El escritor británico George Orwell ha participado como voluntario en la Guerra Civil española en una unidad del POUM de las Brigadas Internacionales. El 1938 publica, en inglés, el libro ‘Homenaje a Catalunya’, dónde describe sus vivencias en la zona republicana. La obra contiene una interesante descripción de la Barcelona revolucionaria de los primeros meses de la guerra, cuando los anarquistas, que dominaban las calles de la ciudad, impusieron su modelo de colectivización de la economía. También destaca su interpretación de los enfrentamientos entre republicanos, sobre todo de los hechos de mayo de 1937. Orwell pasa de una posición procomunista a una tendencia más próxima a los anarquistas y de denuncia de la política represiva y contraria a la revolución.
GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)
Total de piezas: 581
Barcelona, es bombardeada en diversas fechas -a lo largo del mes de enero- por la aviación franquista. Bombardeos de represalia.
Barcelona, capital de la República desde noviembre de 1937, es bombardeada en diversas fechas -a lo largo del mes de enero- por la aviación franquista, provocando muchos muertos y heridos entre la población civil. Al parecer, alguna de estas acciones han sido ordenadas, actuando por su cuenta y riesgo, por el mando italiano. Los ataques que estaba sufriendo Barcelona, motivó que las Fuerzas Aéreas de la República Española (FARE), bajo las órdenes directas de Ignacio Hidalgo de Cisneros, bombardearan como represalia (versiones contradictorias) las principales ciudades de la «España Nacional»: Salamanca, sede del Cuartel General del «Generalísimo» Franco desde donde «salen órdenes para tanta matanza«, el 21 de enero (hubo 8 muertos y 7 heridos graves); Sevilla el 23 (11 muertos y 23 heridos); y Valladolid el 25 (14 muertos y 70 heridos).
Rendición de las fuerzas franquistas que quedan en el interior de Teruel.
El 7 de enero, el coronel Rey d’Harcourt considera agotada toda posible resistencia y firma la rendición de las fuerzas franquistas que quedan en el interior de Teruel. Rey d’Harcourt solo ha recibido el siguiente telegrama del general Dávila: «Resistid unos momentos. La España Nacional va a liberaros. ¡Arriba España! » Pero al no llegar los refuerzos, y sometidos al intenso frío, a la falta de viveres y de ropas adecuadas, se ve obligado a la capitulación, siendo acusado por ello de traición en la zona nacional. Teruel se convierte con su rendición en la primera capital de provincia que cae en poder de las fuerzas republicanas desde el inicio de la guerra.
Retirada de todos los valores, bonos, billetes o monedas no emitidos por el Tesoro Público o el Banco de España.
Retirada, por orden del Gobierno de la República, de todos los valores, bonos, billetes o monedas no emitidos por el Tesoro Público o el Banco de España.
FRANCO emprende una violenta operación de castigo contra las tropas que le han hecho perder Teruel.
FRANCO, consciente de su abrumadora superioridad de medios y liberado del apremiante compromiso de auxiliar a la guarnición turolense, cuya resistencia ha finalizado el 8 de enero, emprende una violenta operación de castigo contra las tropas que le han hecho perder su primera capital de provincia. La repercusión del castigo sufrido por las unidades republicanas es tal, que cuando se quiere reforzar el sector con tropas de refresco, menudean protestas y motines que son reprimidos enérgicamente. De todas maneras, la actuación de los republicanos logra torcer una vez más la voluntad de FRANCO que desiste del planeado ataque directo contra Teurel.
Primer Gobierno Nacional, en sustitución de la Junta Técnica en la zona nacional.
Primer Gobierno Nacional, en sustitución de la Junta Técnica que desempeñaba tales funciones en zona nacional. El generalísimo FRANCO ostenta la jefatura del Estado y la presidencia del Gobierno. En este primer gobierno de FRANCO intervienen miembros del ejército, como Jordana (Asuntos Exteriores), Martínez Anido (Orden Público) y Fidel Dávila (Defensa); monárquicos, como Andrés Amado (Hacienda) y Sainz Rodríguez (Educación); carlistas, como el conde de Rodezno (Justicia); falangistas, como Serrano Suñer (Gobernación), Fernández Cuesta (Agricultura) y González Bueno (Trabajo); y amigos personales de Franco, como Suanzes (Industria y Comercio) y Peña Boeuf (Obras Públicas). Nicolás Franco y el diplomático Sangróniz son desplazados de su poder y sustituidos por Serrano Suñer. Queda emplazado en Burgos hasta mediados de octubre de 1939, ya finalizada la guerra, momento en que FRANCO ordenará el traslado a Madrid.
FRANCO asegura es que allá donde exista industria de guerra se seguirá bombardeando.
En febrero de 1938 se recibe en Burgos una nota de Prieto – entonces ministro de Marina y Aire – proponiendo el cese de los bombardeos de ciudades por ambos bandos. Sea porque crea que se trata de una maniobra propagandística, o porque piensa que tiene menos que perder, la respuesta de FRANCO es que allá donde exista industria de guerra se seguirá bombardeando.
Cascada de derrotas republicanas.
La incapacidad de los mandos republicanos para aprovechar los éxitos iniciales, el flujo irregular de ayuda procedente de la URSS, la creciente moral de victoria en el bando alzado, la represión interna llevada a cabo por el PCE en la zona republicana, la política de no intervención de las democracias occidentales deseosas de evitar una nueva guerra mundial y el respaldo de HitIer y Mussolini se está traduciendo en una cascada de derrotas republicanas.
Sesión de Cortes de la República presidida por Martínez Barrio en el Monasterio de Montserrat.
Sesión de Cortes de la República presidida por Martínez Barrio en el Monasterio de Montserrat.
Los discursos de Queipo de Llano dejan de oírse por desacuerdo con el mando político de Salamanca.
El general Gonzalo Queipo de Llano se hace muy conocido en ambos bandos por las charlas y arengas que lanza desde la emisora Unión Radio en Sevilla. A partir del 1 de febrero de 1938 los discursos de Queipo de Llano dejan de oírse, por desacuerdos con el mando político de Salamanca y especialmente con el ministro de Interior, Serrano Suñer, que fuerza el silencio del general, por lo que tanto en la zona nacional como en la republicana cesan sus arengas radiadas.

