La fórmula que finalmente se adoptará con la aristocracia hispanogoda es la de que LIUVA I nombre a su hermano LEOVIGILDO, arriano, que es grato a la nobleza goda peninsular, como sucesor en el trono asociándole al gobierno. El nombramiento de LEOVIGILDO asociado al trono de los visigodos de LIUVA I se hace en el año 568 y se le confía el reino de Hispania. LIUVA I reinará en la Septimania o Galia gótica. Como colofón del arreglo político LEOVIGILDO (568-586) casará con GOSWINTHA, viuda de Atanagildo, asegurándose la fidelidad de los partidarios de su antecesor. Sus hijos serán: HERMENEGILDO y RECAREDO.

LEOVIGILDO es el primer rey germano que deja de vestir como sus súbditos y pasa a llevar “ropajes regios” (la corona, el cetro y el trono), además de instaurar un protocolo a la manera bizantina. También es el primero que acuña moneda con su nombre y efigie. Se dejará de mezquindades tribales y hará lo posible para eliminar las diferencias entre godos e hispanorromanos -derogará la ley que prohíbe los matrimonios mixtos-, salvo en el espinoso asunto de la tierra, la cual ha sido concedida a los invasores en sus dos terceras partes -la conocida “hospitalitas”-, mientras que la tercera parte restante será de donde la población hispana sacará para pagar sus impuestos, situación que no difiere de lo que ocurre en el resto de Europa tras la desintegración del Imperio romano.

LEOVIGILDO que fija su residencia en Toledo, comienza su gobierno de Hispania con una serie de campañas destinadas a unificar todo el reino peninsular. En la primera de ellas, durante el año 570, el rey visigodo combate a los ejércitos bizantinos en el Sureste, devastando la comarca en torno a la ciudad de Málaga. Esta ciudad, uno de los puertos bizantinos más importantes, es saqueada y su guarnición totalmente destruida. También consigue un brillante éxito al ocupar por sorpresa, en ataque nocturno y gracias a la complicidad de uno de sus defensores, la ciudad bizantina de Asidona, luego Medina-Sidonia, importante plaza fuerte y nudo de comunicaciones de la provincia imperial.

En la fecha el territorio suevo es atacado por el visigodos LEOVIGILDO. Fallece TEODOMIRO. MIRO (570-583), hijo de TEODOMIRO, sube al trono de los suevos.

LEOVIGILDO, rey asociado de los visigodos, organiza una nueva expedición hacia la parte meridional de la Bética, obteniendo una victoria resonante: la conquista de Córdoba caída tras un corto asedio, último reducto de la nobleza hispanorromana. Detrás de Córdoba, otras muchas ciudades y lugares rebeldes sucumben bajo los visigodos.

Los visigodos con LEOVIGILDO han ido integrándose en la sociedad hispano-romana; han aceptado su lengua (el latín), así como lo fundamental de su organización, sus leyes, sus usos y costumbres. La organización administrativa y judicial será casi íntegramente respetada por los visigodos, así como la división territorial de las provincias. Al frente de cada provincia existirá un “dux” (duque); las provincias se dividirán en distritos llamados “civitates”, al frente de los cuales estará un “comes” (conde).

LEOVIGILDO asocia al trono del reino visigodo de Toledo a su hijo RECAREDO.

La organización administrativa y territorial del reino visigodo es obra fundamentalmente de LEOVIGILDO. Esta organización nos será conocida por un gran número de leyes y por documentos diplomáticos y conciliares contemporáneos (de fisco Barcinonensis, entre otros). La división provincial visigoda tomará como modelo la establecida por los romanos en el Bajo Imperio: la provincia de Iberia se corresponderá con la Tarraconense; la Aurariola, con la Cartaginense; la Autrigonia, tomada del nombre del pueblo prerromano de los autrigones, se corresponderá con las tierras ocupadas por cántabros, rucones y vascones; la Galecia es la homónima de la época romana; por su parte, la Bética sufrirá una escisión, creándose la provincia de Hispalis en la parte occidental y septentrional de la antigua provincia romana, mientras el resto, con capital en Corduba, se seguírá llamando igual. La Lusitania, parte de la cual es sueva, recuperará su anterior trazado. El único territorio visigodo extrapeninsular será la Septimania, con capital en Narbo (Narbona). Escaparán al control visigodo las Baleares, que primero han estado bajo la soberanía vándala y áhora lo están por la bizantina.

La organización militar del Reino visigodo también es en gran parte obra de LEOVIGILDO, que construirá un sistema de fortifícaciones fronterizas en la Septimania frente a los francos.El ejército no será permanente sino que la ley ordenará su concentración cuando sea preciso. Lo constituirán los hombres libres (señores) y cada uno de ellos deberá aportar, por lo menos, la décima parte de sus siervos, armados a su costa.

Muere LIUVA I y LEOVIGILDO queda como monarca único de los visigodos. Reina, pues, sobre Hispania y sobre la Septimania. La orientación de la actividad militar se dirige también ahora contra el reino suevo del noroeste peninsular al que irá recortando su territorio mediante la conquista de sus zonas fronterizas, en manos de tribus semiindependientes, en Cantabria, Asturias y el curso medio del Duero.