Un problema gravísimo es el de las ideologías que han surgido al margen del cristianismo, muchas de ellas declaradamente anticatólicas, sin que los pensadores católicos hayan reaccionado. En la Encíclica “Aeterni Patris” (1879), LEÓN XIII recuerda que existe una filosofía y una teología católicas que no han agotado en absoluto su verdad y su fuerza; el pensamiento de Santo Tomás de Aquino sigue vivo y constituye una guia segura para todos los católicos… Y el tomismo florece de nuevo, poniendo de manifiesto que es -y sigue siendo- una especie de Lourdes intelectual que obra milagros en las mentes, sanándolas de los errores de ciertas «filosofías» y aportando sólidos argumentos para rebatir las modernas «herejías». Sin LEÓN XIII, tal vez no habrían surgido filósofos y teólogos católicos de la talla de un Maritain o un Gilson, que han puesto al día el pensamiento de Santo Tomás, actualizándolo sin caer en el modernismo.

Con respecto a las naciones europeas orientales, LEÓN XIII desempeña una hábil política para ganar la entrada de la Iglesia católica en Rusia y los Balcanes, territorios donde está implantada la religión ortodoxa. A este respecto, escribe al zar de Rusia, publica una encíclica sobre San Cirilo y San Metodio (1880) y restablece la jerarquía eclesiástica en Bosnia-Herzegovina. Sin embargo, no logra su objetivo de reunir a la Iglesia cismática oriental por la negativa del patriarca Antino de Constantinopla.

Alejado del poder temporal, LEÓN XIII comprende que el papel del Papado debe estar en servir de guía espiritual y de referente de la moralidad cristiana. Una de sus primeras actuaciones en el trono es protestar públicamente mediante una encíclica “Diuturnum”, en la fecha, por la supresión de los Estados Pontificios. Comprende que el papel que los nuevos tiempos deparan a la Iglesia católica hace de las relaciones internacionales un ámbito de actuación en el que debe desenvolverse con celo y diplomacia.

León XIII en “Humanum Genus”, encíclica del 20 de abril de 1884 condena la afiliación a la masonería.

León XIII en “Dall´alto dell´Apostolico Seggio”, encíclica de 15 de octubre de 1890 condena la afiliación a la masonería.

En España, la Iglesia mantiene una actitud ambigua ante el nuevo régimen de la Restauración. De una parte, las jerarquías eclesiásticas ven la oportunidad de replantear las relaciones Iglesia-estado; por la otra, la tolerancia de cultos reconocida en la Constitución de 1876 comporta elementos de fricción. La aceptación del estado secular puesto en marcha por el papado de León XIII hace que los católicos participen en la política a partir de la encíclica ‘Rerum Novarum’ (1891). Pero, al mismo tiempo, un sector integrista de la Iglesia, relacionado con el carlismo, condena toda relación con el orden liberal. A la polémica entre ‘mestizos’ e ‘integristas’, se añade una creciente consideración del regionalismo católico en un sector del clero que también llega a la jerarquía. El sector integrista es una corriente política relacionada con el carlismo y contraria a toda relación con el estado liberal. El regionalismo católico es una corriente basada en la revalorización de la piedad popular vinculándola a los símbolos nacionales.

LEÓN XIII es un hombre de acero -resistente y flexible- que conoce perfectamente los problemas de su tiempo. El más importante, tal vez, es «la cuestión social», es decir, las desigualdades sociales provocadas por la revolución industrial y el desarrollo del capitalismo, con su secuela de injusticias. En la fecha, LEÓN XIII publica su gran Encíclica, la Rerum Novarum en la que hace de la mejora de las condiciones de vida de los obreros una exigencia moral. Por ejemplo, afirma que obligar al obrero a aceptar un contrato injusto, porque no le queda otra salida, es una forma de “violencia”. Además, LEÓN XIII adopta su postura en relación al problema feminista: se define a favor de una tutela jurídica del trabajo de las mujeres. Por otra parte, LEÓN XIII escribirá otras encíclicas de menos renombre como “Humanum Genus”, “Inmortale Dei” y “Libertas”.

León XIII en “Inimica Vos” y “Custodi Di Quella Fede” encíclicas del 8 diciembre de 1892 condena la afiliación a la masonería.

Encíclica de LEÓN XIII: Providentisimus Deus (18-11-1893), sobre los estudios bíblicos.

El Papa LEÓN XIII publica la encíclica sobre la Democracia Cristiana “Graves de communi”. En la nueva encíclica el Papa se muestra contrario a los movimientos sediciosos y revolucionarios.