Nace en Portici, Nápoles el príncipe CARLOS (el que será Carlos IV de España) segundo hijo varón de CARLOS (Carlos III) y María Amalia de Sajonia, reyes de España. Segundogénito, será elegido rey de España en 1788 por la evidente incapacidad del mayor para gobernar.

El prometedor reinado de Fernando VI en España, acaba de manera muy negativa por la enfermedad física y mental del Soberano, que sume al reino en la parálisis y el pesimismo. Encerrado por voluntad propia en el castillo de Villaviciosa de Odón, muere el 10 de agosto de 1759 el rey FERNANDO VI de España, mientras hace sus necesidades fisiológicas, sin haber podido recibir auxilio espiritual. Al morir FERNANDO VI deja en el Tesoro 70 millones, cosa que ninguno de sus antecesores había hecho nunca.

Al morir Fernando VI, como no tiene hijos, le sucede su hermano Carlos, a la sazón Carlos VII de Nápoles. Se proclama, en la fecha, rey de España con el nombre de CARLOS III (1759-1788). Estará muy influido por su esposa Amalia de Sajonia. El nuevo rey, contra lo que es habitual, disfruta de larga experiencia como gobernante, por haber ocupado el trono de Nápoles y Sicilia durante un cuarto de siglo, desempeñando su oficio con gran dedicación y buenos resultados. Por todo ello, los españoles confían en que su reinado abra una etapa de bienestar y progreso. CARLOS III abdica del trono napolitano en favor de su hijo Fernando de ocho años.

FERNANDO, el tercer hijo -de ocho años- de Carlos VII de Nápoles, se convierte en FERNANDO III, rey de Sicilia (1759-1816) y en FERNANDO IV, rey de Nápoles (1759-1798), cuando su padre abdica para pasar a reinar en España como CARLOS III. El primero de los hijos de CARLOS III es incapaz (deficiente mental) y el segundo, CARLOS (Carlos IV), se lo lleva consigo como heredero de España.

CARLOS III, nuevo rey de España, embarca rumbo a este país donde llega, entrando en el puerto de Barcelona, el 17 de octubre de 1759. Este rey está considerado como ilustrado y justiciero. Catalunya después de tantos años de verse abandonada y aborrecida por sus reyes, celebra grandes festejos en honor de CARLOS III demostrando, por otra parte, que Catalunya, a través de sus gremios, continúa la tradición del perfeccionamiento en el trabajo de su industria y de las artes.

Agradecido el rey CARLOS III a los catalanes por sus manifestaciones afectuosas, condona a todo el Principado, antes de abandonar Catalunya para dirigirse hacia Madrid, las cantidades que se debían por razón del catastro creado por FELIPE V, hasta el 31/12/1759, manifestándoles, además, que “se reservaba S.M. hacer, con mayor conocimiento, que experimentara el benemérito Principado los mayores efectos de su Real Munificencia”. Las aclamaciones del pueblo catalán acompañaron al rey hasta la salida de Catalunya.

Llega a Madrid, procedente de Nápoles, CARLOS III para hacerse cargo del trono de España por la muerte sin sucesión de su hermanastro Fernando VI. Entrando por el camino de Alcalá y aclamado por el pueblo y la Corte hace su entrada en la villa de Madrid. Imbuido de las ideas de la Ilustración, es tópico presentar a CARLOS III como el introductor del Despotismo Ilustrado en España. CARLOS III continuará las reformas de su antecesor -la política del marqués de la Ensenada- pero imprimiéndoles un mayor radicalismo. En materia de política interior las reformas realizadas durante el reinado de CARLOS III son incontables. En una época en que el rey reina y gobierna, CARLOS III dirige el gobierno, secundado por un italiano, Leopoldo de Gregorio, el marqués de Esquilache, desde la Secretaría de Hacienda como responsable de la política económica. Entre los ministros españoles, el principal reformista del equipo será don Pedro Rodríguez de Campomanes, fiscal del Consejo de Castilla, institución desde la que orienta muchas de las reformas más importantes. Pero la empresa reformista no es sencilla. Pronto surgirán resistencias y oposiciones. Los grupos afectados en sus privilegios y ventajas por la oleada reformista, la nobleza y el clero, no están dispuestos a ceder y a resignarse.

Los monarcas españoles han tenido que intervenir muchas veces en favor de los indígenas de las Islas Canarias que, cansados de las arbitrariedades de algunos de sus señores españoles, solicitan depender directamente de la Corona y no ser miembros de señoríos particulares. CARLOS III es quien anexiona los últimos de tales señoríos.

El 13 de julio CARLOS II hace su entrada triunfal en Madrid como nuevo rey que sucede a Fernando VI. El 15 se celebran Cortes en Madrid, con asistencia de castellanos, catalanes, aragoneses y valencianos y cuatro días después -en la fecha- jura el rey CARLOS III, según costumbre, siendo reconocido como príncipe de Asturias su hijo CARLOS (Carlos IV). El “Memorial de Greuges” (Memorial de agravios) es presentado al rey CARLOS III por los representantes de los antiguos territorios de la Corona de Aragón aprovechando su coronación. Los delegados critican los efectos negativos de la aplicación de los Decretos de Nueva Planta y proponen pequeñas reformas.

Fallece la esposa de CARLOS III doña MARÍA AMALIA de Sajonia. El rey queda bastante afectado por la muerte de su esposa y nunca se volverá a casar. Carlos III se dejará arrastrar por sus simpatías hacia Francia.