CHECHENIA

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Chechenia es la única pieza verdaderamente incontrolable por Rusia de ese rompecabezas que es el Cáucaso.


El Cáucaso es la frontera meridional de Rusia, una zona de especial interés para su seguridad en la que coincide además con tradicionales competidores como Irán y sobre todo Turquía. Desde la desintegración de la URSS, Rusia ha intensificado su intervención en los numerosos conflictos de la zona caucásica, tanto en el norte como en la Transcaucasia. Moscú siempre ha contado con una significativa presencia militar en toda la zona y ha sabido mediar y a cambio ha recuperado su influencia. Chechenia es la única pieza verdaderamente incontrolable de ese rompecabezas.

La intervención de Chechenia comienza con la destrucción de los aeropuertos. YELTSIN cree que DUDAYEV no tiene gran respaldo popular


La intervención comienza con la destrucción de los aeropuertos chechenos. YELTSIN cree que DUDAYEV no tiene gran respaldo popular y que la oposición está bien articulada, así que da por hecho que las tropas federales van a tomar Grozni en unas horas. Pavel Grachov -ministro de Defensa- dice que le basta una división de paracaidistas.

Los bombardeos sobre Grozni marcan el inicio de una de las batallas más cruentas.


Los bombardeos sobre Grozni marcan el inicio de una de las batallas más cruentas. En el bando checheno destaca MASJADOV que coordina la exitosa defensa del centro del Grozny, en especial el palacio presidencial lo que le valdrá ser promocionado por DUDAYEV a jefe del Estado Mayor con mando sobre todas las fuerzas chechenas. Mientras Yeltsin anuncia públicamente el cese de los bombardeos y el inicio de negociaciones, en Grozni las bombas caen sin cesar. La guerrilla ofrece una gran resistencia y se bate en retirada para hacerse fuertes en otras ciudades del país. La violencia llega a tal extremo que los ocupantes no hacen prisioneros, sino que ejecutan directamente a los chechenos que caen en sus manos. La crueldad y el ensañamiento destructivo de los soldados rusos, origina repercusiones inesperadas. Los hombres de Labazanov, comandante de las tropas dependientes del Consejo Provisional, rompen con Moscú y pasan a la ofensiva contra las tropas rusas. En las regiones limítrofes se sabotean las comunicaciones. Algunos oficiales se niegan a obedecer las órdenes de avanzar sobre los civiles. Se producen más de 25.000 muertos, la mayoría civiles.

Chernomirdin, primer ministro ruso, propone a los chechenos un alto el fuego.


Chernomirdin, primer ministro ruso, propone a los chechenos un alto el fuego que es negociado en la fecha, aunque Stepashin, jefe del FSK, Servcio Federal de la Contrainteligencia, se opone a cualquier tipo de acuerdo con DUDAYEV.

Los rusos toman el palacio presidencial de Grozni, capital de Chechenia, y organizan una administración directa.


Tras cuarenta días de combates, los rusos toman el palacio presidencial de Grozni, capital de Chechenia, y organizan una administración directa.

Desplazados por la guerra de Chechenia han huido a 130.000 a la república vecina de Ingushetia. 42.000 a Daguestán y 5.000 a Osetia del Norte.


Según fuentes de ACNUR, la cifra total de desplazados por la guerra al 31 de enero de 1995 se aproxima a las 400.000 personas. De ellas unas 160.000 habrán huido a las repúblicas vecinas de Ingushetia (130.000), Daguestán (42.000) y Osetia del Norte (5.000). Un 95% de estas personas han encontrado refugio en familias, los demás en lugares improvisados a tal fin por las autoridades o por ellos mismos. Entre los refugiados hay un elevado porcentaje de mujeres, niños y ancianos. El problema de los refugiados crea dificultades en Ingushetia (que además ha recibido otros 50.000 refugiados a consecuencia del conflicto que le ha enfrentado con Osetia del Norte) y en Daguestán, prácticamente bloqueada al haberse cortado las vías de comunicación con Rusia. El estancamiento del conflicto y la perspectiva de nuevas negociaciones, ha estimulado el regreso de algunos refugiados, pero la inmensa mayoría por el momento se niegan a volver a sus hogares.

Ningún Estado de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) critica a Moscú por su intervención en Chechenia.


Ningún Estado de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) critica a Moscú por su intervención en Chechenia. Todos lo consideran un asunto “interno”. Así queda de manifiesto en la cumbre celebrada en Alma Ata, en febrero de 1995. A todos les sirve el ejemplo para resolver problemas semejantes (Georgia con Abjasia, Ucrania con Crimea, etc.) y para recibir un aviso general respecto a la situación de las minorías rusas en sus territorios. No se produce rebelión ni solidaridad del mundo musulmán ruso (unos 18 millones). Tampoco los países musulmanes van más allá de la natural expresión de repudio. Estados vecinos, como Irán o Turquía, afirman que se trata de un problema “interno”. Los países occidentales deben cuestionarse seriamente el futuro de sus relaciones con Rusia.

La guerra de Chechenia se extiende a otras ciudades, principalmente Gudermés y Argún.


El primer intercambio de prisioneros en la guerra entre Rusia y Chechenia se produce a mediados de febrero, pero la guerra se extiende a otras ciudades, principalmente Gudermés y Argún, que no son conquistadas hasta finales de marzo.

Tiene lugar un trágico suceso en Chechenia: la conquista de Samashki, donde las tropas rusas cometen auténticas masacres.


En abril de 1995, tiene lugar uno de los sucesos más trágicos de esta conflagración: la conquista de Samashki, donde las tropas rusas cometen auténticas masacres. Los chechenos contestan, incluso en la destruida Grozni. Los bombardeos se suceden sobre Bamut, Serzhen Yurt, después Shatoi y Vedenó, en el sur.

A la lucha de los clanes y las peleas por el poder entre los moderados de Masjadov y los radicales de BASAIEV se une el movimiento wahabí.


A la lucha de los clanes y las peleas por el poder entre los moderados de Masjadov (alejados del movimiento wahabí) y los radicales de BASAIEV se une la nueva ideología. El sueño de construir un gran califato en el antiguo territorio de la URSS pasa a convertirse en un plan que todavía hoy persiguen. Además de las repúblicas de Ingushetia, Chechenia y Daguestán, los extremistas han puesto el ojo en todas las regiones del Cáucaso ruso, las repúblicas y provincias musulmanas entre el río Volga y el sur de los Urales, más, la última parte del plan, las ex repúblicas soviéticas de Asia Central: Kazajistán, Turkmenistán, Uzbekistán Kirguizistán y Tayikistán.