A CHURCHILL le preocupa bastante que la presencia de los italianos en el mar Rojo, pueda causar un gran perjuicio a las esenciales rutas comerciales británicas. En consecuencia, Gran Bretaña reúne 75.000 soldados de Kenia y 28.000 de Sudán, todos al mando del general Archibald Wavell. El primer ataque se dirige a la colonia italiana de Eritrea, es un ataque acorazado británico arrollador.

En Eritrea, la caída de las fuerzas italianas permite avanzar a los británicos, a principio de abril, hasta Asmara, la capital de Eritrea, terminando, de hecho, la resistencia en la zona.

Addis Abeba, la capital de Etiopía, cae, el 6 de abril, a favor de los británicos. Las fuerzas británicas suben hacia Eritrea luchando contra el resto de soldados italianos en Amba Alagi (Etiopía). El ejército italiano se bate en retirada, y será derrotado dos semanas después.

Cuando Eritrea pasa a depender de la administración inglesa, después de la II guerra mundial, la casi totalidad de las infraestructuras industriales, portuarias y ferroviarias son vendidas o desmanteladas.

Eritrea, que, tras diez años de mandato británico se ha convertido en un país completamente debilitado, es federado a Etiopía en 1952, a través de una resolución de las Naciones Unidas. Según los acuerdos aprobados con el emperador Haile Selassie, Eritrea debe gozar de cierta autonomía, pero muy rápidamente, el negus -en un paso auspiciado por los EEUU.- le impone una dura dominación en régimen de federación. La represión se lleva a cabo brutalmente (pueblos quemados, poblaciones masacradas) y se organiza la resistencia.

En 1961 nace el Frente de Liberación de Eritrea (FLE),

Tras un fallido intento de golpe de Estado en Etiopía, en 1962, el gobierno aumenta la política de centralización. Por otra parte, despoja a Eritrea de su estatuto de autonomía y la convierte en una simple provincia.

Se crea en Eritrea, en la fecha, el Frente Popular de Liberación de Eritrea (FPLE), escisión marxista del FLE, que toma la dirección de la lucha. Aislado internacionalmente, combatirá con sus propias fuerzas a los EEUU. que sostiene a Halle Selassie hasta su caída en 1974.

Eritrea debe enfrentarse ahora con la URSS que aporta un apoyo incondicional a Mengistu, nuevo hombre fuerte de Etiopía, cuya sangrienta dictadura -\”terror rojo\”- no se acabará hasta 1991. En apenas tres meses son eliminadas entre tres y cinco mil personas, ya sean monárquicos, comunistas de tendencia maoísta o simplemente demócratas. Si se añade la sequía y hambre catastróficas en los años 80, la resistencia victoriosa del FPLE no puede explicarse más que por su capacidad de organización y su implantación en la población.

Tras el cierre de la frontera con Etiopía se normalizan las relaciones de Sudán con este país del que ha acogido a cerca de medio millón de refugiados por el conflicto de Eritrea.