Después de la proclamación de la independencia de Eslovenia y Croacia, el parlamento bosnio -en la fecha- aprueba un memorándum sobre la soberanía de la República. El Partido Democrático Serbio, liderado por Radovan KARADZIC, no reconoce la decisión parlamentaria y aboga por la unión con Serbia y Montenegro. Cuatro regiones de mayoría serbia, sin confines entre sí, proclaman en el mes de diciembre su propia República, iniciando el proceso de escisión.

El gobierno de Bosnia-Herzegovia convoca un referendum sobre la independencia para la fecha. Boicoteado por la minoría serbia, el plebiscitó se salda con una victoria independentista. Los serbobosnios levantan barricadas en Sarajevo, donde se instaura el toque de queda.

La CE seguida al día siguiente por EEUU., reconoce la independencia de Bosnia; A su vez, los serbios proclaman la República Serbia de Bosnia-Herzegovina, y se intensifican los combates. Siguiendo un plan similar al de la guerra de Croacia, las fuerzas serbias se apoderaron de casi dos tercios del territorio bosnio.

Voto en la ONU de embargo económico, comercial y cultural contra Yugoslavia (Serbia y Montenegro) por sus reiteradas acciones bélicas (la ciudad de Sarajevo, en Bosnia-Herzegovina, estaba siendo bombardeada desde hacía diez meses).

El nuevo Estado de Bosnia-Herzegovina -en la fecha- ingresa en la ONU. Pero se había iniciado una cruenta guerra civil. En principio, croatas y bosnios se unieron contra la ofensiva serbia (bombardeos de Sarajevo, matanzas masivas, violaciones sistemáticas de las mujeres y deportaciones a campos de internamiento). Mas tarde, las apetencias croatas sobre territorios bosnios enfrentaron a los anteriores aliados y cada comunidad emprendió por su cuenta la “limpeza étnica” de su zona. Serbia y Croacia reivindicaban la desaparición del Estado bosnio y el reparto de sus territorios, mientras los musulmanes seguian considerando irrenunciable tanto la existencia del Estado como su integridad territorial.

Hay acontecimientos capaces de remover las entrañas a los más desalmados. Como el del ataque serbio a Sarajevo, el miércoles 27/5/1992. Las granadas de las baterías serbias situadas en las colinas que rodean la ciudad cayeron sobre centenares de personas que hacían cola en un mercado de comestibles para comprar pan. Hubo 16 muertos y un centenar de heridos. La guerra, siempre sucia, se torna aún más repu¡gnante, cuando se ceba en la población civil. Pero a pesar de que siguen sangrando las conciencias, la historia se repite cíclicamente. Sarajevo no fue una excepción. Aquellas imágenes de cuerpos mutilados tendidos sobre el asfalto de la capital bosnia son escenas repetidas. La matanza parece no tener fin.

En la guerra civil en Bosnia, se acuerdan sin éxito sucesivos altos el fuego procediéndose a intensas pero fallidas negociaciones de paz entre las partes en el otoño de 1992 y a lo largo de 1993 y 1994, bajo los auspicios de la ONU y con la presencia en el territorio de los “cascos azules”

Serbios, croatas y bosnios se sientan frente a frente para discutir el nuevo plan presentado por los mediadores internacionales Cyrus Vance (ONU) y David Owen (CEE) en la conferencia permanente internacional celebrada en Ginebra. Pocos días después, el viceprimer ministro bosnio Hakuja Turajlic es asesinado por los serbios.

La escalada del radicalismo prosigue en Yugoslavia tras el bloqueo internacional decretado -en la fecha- por la ONU, como consecuencia de la guerra de Bosnia

Los presidentes bosnio y croata firman en Washington el acuerdo de proyecto de federación croata-musulmana en Bosnia, dividida en ocho cantones.