GRAN ALIANZA DE LA HAYA (1701)

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Gran Alianza de la Haya y que participará en la Guerra de Sucesión Española formando el bando austracista


La declaración de LUIS XIV de que FELIPE V, ya nombrado rey de España, conserva sus derechos a la Corona de Francia, los privilegios comerciales conseguidos por los franceses en el Imperio colonial español, la ocupación de algunas plazas españolas en Flandes para asegurar la frontera francesa y el incumplimiento del Tratado de Partición por parte de Francia, provocan que Austria (LEOPOLDO I), las Provincias Unidas (Holanda) e Inglaterra firmen, en la fecha, el Tratado de la Haya que representa una renovación de la Gran Alianza que pasa a denominarse la Gran Alianza de la Haya y que participará en la Guerra de Sucesión Española formando el bando aliado austracista enfrentándose a los Borbones franceses y españoles para evitar su hegemonía en Europa. LUIS XIV y LEOPOLDO I, son ambos cuñados de Carlos II de España y nietos de Felipe III de España.

La Gran Alianza de la Haya quiere imponer al archiduque CARLOS, hijo de LEOPOLDO, en el trono de España.


A pesar de que FELIPE de Anjou ha sido nombrado Rey de España, La Gran Alianza de la Haya, quiere imponer en el trono de España a un austria, el archiduque CARLOS, segundo hijo del emperador LEOPOLDO.

Saqueo de los dos puertos gaditanos de Rota y Santa María por la escuadra anglo-holandesa.


Un ejército de la Gran Alianza compuesto de 14.000 hombres desembarca cerca de Cádiz en un momento en que no hay casi tropas en la península. El saqueo de los dos puertos gaditanos de Rota y Santa María por la escuadra anglo-holandesa el 23 de agosto de 1702 obliga a la flota de Indias a refugiarse en el puerto de Vigo. Se reúnen tropas españolas a toda prisa, recurriéndose incluso a fondos privados de la esposa de FELIPE V, la reina María Gabriela de Saboya (que en el futuro será conocida afectuosamente por los castellanos como “la saboyana”), y del cardenal Portocarrero. Sorprendentemente, este ataque aliado es rechazado. Cádiz no es tomada y el ejército aliado reembarca. Los sacrilegios cometidos por las tropas aliadas del archiduque CARLOS de Austria causan una fuerte conmoción en Andalucía, hasta entonces poco interesada en la Guerra de Sucesión.

Una flota anglo-holandesa aparece en aguas de Barcelona con el objeto de intimidar a los catalanes.


Una flota anglo-holandesa aparece en aguas de Barcelona con el objeto de intimidar a los catalanes para que se subleven y se adhieran a la causa de CARLOS ya que, en principio, Catalunya ha apostado por FELIPE de Anjou. A pesar del bombardeo de Barcelona, viendo que no se producía la esperada sublevación interior, la flota aliada se hace de nuevo a la mar.

El archiduque CARLOS, en marzo de 1704 llega a Lisboa donde es recibido por PEDRO II de Portugal.


Dentro de la Guerra de Sucesión española, el archiduque CARLOS, animado por las victorias de sus aliados, en marzo de 1704 llega a Lisboa, donde es recibido por PEDRO II de Portugal como legítimo monarca. Recibe el apoyo de parte de la nobleza castellana y ofrece una amnistía a aquellos que abandonen la causa borbónica cuando él entre en territorio español.

Una escuadra anglo-holandesa compuesta por 100 barcos y 1.000 cañones bombardea la plaza de Gibraltar.


La escuadra anglo-holandesa compuesta por 100 barcos, 1.000 cañones y 4.000 soldados a las órdenes del vicealmirante sir George Rooke, al servicio del archiduque CARLOS, que no han permitido -el 27 de mayo- entrar en Barcelona, invade, en la fecha, la plaza de Gibraltar. Tres días de combate llevan a la rendición de la guarnición española que sólo cuenta con 100 soldados más 300 voluntarios, que se retira portando sus armas. Rooke ofrece a la población civil la opción de permanecer en Gibraltar, pero la inmensa mayoría rechaza la oferta y se retira al cercano pueblo de San Roque, dejando allí sólo a cien compatriotas. (Este triunfo, según el historiador Henry Kamen, convierte a Gibraltar en un símbolo de victoria que ningún gobierno británico pensará abandonar).

Positiva valoración de los catalanes, frente a la castellana, del reinado de CARLOS II.


¿Por qué los reinos de la Corona de Aragón adoptan una postura contraria a un rey francés? Hay que recordar en primer lugar el hecho ya sabido de la positiva valoración de los catalanes, frente a la castellana, del reinado de CARLOS II. Si para los catalanes fue “el mejor rey que hemos tenido”, para Castilla, resultó desastroso. Pero la opinión de los catalanes es fundada: Sus instituciones se mantienen sin menoscabo del poder central, su economía inicia un lento despegue y su demografía se recupera lentamente. Un segundo hecho también debe recordarse y es que por razones históricas Catalunya mantiene una fuerte hostilidad frente a Francia. El último siglo ha sido pródigo en guerras, luchas fronterizas, invasiones y asentamiento de tropas francesas en el Principado, con una conducta nada envidiable. Parece lógico, por tanto, no mirar con agrado la instalación en el trono español de un rey precisamente francés. Y no hay que olvidar que es posible que el hecho que decide a los reinos orientales de la península a ponerse del lado del archiduque CARLOS sea la presencia constante en el Mediterráneo, durante aquellos años, de tropas aliadas -inglesas y holandesas- que consiguen sublevar para su causa a dichos reinos.

El Reino de Valencia es ocupado por los partidarios del archiduque CARLOS.


Revuelta protagonizada en Valencia por los partidarios del archiduque CARLOS de Austria en el verano de 1705, que facilita la ocupación aliada del reino de Valencia durante la guerra de Sucesión. El tenso clima social es aprovechado por la armada aliada, que fondea ante la costa de Denia en 1705 para desencadenar una nueva revuelta, con la promesa de proceder a la abolición de las cargas feudales. La escasa entidad de las tropas borbónicas en el reino, facilita la ocupación del territorio por los partidarios del archiduque CARLOS. Se ha identificado a éstos con las masas campesinas, el bajo clero y los grupos mercantiles y artesanales, mientras que la nobleza, la jerarquía eclesiástica y el campesinado acomodado de realengo se inclinarían por la causa borbónica. La realidad fue que hubo muchos comportamientos ambiguos por oportunidad o por rivalidades locales o familiares.

El archiduque CARLOS es proclamado rey de España como CARLOS III.


Después de la entrada de las tropas aliadas del archiduque en Madrid, numerosos nobles y funcionarios acceden a darle obediencia y es proclamado rey de España como CARLOS III. La proclamación tiene lugar el 26 de junio de 1706. Los madrileños, fieles a FELIPE V, reciben con poco entusiasmo este nombramiento, produciéndose enfrentamientos con las tropas aliadas del archiduque.

Las tropas felipistas que dirigen el duque de Berwick y el conde de Pinto consiguen la victoria en Almansa.


Las tropas felipistas que dirigen el Duque de Berwick y el conde de Pinto consiguen la victoria sobre las tropas aliadas del archiduque, mandadas por el marqués de Minas y lord Gallway, en Almansa. Participan aproximadamente 25.000 hombres por bando y las bajas para CARLOS III se cifran en unos 5.000 muertos y unos 12.000 prisioneros. La derrota aliada es decisiva para el desarrollo de la guerra porque permite a los felipistas la ocupación del País Valenciano.