ALFONSO XI el Justiciero (Rey Corona de Castilla) (1312-1350)

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Se declara a ALFONSO XI el Justiciero (1312-1350), con un año de edad, rey de Castilla y León.


Se declara a ALFONSO XI el Justiciero (1312-1350), con un año de edad, rey de Castilla y León, o sea, de la Corona de Castilla, sucediendo a su padre Fernando IV el Emplazado. La llegada al trono de ALFONSO XI, coincide con la gestación de un nuevo movimiento reivindicativo de la nobleza y con una época de pobreza y hambre en Castilla y León. Desde su llegada al trono hasta 1325, en que empezará a cambiar el signo del reinado del joven monarca, la situación en Castilla será auténticamente caótica. Nunca como en estos momentos estará más cerca de su destrucción. Las cuatro regencias que habrá durante su minoría de edad, todas ellas bajo la tutela principal de su abuela doña MARÍA de Molina, producirán en el país la más espantosa anarquia.

La primera lucha por la regencia de Alfonso XI se desarrolla entre facciones de dos bandos.


La primera lucha por la regencia de ALFONSO XI se desarrolla entre facciones que en líneas generales pueden considerarse pertenecientes a dos bandos. Uno encabezado por el infante PEDRO, hermano de Fernando IV y al que está próximo su madre MARÍA de Molina. El otro, más adverso a las prerrogativas reales, está encabezado por el infante JUAN (hermano de Fernando de la Cerda), el protagonista de mil intrigas, y forman parte del mismo FERNANDO de la Cerda, JUAN NÚÑEZ de Lara y el infante FELIPE. Durante las Cortes de Palencia, en 1313, la reina madre CONSTANZA y el llamado infante don JUAN MANUEL se unen al segundo de los grupos. Las ciudades en esta ocasión se encuentran divididas.

Se acuerda que los infantes D.PEDRO y D.JUAN compartirán la regencia de ALFONSO XI.


Después de varias soluciones fallidas, el 1/8/1314 se vencen las resistencias de la nobleza y se alcanza en Palazuelos una fórmula que parece viable. Los infantes PEDRO y JUAN compartirán la regencia de ALFONSO XI y la abuela del rey -MARÍA de Molina- tendrá su custodia. MARÍA de Molina, una vez más, ha sabido utilizar la fuerza de los concejos ciudadanos, que tienen en ella su principal valedor.

Después de pactar con JAIME II de Aragón, el regente PEDRO se lanza contra los musulmanes.


Después de pactar con JAIME II de Aragón, el regente PEDRO -que está casado con María, hija de Jaime II- se lanza contra los musulmanes en 1316. Su propósito es doble: impedir una mayor penetración benimerín y adquirir un prestigio que le ponga por delante del infante JUAN, el otro regente.

La victoria de los benimerines es total. Mueren en la batalla los dos regentes de Castilla, Juan y Pedro.


El 25 de junio de 1319 se produce el gran desastre. Cuando se halla al frente de sus tropas cargando contra los musulmanes en la Vega de Granada, JUAN sufre un ataque de apoplejía y cae fulminado. Su repentina muerte provoca el pánico entre las huestes cristianas y cuando el infante PEDRO intenta detener la desbandada resulta también muerto. La victoria de los benimerines es total y Castilla, sin sus dos regentes, queda sin gobierno.

MARÍA de Molina, ya muy anciana, muere en medio de una situación de desgobierno en toda la Corona.


El vacío de poder en Castilla-León crea poderes sectoriales hasta el punto de que algunos señores actúan casi como reyes de sus dominios. Tres personajes se reparten el poder territorial y actúan más o menos como regentes: el llamado «infante» JUAN MANUEL -gloria de la literatura al margen de su papel político-; el infante FELIPE, tío del rey, y JUAN el Tuerto, hijo del fallecido infante JUAN. MARÍA de Molina, ya muy anciana, muere el 30 de junio de 1321, en medio de una situación de desgobierno en toda la Corona de Castilla. La última misión de la anciana reina es la de encomendar a la ciudad de Valladolid el cuidado del rey niño ALFONSO XI.

Los musulmanes que han recobrado fuerzas durante los últimos años, se lanzan al asalto de Castilla.


Los musulmanes que han recobrado fuerzas durante los últimos años de tregua, se lanzan al asalto de Castilla y se apoderan de Huescar -otro de los tantos lugares del que se tiene constancia histórica del empleo con éxito de cañones de pólvora-, Galera y Orce.

Es preciso declarar mayor de edad a los 14 años a ALFONSO XI, en las Cortes de Valladolid.


Para acabar con la anarquia que la regencia de ALFONSO XI había sumido a Castilla, fue preciso declarar mayor de edad a los 14 años a ALFONSO XI, en las Cortes de Valladolid. Su reinado será largo, ajetreado y fecundo. Tendrá que contener a la nobleza levantisca, un mal endémico en toda la Baja Edad Media.

Esta pieza también aparece en ... CORONA DE CASTILLA (1230-1716)