Movimientos en el frente de extremadura por parte de uno y otro bando que motivan el reanudamiento de las hostilidades (9/8-31/8/1938). QUEIPO y Saliquet no están dispuestos a permanecer inactivos y amparados en la orden cursada por el cuartel general de FRANCO, cuando se culminó el cierre de la bosa de La Serena, que no había sido revocada se disponen a reiniciar la truncada maniobraa de alcanzar Almadén. La batalla llegará a un punto muerto y ambos bandos procederán a consolidar sus respectivas posiciones.

En la Sierra de Pándols, cota 705 del termino del Pinell de Brai, al sur de la bolsa entre Fayón y Cherta, las operaciones se inician a las cinco de la mañana del día 10 de Agosto de 1938. Es? un choque terrible entre las dos mejores Unidades de los dos Ejércitos en combate: la 11 División de Lister del V Cuerpo de Ejército republicano y la IV División de Navarra, por el Ejército franquista. Estas operaciones están dirigidas directamente por el General FRANCO por la parte sublevada y por el Teniente Coronel Rojo por la parte republicana. A parte de la fusilería, son las armas automáticas y las secciones de morteros los protagonistas de los frecuentes asaltos que en el transcurso de las jornadas lo harán pasar de unas manos a otras diversas veces, con contraataques nocturnos por parte republicana. Las bajas en los dos Ejércitos son graves por la constitución rocosa del suelo, que impide la formación de trincheras y obliga a los combatientes a protegerse en simples parapetos, con la gravedad de una mayor acción devastadora de los proyectiles que explotan en las mismas rocas.

En la tarde del 14 de agosto, en el momento del relevo de la 11 división republicana, totalmente agotada y deshecha, por la 35 división internacional en la Batalla que se está librando en la sierra de Pándols, es aprovechado por el 5º de regulares de Ceuta que se anticipa y ocupa la cota 705 de manera definitiva.

El jefe del Gobierno de la República de España sale para Suiza en misión diplomática.

Dimiten los representantes de Catalunya y Euzkadi en el Gobierno NEGRÍN.

Yagüe lanza a sus fuerzas en dirección norte a la Sierra de Fatarella y el Cuerpo de Ejército del Maestrazgo (general García Valiño) ataca en dirección a la Sierra de Cavalls. De esta forma y progresivamente en las siguientes seis semanas la República se ve obligada a ceder 200 kms cuadrados de terreno. La batalla que se libra durante esos días es durísima. Cada día los cazas y bombarderos franquistas despegan para bombardear impunemente. Los cazas republicanos rusos están en completa inferioridad numérica y material ante los modernísimos «Messerchmit Bf 109» de la aviación nacional. Todos los puentes tendidos por los republicanos sobre el Ebro para el paso de sus fuerzas son bombardeados a diario pero los ingenieros los reponen con la misma tenacidad. La República ha perdido el dominio del aire con lo que queda desvirtuada la ventaja de poseer las elevaciones del terreno.

El día 19 de Agosto se produce una gran ofensiva franquista: en aquella ocasión el escenario está comprendido aproximadamente entre Villalba dels Arcs, Corbera de Ebro y el Puig Gaeta, uno de los puntos mas elevados del sector. Las bajas de soldados son también muy elevadas. Uno de los puntos donde tiene lugar la lucha mas feroz es en el punto conocido como Cuatro Caminos, situado a unos dos kilómetros de Villalba de los Arcos en donde confluyen las carreteras hacia la Fatarella, la Pobla de Masaluca, Batea y Gandesa. Pasa también por este punto, el camino que lleva a Corbera de Ebro por la Vall de Canyelles. Encima de este cruce destacan dos montículos de poca importancia pero que dominan estas rutas. El uno conocido como Cuatro Caminos y el otro como Punta Targa. Entre una posición y la otra la distancia es mínima, de unos 300 metros escasos. Es en este lugar, precisamente, donde se pierden mas vidas humanas de los compenentes del Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat y donde se produce uno de los hechos mas dramáticos de esta batalla.

A las 12 horas el Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, sale de sus posiciones del lado nacional para dirigirse a la cota 481 Punta Targa (esta cota la defienden tropas republicanas de la 3ª División). Tienen que apoyar en la operación de ruptura los Batallones B de Ceuta, y Bailen, mediante movimientos en encerramiento, pero ninguna de esta Unidades se mueve y se quedan parapetadas en sus trincheras dejando solos al Tercio que ya ha empezado el ataque. Los republicanos, muy bien fortificados, se defienden muy violentamente y los soldados del Tercio quedan inmovilizados sin poder avanzar ni retroceder, soportando prácticamente enganchados en el suelo el ataque continuo de las armas republicanas desde las doce del mediodía hasta las nueve de la noche. En oscurecer la noche los defensores republicanos de la posición Targa, sabedores del gran número de bajas ocasionadas al Tercio, les manifiestan de viva voz que no serán hostilizados durante la recogida de sus muertos y heridos, y así los atacantes pueden llevar a cabo el piadoso trabajo de recoger a los heridos y enterrar a los muertos. La punta Targa, será ocupada al día siguiente. Conquistar el resto de este escenario entre Villalba y el Puig Gaeta durará hasta finales de Agosto.

En el frente de la Batalla del Ebro, se producen ataques constantes de la aviación alemana durante los cuatro primeros días de la ofensiva, con terribles acciones aéreas encima mismo de las concentraciones de efectivos, los puentes y pasarelas republicanas que se destruyen durante el día se vuelven a construir durante la noche con bombardeos desde la mañana hasta la noche ( 300 aviones y cazas llegan a realizar hasta tres servicios diarios ). Hay jornadas que la aviación deja caer mil toneladas de explosivos, lo que supone un fuego completamente devastador. La cantidad de bombas de aviación y de granadas de artillería que caen en la orilla y el centro del río Ebro es de unas 60.000. La apertura de los embalses de Tremp, Camarasa y Terradets, hacen subir muy considerablemente el nivel de las aguas, dificultando la llegada de refuerzos y suministros republicanos, que además reciben un soporte aéreo insuficiente. El ejército republicano se ve obligado a ponerse a la defensiva, pero con el río en las espaldas. Los combates son muy duros.

Terribles meses, los de Septiembre y Octubre de 1938. No hubo día ni noche sin combate; se fue reconquistando el terreno palmo a palmo; el rendimiento que dieron las tropas no puede ser superado, des del punto de vista del cruelmente llamado en otros países material humano: Docenas de miles de toneladas de bombas cayeron sobre el martirizado campo de Gandesa, Corbera de Ebro y Villalba de los Arcos.