Nace en Arrás, Maxiniilien Robespierre, hijo de Maximilien Robespierre y de Jacqueline Carrault. Ante él temblará Francia durante el Terror.

En Francia, en la Asamblea legislativa, se acentúa la presión de la izquierda y el rey obra en consecuencia, en la fecha escoge a sus ministros en el partido de BRISSOT (girondinos). Estos son partidarios de la guerra, a la inversa del grupo “Cordelier”, dirigida por ROBESPIERRE. De hecho, el problema de la guerra se plantea menos por presión del exterior, mucho más por deseo de los diputados, del rey y de los hombres políticos, ya que la guerra aparece como una solución ideal de los problemas de política interior y era -sobre todo para el rey- una buena excusa para la penetración de las tropas absolutistas en Francia y la restauración del antiguo régimen. Por otra aprte, LA FAYETTE o DUMOURIEZ, que también están de acuerdo con la guerra, ven en ella el medio de adquirir gloria. Para muchos el entusiasmo revolucionario y patriótico impulsa a la guerra ya que quieren que toda Europa se beneficie de los logros de la Revolución. La corte también empuja hacia la guerra

La situación política en Francia provoca la caída de los girondinos y su sustitución, de nuevo, por el sector “feuillant”. Con LA FAYETTE de nuevo en el poder y conocidas sus intrigas y apoyo a la causa contrarrevolucionaria, en complicidad con el monarca, la situación política pronto llega a un punto de ruptura. Los clubes se pronuncian contra los ministros del partido “feuillant” y protestan por la destitución de los ministros girondinos.

Ante la evidencia de su complicidad con el extranjero y la contrarrevolución, la Comuna de París exige que el monarca sea juzgado por la Convención, lo que se decide, en la fecha, tra un famoso discurso de ROBESPIERRE -“Luis debe morir porque es necesario que la patria viva”- y pese a las tentativas de obstrucción girondina, que no desean su muerte, se inicia el proceso contra el ex monarca LUIS XVI, con la lectura de las actas de acusación, redactadas por Lindet.

Golpe de estado de los “montañeses” que detienen a los diputados “girondinos”, porque “no han sabido dirigir la guerra internacional” y porque “han impedido la participación del pueblo en las tareas del gobierno”. La voluntad de los “girondinos” de estabilizar a toda costa la revolución les enfrenta a los jacobinos de la Comuna de París y a sus representantes parlamentarios en la Convención, los “montañeses”. Ahora, los “montañeses” se aseguran, por primera vez, la mayoría en la Convención y con ella el ejercicio del poder que iba a durar catorce meses. No hay que ver sin embargo en el origen de este enfrentamiento una clara diferenciación social, sino divergencias sobre la estrategia política revolucionaria. DANTON, ROBESPIERRE, Hébert, Marat, Saint Just, etc. todos ellos del partido de los “montañeses”, controlan la nueva Asamblea que se reune en la fecha.

Con ROBESPIERRE al frente, sustituto de Danton, el Cómite de Salud Pública, el Comité de Seguridad General y el Tribunal revolucionario, sostenidos por el partido de la Montaña, dirigen el Terror que permite frenar los progresos de los contrarrevolucionarios condenando a muerte a todos aquellos de los que se sospecha que no están de acuerdo con su gobierno. Se trata de mantener a los enemigos dominados por el miedo, de ahí el nombre de “Terror” con el que se conoce este tipo de política. En diez meses, desde setiembre de 1793 a julio de 1794, fueron decapitadas casi 17.000 personas en un gigantesco carneficio que era aplaudido por la masa con aullidos, insultos y escupitajos.

En Francia, empiezan a surgir disensiones entre los políticos que dirigen el Comité de Salvación Pública. En efecto, la disminución de la tensión interior y las victorias exteriores hacen ya inútil la política del terror, pero hay políticos que no piensan así, por ejemplo ROBESPIERRE. Éste logra desembarazarse de sus oponentes HÉBERT y los hebertistas y DANTON y los dantonistas haciéndolos ejecutar el 24 de marzo y el 5 de abril, respectivamente. Enseguida se ve que ROBESPIERRE va a acentuar el Terror y que lo usará cada vez más para imponerse como único jefe de la Revolución. Entonces, todos los políticos que se sienten amenazados lograrán que la Convención (Asamblea General) vote su condena a muerte.

Se celebra en París el «Festival del Ser Supremo», en el que se erige un gigantesco decorado de cartón piedra y destaca el protagonismo absoluto de Robespierre. Muchos empiezan a pensar que éste quiere ser un nuevo rey apoyado en la sangre del Terror. Al poco, morirá guillotinado.

ROBESPIERRE se ha negado siempre a llevar a cabo una guerra de liberación -a los pueblos no les gustan los misioneros armados- y la Convención jacobina afirma el carácter defensivo de sus campañas. Pero una vez evacuado casi todo el territorio francés de tropas enemigas, y consolidada la victoria tras la derrota -en le fecha- de los austriacos en la batalla de Fleurus, la guerra de conquista va afirmándose desde mediados de julio. El ejército es, sin embargo, la institución más sólida del poder jacobino y donde el jacobinismo sobrevive con más fuerza después de su caída.

ROBESPIERRE, que ha sido detenido el día anterior, es, en la fecha, guillotinado, sin juicio. Además de ROBESPIERRE se guillotina a 21 de sus partidarios, y hasta el día 30 de julio les seguirá en el cadalso otro grupo numeroso; en total unas 108 víctimas, terminando la etapa del Terror. Símbolo del terror, ROBESPIERRE fue un personaje inflexible, dogmático autoritario, de un mesianismo atroz. Y por ello un precedente del bolchevismo y del fundamentalismo en sus distintas versiones. Pretendió moralizar la política mediante el terrorismo institucional, pero finalmente también él fue arrastrado a la muerte por el absolutismo purificador. Los diputados que representaban a la facción republicana moderada vuelven a tomar con firmeza las riendas del poder. La vía jacobina de la Revolución había fracasado definitivamente. Se iniciaba la segunda etapa de la Revolución francesa mediante la Revolución burguesa (1794-1799)