En España, entre 1945 y 1946 el Régimen organiza una campaña de prensa y de publicaciones para convencer a la opinión extranjera de que el Gobierno español es esencialmente un sistema de instituciones orgánicas católicas y que nunca ha estado comprometido con el Eje, ni ha creído en su victoria. FRANCO no tenía intención alguna de ofrecer un santuario a ninguno de los más destacados líderes del orden hitleriano -aunque algunos de los menos conocidos encontraron refugio en España- a pesar de que un número indeterminado de colaboracionistas franceses y nazis de menor importancia, habían entrado en España durante los últimos días de la guerra. Al más notorio, Pierre Laval, se le repatrió a Francia en julio de 1945. Los archivos que se confiscan del Tercer Reich contienen pruebas fehacientes de la relación del Régimen con Alemania y los rumores van más allá de los hechos. En un informe de la inteligencia francesa se asegura que unos 100.000 nazis han encontrado refugio en España. A medida que las elecciones vayan ratificando el poder de la izquierda, en Europa occidental irá creciendo la antipatía hacia el Régimen español.

Se crea la sociedad estatal Tabacalera Española, gestora-del monopolio de tabacos, en la línea de los «estancos» de la época colonial.

Los anarquistas forman sus propias bandas de guerrilleros asociadas a la desconocida Agrupación de Fuerzas Armadas de la República Española (AFARE), relacionada con el Gobierno republicano en el exilio. Éstos operarán en la montaña y a veces en la meseta o en zonas urbanas, durante los seis años siguientes. El 25 de febrero de 1945 una escuadra urbana ataca una sede falangista en la zona de Cuatro Caminos en Madrid. Es la primera acción que se lleva a cabo en la capital desde que los comunistas colocaron una bomba en la oficina del vicesecretario de Educación Popular dos años antes. Los anarquistas irán abandonando sus actividades lentamente hasta principios de 1952, aunque siguieron llevando a acabo acciones esporádicas y de escasa relevancia hasta 1963.

A partir de esta fecha varios responsables nazis se refugian en España donde el régimen de FRANCO los protege. Pero el dictador español, no tardará en darse cuenta de que tanto nazi refugiado en España es una carga molesta e innecesaria para quien quiere hacer olvidar las pasadas connivencias con los derrotados, por lo que la policia española, dentro de unos meses, empezará a presionar a los criminales de guerra nazis y sus asociados para que abandonen el país.

Un comunicado firmado por Gran Bretaña, EEUU. y Francia condena al régimen de FRANCO y exige la formación de un nuevo Gobierno provisional.

La oposición monárquica en España, lanza su propia campaña, en la fecha, con el «Manifiesto de Lausana» que redacta don JUAN desde Suiza. En esta proclama, JUAN de Borbón compromete su posible regreso a España a un proceso democratizador, incompatible con FRANCO. El manifiesto democrático del conde de Barcelona promete también el respeto, en este hipotético nuevo régimen, a la personalidad específica de Catalunya y alude a «la monarquía tradicional como único instrumento de paz y concordia para reconciliar a los españoles». Monárquicos catalanes como Santiago Nadal y el conde del Montseny, y regionalistas como Joan Ventosa y Calvell lo apoyan y son represaliados por FRANCO. El Ejército apoya firmemente a FRANCO y apenas hay disensiones por parte de los monárquicos civiles. Antonio Goicoechea, un líder monárquico bajo la república y gobernador del Banco de España con Franco, hace un ataque público a don JUAN.

En 1945. el día del libro se celebra de nuevo el 23 de abril. A partir de 1950, la feria se dedicará sólo a las novedades. En los setenta, la cultura será sinónimo de antifranquismo y en 1975 el más vendido será «El varón domado» de Esther Vilar. Umbral, Teresa Pàmies, Delibes, Vázquez Montalbán, García Márquez, o Víctor Mora se mezclaron con Gironella o Vizcaíno Casas. En los años 80, aún en pleno fervor político –y erótico– por la recuperación de las libertades y de los autores censurados, las listas de más vendidos serán eclécticas. Nunca como hoy se han editado tantos libros en España para tantos públicos. Incluso algunas editoriales han reeditado a bestsellers de posguerra como Somerset Maugham, Papini, Ken Follet, Burgess, Hamsun, Steinbeck, Harper Lee (Matar a un ruiseñor), Saroyan, Stefan Zweig o Daphne du Maurier. “Los libros –decía Valéry– tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, los animales, el tiempo… y su propio contenido”.

La reunión en que se funda la Organización de las Naciones Unidas, marca la victoria total para la nueva Junta Española de Liberación formada por los republicanos y los partidos de izquierda en el exilio. La moción que presenta el Gobierno de México -máximo enemigo de Franco en Iberoamérica-, en la que se excluye al Gobierno español, fue aceptada por aclamación general. La nueva ola de izquierdismo en la Europa occidental de posguerra -que lleva a los laboristas al Gobierno británico y pronto instalará una coalición de izquierdas en Francia, establece nuevas administraciones cuyos líderes ha jurado hostilidad al Régimen español. La Unión Soviética, el enemigo permanente de FRANCO, va un paso más allá, inicia una campaña diplomática contra los cinco gobiernos neutrales a los que acusa de haber favorecido a Alemania durante la guerra -España, Portugal, Suecia, Suiza y Argentina- y exige que se apliquen medidas urgentes contra ellos. De hecho, unas semanas después, la Conferencia de Postdam, en contra de los deseos de Churchill, recomendará oficialmente a la ONU que rompa relaciones con el Gobierno español y que se de apoyo a las fuerzas democráticas para que España tenga el régimen que quiera.

Se cierra la frontera española con Francia. Máxima tensión internacional contra el gobierno del general Franco.

Se dice de forma expresa en el Fuero de los Españoles (17-VII-45) que: «la profesión y práctica de la Religión Católica, que es la del Estado español, gozará de la protección oficial».