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La Guerra de Sucesión Española fue un conflicto internacional que duró desde 1701 hasta la firma del tratado de Utrecht en 1713, que tuvo como causa fundamental la muerte sin descendencia de Carlos II de España, último representante de la Casa de Habsburgo, y que dejó como principal consecuencia la instauración de laCasa de Borbón en el trono de España.
John Churchill, duque de Marlborough, y el «príncipe» Eugenio vencen a los franceses en Dudehaarde y conquistan Lille (Flandes). Marlborough pisaba ahora suelo francés.
Batalla de Malplaquet durante la Guerra de Sucesión española. El 11 de septiembre de 1709, el Duque de Marlborough y el \»príncipe\» Eugenio de Saboya se enfrentan por cuarta vez a los franceses y los derrotan en Malplaquet, en una de las batallas más sangrientas del siglo. Los Aliados pierden más hombres que los franceses, y los Tories llaman a Marlborough «the butcher»: el carnicero. La guerra se ha hecho muy impopular en Inglaterra. Las victorias de Marlborough resultan demasiado costosas para ser celebradas, y el último invierno ha significado la gota que colma el vaso. Los ingleses consideran que la mejor guerra es la naval, y que las batallas en tierra deben librarlas, por elevadas que sean las bajas, otras potencias a las que Inglaterra sostendrá. Por otra parte, en esta batalla los suizos del ejército francés se enfrentan con los del ejército holandés y se exterminan mutuamente.
El Emperador JOSÉ I amenaza con ocupar el Estado de la Iglesia, obligando así, el 18.10.1709, al papa CLEMENTE XI, a reconocer como rey de España a su hermano el archiduque CARLOS, lo que provoca la inmediata ruptura de relaciones entre España y la Santa Sede mandando cerrar la Nunciatura apostólica de Madrid. Sólo algunos de los prelados más influyentes se atreven a elevar su protesta por la decisión real, entre ellos el cardenal Belluga, obispo de Cartagena. El Papa queda prácticamente solo, aislado entre los dos enemigos que se hacen la guerra en Europa para conseguir la corona española y su Imperio colonial.
Francia presionada en sus fronteras, se ve forzada a retirar todas sus tropas que operan en la península al lado de FELIPE V. Esto, obliga a FELIPE V a reorganizar el ejército español gracias a la plata que ha llegado de los territorios americanos. Estos cambios permiten a los aliados del archiduque CARLOS atacar desde Catalunya y derrotar a las tropas felipistas en Almenar, en Monte Torrero, el 13 de junio de 1710. Los borbónicos retroceden a Zaragoza, con lo que el camino hacia Madrid queda de nuevo libre para los aliados.
La guerra de Sucesión española alcanza a las colonias británicas y francesas de Norteamérica. En las primeras se la llama «la guera de la reina Ana». En julio de 1710, llegan a Nueva Inglaterra 4.000 soldados británicos con experiencia en la guerra en Europa. Son conducidos al Norte, contra Port Royal, en Acadia.
Aprovechando la asusencia de FELIPE V, que había trasladado su corte a Valladolid, el archiduque entra por segunda vez en el curso de la contienda en Madrid y después de orar ante Nuestra Señora de Atocha se dirige al Alcázar acompañado por 2.000 hombres a caballo. Las calles están desiertas. Muy contrariado, el archiduque decide volverse al llegar a la Puerta de Guadalajara y salir por la de Alcalá.
Desde Valladolid, donde FELIPE V ha instalado su Corte desde la entrada del archiduque CARLOS en Madrid, reorganiza a partir de octubre su ejército con hombres procedentes de Extremadura, Andalucía y las dos Castillas. Esta acción, inscrita en la Guerra de Sucesión Española, impide que las tropas del archiduque se pongan en contacto con las aliadas procedentes de Portugal.
Aunque el archiduque CARLOS, el primer carlos III, ha conseguido apoderarse de Madrid, el ejército aliado ha de evacuar la capital y, entre el 9 y 10 de diciembre, es derrotado en Brihuega (Guadalajara) y Villaviciosa de Tajuña (Oviedo), lo que permite a FELIPE V vencer en Zaragoza y preparar la campaña de Catalunya, único foco de resistencia antiborbónica en estos momentos
Después de una efímera reconquista austracista de los territorios de Aragón y Valencia, estos territorios vuelven de nuevo a FELIPE V quien publica, en la fecha, un nuevo Decreto de Nueva Planta para estos territorios.
Con la colaboración de las tropas del duque de Noailles que traspasan los Pirineos y penetran en el Principado, las tropas felipistas ponen sitio a la ciudad de Girona que finalmente se rinde, el 25 de enero de 1711, y con ella toda la provincia.
