CONQUISTA DE VALENCIA POR JAIME I DE ARAGÓN (1238)

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Las tropas cristianas ocupan a lo largo de 1234 toda la zona montañosa situada entre Teruel y Valencia.


Las tropas cristianas ocupan a lo largo de 1234 Almassora, Castelló, Borriol, Coves de Vinromà, Vilafamès y el territorio del castillo de Alcalatén, es decir, toda la zona montañosa situada entre Teruel y Valencia, lugares que se empiezan a repoblar con cristianos. JAIME I no propicia la despoblación de las tierras de sus primitivos habitantes moros sino que procura mantener a la gente en sus casas, porque no tiene capacidad para atraer un número de repobladores cristianos capaz de sustituir a los habitantes moros, con lo cual, en caso de quedar vacías las tierras, la economía se iría a pique, y, por supuesto, la posibilidad de recaudar impuestos desaparecería. La iglesia no fomenta tampoco la marcha de la población musulmana, porque igualmente recibe diezmos de ellos.

Los moros concluyen que poco importa servir a un señor musulmán o a uno cristiano, si las condiciones de vida no van a mejorar.


Los moros, finalmente, concluyen que poco importa servir a un señor musulmán o a uno cristiano, si en realidad las condiciones de vida no van a mejorar con unos o con otros, por lo que, al menos, si el rey cristiano les protege, no tienen necesidad de marchar de sus casas y lanzarse a un futuro realmente incierto, más teniendo en cuenta que sus medios de vida están unidos a la tierra que trabajan o al pequeño ganado que cuidan y nada más, por lo que abandonar supone la miseria total. Los únicos sarracenos que se marcharán serán los políticos, los burócratas, los representantes del mundo cultural, los altos jefes religiosos, etc., pero la gran masa de población se quedará. Si oficialmente el reino de Valencia será cristiano, la inmensa mayoría de sus pobladores no lo será, aunque JAIME I quede igualmente satisfecho porque ha conseguido constituir el cuarto gran estado de sus dominios.

JAIME I no hará sino consolidar su posición y la de sus gentes en el área ya conquistada de Valencia.


En este año, JAIME I no hará sino consolidar su posición y la de sus gentes en el área ya conquistada de Valencia, llevando a cabo algunas incursiones militares para recoger información. Es de destacar la lentitud con que se lleva a cabo el proceso conquistador, motivado por la limitada capacidad de convocatoria y la menor posibilidad aún de convencer a los nobles de que le acompañen en la campaña militar permanentemente y no sólo cortas temporadas, como tienen obligación según sus respectivos fueros. Y así, mientras sus soldados están atareados en el escenario valenciano, reaparece la tradicional cuestión occitana. JAIME I aspira a recuperar Carcassona, un condado que pertenece a su patrimonio, pero que es ocupado por el rey de Francia. Una vez más, el papado ha intervenido a favor de Francia, y JAIME I ha renunciado a sus derechos.

JAIME I celebra Cortes Generales en Monzón, en las que se decide acelerar el ataque definitivo a Valencia.


JAIME I celebra -en la fecha- Cortes Generales en Monzón, en las que se decide acelerar el ataque definitivo a Valencia por lo que pide oficialmente ayuda a la totalidad de sus vasallos. Parece que ante la amenaza que puede significar para la autoridad real un excesivo fortalecimiento territorial y económico de la nobleza aragonesa, JAIME I decide encabezar la empresa de la conquista de Valencia y hacer participar a la nobleza catalana. Poco después, por otra parte, demanda respaldo al Papa para que se dé carácter de cruzada a la conquista de Valencia, para poder hacerla publicar por toda Europa y atraer gentes.

El papa GREGORIO IX otorga la bula de cruzada a la conquista de Valencia. JAIME I toma el título de rey de Valencia.


