El 13 de agosto de 1936 el cardenal Gomá proclama: «En la actualidad luchan España y la anti España, la religión y el ateísmo, la civilización cristiana y la barbarie.» El cardenal Gomá, concluida la guerra, tendrá algún roce con el Gobierno franquista, al defender la reconciliación entre los españoles y por sus llamadas al perdón a los vencidos.
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
Total de piezas: 581
Los nacionales deciden conquistar San Sebastián e Irún, para aislar a los vascos de la frontera francesa.
El 13 de agosto de 1936, en una larga entrevista que mantienen en Sevilla los generales MOLA y FRANCO, establecen la urgencia de conquistar San Sebastián e Irún, para aislar a los vascos de la frontera francesa. La Marina nacionalista bombardea las dos ciudades desde los buques España, Almirante Cervera y Velasco. También interviene la aviación con los Junkers-52. Posteriormente se iniciará el ataque por tierra sobre la ciudad de Irún.
En España, quedan clausurados los establecimientos de Ordenes y Congregaciones religiosas.
En España, quedan clausurados los establecimientos de Ordenes y Congregaciones religiosas.
Con la toma de Badajoz quedan enlazados el Norte y el Sur de la Península nacionales.
Después de haber tomado Mérida, en la tarde del 14 de agosto de 1936 entran en Badajoz varias compañías de legionarios al mando del teniente coronel Yagüe que manda la expedición proveniente de Sevilla. Los legionarios consiguen abrir brecha en las filas de milicianos a golpe de bayoneta. La lucha cuerpo a cuerpo deja desparramado en las calles un muestrario del ensañamiento de los combatientes. En la plaza de toros se encierra a los supervivientes, muchos de los cuales serán después ejecutados («Matanza de Badajoz»). Con la toma de Badajoz quedan enlazados el Norte y el Sur de la Península franquistas.
Paralelamente, desde Navarra el general MOLA toma Irún.
En Navarra el general MOLA toma Irún, rompiendo así la comunicación de la zona vasco-asturiana con el resto de la España republicana y cerrando el acceso a la frontera francesa por la zona oeste.
A mediados del mes de agosto el Alcázar de Toledo está cercado por las fuerzas republicanas.
A mediados del mes de agosto el Alcázar de Toledo está cercado por las fuerzas republicanas y sufre bombardeos e intentos de asalto. Pero la fortaleza resiste. A finales del mismo mes un avión nacional deja caer víveres sobre la fortaleza junto con un mensaje de aliento de Franco.
Fuerzas republicanas desembarcan en Mallorca.
Fuerzas republicanas desembarcan en Mallorca.
En Madrid es fusilado el golpista general Fanjul.
En Madrid es fusilado el golpista general Fanjul después de un juicio en el Tribunal Supremo.
Auténtica fiebre revolucionaria en todo el territorio republicano donde no ha triunfado el alzamiento.
A mediados del mes de agosto de 1936 se desencadena una auténtica fiebre revolucionaria en todo el territorio republicano donde no ha triunfado el alzamiento. La República parece haberse disgregado en otras pequeñas repúblicas que actúan por su cuenta y en las que se ejerce una feroz represión. La víctima principal de las iras revolucionarias es la Iglesia. Se multiplican los incendios y saqueos indiscriminados de templos y conventos, a pesar de las medidas policiales impuestas por el Gobierno. En algunos casos, como el de Torrijos (Toledo) hay muestras de verdadero sadismo; el 18 de agosto, al párroco, Liberio González, se le aplica un simulacro de «La Pasión de Cristo» antes de ejecutarlo. La mayor parte de estas acciones son realizadas por grupos incontrolados que, con camionetas, recorren los pueblos españoles en busca de presuntos fascistas para fusilarlos.
Grupos incontrolados de uno y otro bando recorren los pueblos españoles.
Por su lado, el Ejército nacional, según realiza su avance por la península, va dejando un largo reguero de cadáveres de todos aquellos que no han secundado sus ideales o tienen cualquier viso de filiación republicana. Los fusilamientos en retaguardia son diarios y habituales, sin respetar sexo, edad o diferencias sociales. La entrada de las tropas rebeldes en distintas poblaciones y su actuación en las que la sublevación militar ha triunfado, es causa de terror entre la población civil. Las ejecuciones se convierten en algo cotidiano en todo el país. Desde los primeros días son fusilados un gran número de funcionarios nombrados por el Frente Popular, sindicalistas o personal civil al que se le vincula con la República. Las familias también se ven afectadas. En muchos lugares se toma la costumbre de afeitar la cabeza a las mujeres de los detenidos y de administrarles aceite de ricino; en otros se prohibe que las familias lleven luto por sus muertos. Como ocurre en la zona republicana, la mayor parte de estas acciones las llevan a cabo grupos incontrolados que recorren los pueblos españoles en busca de presuntos rojos para fusilarlos.

