Entre enero y febrero de 1943 se ha llevado a cabo una campaña diplomática en la que se ha pretendido llegar a un acuerdo entre los países que permanecen neutrales -Suecia, Suiza e Irlanda- para ayudar en la mediación para una paz negociada entre los Aliados y Alemania, que salvaría a Europa del bolchevismo. FRANCO hace una llamada pública a la paz en varios discursos que pronuncia en Andalucía a principios de mayo, pero Suecia y Suiza se niegan a cooperar, y Gran Bretaña y Alemania rechazan el proyecto. De ahí que FRANCO desarrolle su teoría sobre las tres guerras que se están librando y sobre la diferente actitud de España hacia cada una de ellas: neutral en el conflicto entre los Aliados occidentales y Alemania, a favor de Alemania en su lucha contra la Unión Soviética y a favor de los Aliados en la batalla que estaban librando en el Lejano Oriente contra Japón. Entretanto, está mejorando la provisión de bienes y la situación económica, hasta el punto de que por estos meses, se considera que el período de mayor sufrimiento para una gran parte de la población española está llegando a su fin.

Los alemanes capitulan en el norte de África el 13 de mayo de 1943. En total, han perdido más de 200.000 hombres en las campañas en esa región, y los británicos, otros tantos. Pero ahora el territorio lo domina los Aliados. Rommel consigue escapar.

El 5 de julio de 1943 se inicia la batalla por Kursk. Una gran cantidad de tanques alemanes se enfrentan a un número casi igual de carros soviéticos, en la que será la mayor batalla de blindados de la historia. Por vez primera, una ofensiva alemana de verano es detenida en sus mismos comienzos. Los tanques y aviones soviéticos atacan y obligan a los alemanes a retroceder, y también por primera vez las fuerzas soviéticas empiezan una contraofensiva de verano. Ahora los alemanes ya no son capaces de mantener una acción ofensiva de importancia. No sólo están siendo golpeados por la firmeza de las fuerzas soviéticas, que han ido perfeccionándose paulatinamente al compás de las embestidas alemanas, sino que los británicos y los norteamericanos se hallan en el norte de África y atacan Sicilia. A partir de ahora, los soviéticos avanzarán paulatinamente.

Desde el mismo momento en que tiene noticia del arresto de MUSSOLINI, el dictador alemán HITLER desconfía del nuevo Gobierno italiano de Pietro Badoglio y comienza a preparar su respuesta ante la inminente capitulación del Reino de Italia frente a los aliados. Los planes de HITLER incluyen, como punto fundamental, la liberación de MUSSOLINI y su restablecimiento en el poder, pese a las reticencias de muchos jerarcas nazis al regreso del Duce: HITLER prefiere que un nuevo Estado fascista facilite la acción de la Wehrmacht en territorio italiano antes que una abierta ocupación que obligue a sus tropas a moverse entre un frente de vanguardia y otro de retaguardia.

Goebbels visita todas las zonas alemanas arrasadas por las bombas, y comprueba el terrible grado de destrucción producido por los ataques aéreos aliados. Este día, después de uno de los perores bombardeos sobre Hamburgo, escribe en su diario: «…Una ciudad , con un millón de habitantes, ha sido devastada de un modo como no se conoce en la historia; los problemas son casi imposibles de resolver: provisiones y prendas de abrigo para un millón de personas; 800.000 seres sin casa, vagando por entre los escombros de las calles…»

Los anglosajones han llevado a cabo la operación Husky desembarcando en el extremo sudoriental de la triangular isla de Sicilia. Los norteamericanos, están mandados por Patton, y los británicos, por Montgomery. Éste se abre paso por la costa Este, hallando una tenaz resistencia alemana, por lo que logra recorrer sólo la mitad del camino propuesto. En cambio, Patton avanza arrolladoramente por Sicilia occidental, y el 23 de julio se volverán hacia el Este para apoyar a Montgomery. Los alemanes se verán arrinconados en el extremo nororiental de la isla, y paulatinamente serán obligados a retroceder. El 17 de agosto, toda Sicilia estará en manos de los Aliados.

Al comenzar la guerra Lord Mountbatten ha previsto que dos de los principales problemas para invadir Europa serían el combustible y la falta de puertos y que en el segundo caso, la única forma para resolverlo sería construyéndolos artificialmente. Los detalles de los puertos artificiales han sido discutidos en detalle durante una conferencia celebrada en Londres, a comienzos de 1943, presidida por Lord Mountbatten y es planteada a los jefes de estados mayores combinados en agosto de 1943 en la Conferencia de Quebec (17/8-24/8) donde se estudia el «Plan Cossac. (Comando Supremo Aliado)» Expertos británicos, canadienses y estadounidenses estudian el problema y hacen sus sugerencias, naciendo así los puertos artificiales «Mulberry» que harán posible el desembarco de cientos de miles de hombres, material y equipo los días posteriores al Día-D.

Días después de una entrevista con HITLER, BORIS III de Bulgaria, fallece por causas misteriosas el 28 de agosto de 1943. Se rumorea que estaba intentando desligar a su país de su pacto con el Eje, cuya victoria resulta cada vez más dudosa. Boris III se había casado en Asís, en octubre de 1930, con Juana de Saboya, hija del rey de Italia Víctor Manuel III. Tenían dos hijos, María Luisa y Simeón. SIMEÓN, en la misma fecha, con seis años de edad, es nombrado rey de Bulgaria. Un consejo de tres regentes se encargará de ejercer el poder en su nombre, entre ellos su tío Cirilo.

En Italia, MUSSOLINI ha sido depuesto y confinado. Le ha sucedido el general BADOGLIO, quien, para evitar represalias de los alemanes, anuncia que la guerra prosigue. Pero en secreto firma un armisticio sin condiciones con los Aliados el 3 de septiembre de 1943. La reacción alemana será fulminante: liberarán a Mussolini y fundarán la república títere de Saló.

Firma, en la fecha, del armisticio entre el gobierno italiano de BADOGLIO y los aliados. Parece ser que el Führer monta en cólera tras la firma del armisticio y ordena a las SS arrasar «a sangre y fuego» la Santa Sede y el traslado del Papa al principado de Liechtenstein, donde deberá permanecer como rehén de los alemanes. El plan no se cumplirá gracias a la oposición del oficial que va a dirigirlo: el general Karl Wolff, entonces comandante de las SS en Italia, quien logra disuadir a su superior. Este mismo día, los aliados -que ya estaban en Sicilia-  desembarcan en diversas ciudades del sur de Italia.