Cerca de Grozni (URSS) se encuentran importantes yacimientos petrolíferos. En 1991, las poco más de cuatro millones de toneladas extraídas representan el 1% de la producción total del Estado. En cuanto al gas, los 1.000 millones de m3 que se extraen en 1991 supondrán el 0,1% de la producción total rusa. Alrededor de estos recursos se construye un gran complejo petroquímico cuyo nivel de utilización está muy por debajo de sus posibilidades reales. Pero para mejorar las condiciones de explotación, se necesitan cuantiosas inversiones. Otros sectores de importancia industrial mucho más modesta son: equipamientos para la industria alimentaria (Argún); equipos médicos (Gudermés); material mecánico (Grozni). La madera es un recurso importante y poco explotado (las reservas forestales suponen el 18.7% del territorio). En lo que respecta a la agricultura destaca la cría de ganado ovino, especialmente en las zonas montañosas, cultivos de cereales y remolachas, legumbres, árboles frutales y viñedos.

La pérdida de Transcaucasia provocó serios reveses económicos a Moscú. La planificación soviética había dejado lejos ya de las fronteras rusas infraestructuras de producción, entre ellas el equipo vital para las plataformas de perforación petrolera en Azerbaiyán y la fábrica de aviones de guerra Suchoi-25 en Georgia. Más mortificante fue la pérdida de los campos de petróleo del mar Caspio, en otros tiempos parte de los fondos del Tesoro soviético, que en ese momento se encontraban en las aguas de la costa de Azerbaiyán y sólo los reivindicaba el Gobierno en Bakú. También había enormes campos de petróleo y gas natural en las recientemente independizadas Kazajistán y Turkmenistán, al otro lado del Caspio.

En los primeros momentos de la descomposición de la URSS, no hubo política. Moscú se apresuraba a enviar sus tropas o sus diplomáticos como bomberos de una crisis a otra en un intento por mantener la calma y, por esa razón, su propia influencia. Poco poco, la caótica y a veces sangrienta búsqueda de una estrategia endureció su política exterior y la hizo más coordinada y agresiva. La idea que Rusia tenía de ser una gran potencia, había vuelto a despertarse y los reformadores democráticos prooccidentales de Moscú dieron paso a un antiguo régimen modernizado constituido por neoimperialistas y defensores de «Realpolitik». El ejército estaba hecho jirones, el Estado policíaco agotado y, de la noche a la mañana, Moscú había perdido el control de inmensos territorios, algo hasta entonces inimaginable, desde Estonia hasta Kirguizistán. Pero sobrevivía el sueño imperial.

Lituania consigue definitivamente su independencia

Miles de lituanos se concentran en el Parlamento y se enfrentan con las tropas rusas.

En la fecha es elegido BORIS YELTSIN, presidente de Rusia.

Tras la caída del bloque soviético, se desmantela formalmente el Pacto de Varsovia, tratado existente entre la URSS y sus satélites como contraposición a la OTAN.

A principios del mes de enero de 1991, paracaidistas soviéticos se lanzan sobre la Casa de la Prensa en Riga (Letonia), y poco más tarde, sobre la televisión lituana, en Vilna donde se producen 14 muertos.

En India, victoria en las elecciones legislativas de 6/91 del Partido del Congreso. Narasimha Rao sucede como primer ministro a Radjiv. Recibe una economía socializante en bancarrota. Realizará una enérgica pero muy controvertida reforma liberal modernizadora; pero la transformación del país en una potencia industrial abrirá fisuras en el tejido social y alarmará a los intereses creados y a la burocracia gobernante. La diplomacia girará de la alianza con Moscú a la conexión con Washington, con todas las implicaciones que ello supone.

En junio de 1991 culmina la retirada total de las tropas soviéticas estacionadas en Hungría -han controlado Hungría durante 46 años-. El gobierno -a lo largo de 1991 y 1992- firma acuerdos de cooperación con Polonia, la República Checa y Eslovaquia, Rusia y Ucrania. Las relaciones con Rumania y Eslovaquia se hacen tensas a causa del tratamiento de las minorías húngaras en aquellos países, en especial los 1,7 millones que hay en Rumania, sobre todo en la región de Transilvania. A mediados de 1992, habrán llegado a Hungría unos 100.000 refugiados que huirán de la guerra de la antigua Yugoslavia, y el gobierno hará un llamamiento de ayuda a los países europeos occidentales.