Los reyes de España visitan La Habana con motivo de la cumbre Iberoamericana.

El presidente de Cuba, FIDEL CASTRO, da un ultimátum de 72 horas a EEUU. Para que devuelva a Elián y amenaza con protestas masivas. El niño celebra su sexto cumpleaños en compañía de sus familiares en Miami. Su abuelo, Lázaro González solicita asilo para el niño en EEUU.

FIDEL CASTRO llegá a Panamá para la Cumbre Iberoamericana. Al día siguiente, en la fecha, detienen a un grupo de cubanos anticastristas, encabezado por Luis Posada Carriles, a quienes el Gobierno cubano acusa de atentar contra él.

FIDEL CASTRO se desvanece durante un discurso ante 60.000 personas en La Habana.

En la víspera de la visita a Cuba del expresidente de EEUU., Jimmy CARTER, Osvaldo Payá presenta su petición a la Asamblea Nacional arropada por las más de 10.000 firmas, en la que se solicita un referéndum para reformar el sistema unipartidista del país. La peticion también se refiere a garantías sobre la libertad de expresión y asociación, amnistía para los presos políticos, más oportunidades para los negocios particulares, una nueva ley electoral y elecciones.

La mayoría de la oposición cubana se ha unido para conseguir más de 10.000 firmas, con las que legalmente pueden pedir la celebración de un referéndum para un cambio político en la isla. Tras un año de intenso trabajo en todo el país, salvando el hostigamiento y las amenazas de las autoridades, se ha conseguido llevar adelante esta insólita iniciativa que coloca al régimen en la disyuntiva de respetar o no las leyes del país. Las 10.000 firmas que la legislación vigente en Cuba considera necesarias para presentar ante ese órgano legislativo un proyecto de ley ya han sido presentadas en los ayuntamientos cubanos y en cualquier momento serán entregadas a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Esta iniciativa se llama: proyecto Varela. El padre Félix Varela fue un sacerdote cubano del siglo XVIII que defendió la soberanía nacional y la participación popular.

En Cuba, según el artículo 88 de la Constitución aprobada en 1992, si más de 10.000 ciudadanos se dirigen a la Asamblea, tienen derecho a ser escuchados y a convocar un referéndum para que los cubanos se pronuncien sobre libertad de expresión y asociación, amnistía para presos políticos, derecho a los cubanos a constituir empresas privadas (ahora sólo lo pueden hacer los extranjeros) y convocatoria de elecciones en un año.

El expresidente de EEUU. Jimmy Carter visita Cuba y en la TV cubana habla a favor de las reformas. CASTRO permite que Carter haga referencias favorables al Proyecto Varela. Acabada la visita del expresidente, CASTRO organiza un referéndum nacional para apoyar el carácter inalterablemente socialista de la Constitución cubana.  Jimmy Carter llega a la isla de Cuba para una visita de cinco días siendo el primer presidente estadounidense, dentro o fuera de su mandato, en hacerlo desde la Revolución cubana (1959).

La mayoría de los historiadores -tanto cubanos como no- interpretarán la revolución de FIDEL CASTRO como la continuación de la lucha por la independencia emprendida por la isla en el XIX. La existencia de esta lucha nacional, en concreto su hostilidad hacia EEUU. -que ocupó la isla entre 1898 y 1902 y en varias ocasiones posteriores- ofrece parte de la clave para entender el apoyo popular a la revolución y su extraordinaria longevidad. El arma que ha utilizado EEUU. Contra CASTRO desde los primeros días de la revolución -el embargo económico- contribuye a garantizar su supervivencia, ya que la gran mayoría de los cubanos rechaza las ambiciones anexionistas de los norteamericanos. No quieren ser ocupados por Miami.

La lucha nacionalista cubana no fue siempre unánime. En el siglo XIX, había cubanos que querían que la isla permaneciera vinculada a España y otros suspìraban por formar parte de EEUU.; posiblemente sólo una minoría confiaba en la independencia y estaba dispuesta a conbatir por ella. Estas poderosas corrientes cubanas de opinión alcanzan, de forma subterránea, el siglo XXI. Un puñado de disidentes cubanos aún mira a Madrid y a Washington con la esperanza de que estos gobiernos extranjeros, con intereses tradicionales en Cuba, influyan en los futuros acontecimientos de la isla.