ataca al reino moro de Badajoz que, según la partición de FERNANDO I, pertenece a Galicia.


ALFONSO VI ataca al reino moro de Badajoz que, según la partición de FERNANDO I, pertenece a Galicia. El rey GARCÍA, tanto en lo militar como en el resto de sus condiciones, es muy inferior a sus hermanos y no puede presentar batalla a ALFONSO VI. Contribuye poderosamente a este fracaso el hecho de, por su cortedad y carácter pusilánime, no ser querido por su pueblo ni respetado por sus nobles, que retacearon al máximo su apoyo.

El conde portugués NUÑO MENÉNDEZ se subleva en compañía de gran número de nobles lusitanos.


Viendo el poco apoyo que GARCÍA, rey de Galicia, recibe de sus nobles, el conde portugués NUÑO MENÉNDEZ aprovecha la coyuntura para sublevarse en compañía de gran número de nobles lusitanos. Actúa en esta ocasión con prontitud y decisión el rey de Galicia, venciendo a los sublevados, en la fecha, en la batalla de Braga, en la que muere NUÑO MENÉNDEZ.

SANCHO II y ALFONSO VI acuerdan una empresa común: derrocar a su hermano menor GARCÍA.


Pese a la guerra entablada entre los hermanos SANCHO II de Castilla y ALFONSO VI de León, hijos de Fernando I, ambos hermanos consiguen el acuerdo en una empresa común: derrocar a su hermano menor GARCÍA, el más débil de los tres, y hacerse con Galicia. La posición de GARCÍA en aquellos momentos es difícil ya que acaba de pasar por grandes apuros para conseguir dominar una rebelión del conde NUÑO MENÉNDEZ. Además ALFONSO le ha quitado la paria de Badajoz.