El papa GREGORIO IX otorga la bula de cruzada a la conquista de Valencia en las primeras semanas de 1237, cuando JAIME I de Aragón se halla ya preparando sus huestes para el verano siguiente. El rey toma, también, el título de rey de Valencia. De esta manera se inicia lo que podríamos considerar la segunda fase de la conquista de Valencia.

Las operaciones comienzan con la ocupación del Puig d’Enesa, abandonado por los musulmanes.


Las operaciones comienzan en la fecha, con la ocupación del Puig d’Enesa, abandonado por los musulmanes valencianos. A partir de este momento, por voluntad del rey será llamado Puig de Santa María, y por esta razón, más adelante se construirá un santuario dedicado a a la Madre de Dios. El Puig es una plaza estratégica importante. Situado a tan sólo dos leguas de la ciudad, domina la huerta valenciana y todos están convencidos que, con la conquista de la capital, el resto del reino se rendirá con mucha facilidad. La piadosa leyenda sobre Sant Jordi es bien aceptada y en la ocupación del Puig el santo caballero ya participa de manera milagrosa para que los cristianos conquisten la ciudad, según dice la “Crónica de Jaume I”.

En la fecha, da comienzo la redacción del «Llibre del Repartiment», a cargo de los escribanos reales.


En la fecha, da comienzo la redacción del «Llibre del Repartiment», a cargo de los escribanos reales. JAIME I ha repartido los señoríos del norte valenciano entre muy pocas personas, a las que ha concedido grandes extensiones de tierra, pero debe pensar que no es política adecuada la potenciación de grandes señoríos, y cuando inicia la segunda fase de la conquista en 1237, cambia radicalmente su forma de actuación y comienza una política de amplia fragmentación de los señoríos en todos los territorios situados entre el Palancia y el Júcar. En las Cortes de Monzón (1236) se habían prometido dar dos yugadas de tierra y una casa a cada peón que interviniese en la conquista y el doble a los caballeros. Pero cuando llega el reparto se reduce la extensión de la yugada. Al final sobran casas.

Se lanzan ya los primeros ataques contra la ciudad de Valencia desde el Puig de Santa María.


Mientras JAIME I reúne los fondos necesarios para la definitiva conquista de Valencia y se lanzan ya los primeros ataques contra la ciudad desde el Puig de Santa María, los musulmanes de Valencia y Murcia realizan un contraataque contra la guarnición de la Corona de Aragón, pero ésta al mando de Berenguer de Entenza, les derrota estrepitosamente aunque BERENGUER pierde la vida. A continuación, habiendo ya regresado JAIME I, éste jura no marcharse hasta la conquista final de Valencia y para dar credibilidad a sus palabras el monarca hace venir expresamente a la reina Violante y a su hija acabada de nacer. El “Llibre dels feits” explica que después de hacer esta promesa, todos los presentes se ponen a llorar “i jo amb ells”.

JAIME I considera que apoderándose de Valencia lo tendrá todo, “la gallina e puys los pollets”.


JAIME I se niega a aceptar una propuesta muy ventajosa que por embajador le hace llegar el rey Ben Zayyán de Valencia, de cederle todos los castillos desde el rio Guadalaviar hasta Tortosa y Teruel, construirle un hermoso palacio y pagarle un fuerte tributo. El conde-rey considera, con acierto, que apoderándose de Valencia lo tendrá todo, “la gallina e puys los pollets”.

JAIME I el Conquistador, finaliza el asedio de la ciudad de Valencia.


JAIME I el Conquistador, lanza una campaña que llevará a la toma o rendición de Almenara, Uxó, Nules, Paterna Castro y Bétera. Ya las tropas musulmanas se concentran en la defensa de la ciudad. JAIME I decide trasladar el campamento desde el Puig hasta cerca de la alquería de Ruzafa, al sureste de la ciudad. Con ello inicia el asedio de Valencia que queda definitivamente sitiada el 26 de abril de 1238. Un momento culminante en esta conquista es cuando la flota catalana hace retroceder las doce galeras enviadas desde Túnez para ayudar a Ben Zayyán, el rey de Valencia.