Las potencias beligerantes se centran en la producción de material bélico, lo que comporta que otros bienes necesarios, deban importarlos de las naciones neutrales. España va a convertirse así, en el abastecedor de muchos de éstos países. La Balanza Comercial, crónicamente deficitaria empieza a cerrarse con superavit. Es una época de boyantes negocios, fáciles y rápidos a veces fabulosos en los sectores alimenticios, textiles, metalúrgicos y mineros. Hay una gran acumulación de capital. Se crean empresas y bancos. El nuevo rico es muy propio de estos años.

Durante la Primera Guerra Mundial, Suiza conserva su tradicional neutralidad exterior, pero sufre una fuerte crisis interna que opondrá a los cantones alemanes los cantones franceses, proaliados.

Afganistán mantendrá la neutralidad en la Primera Guerra Mundial, si bien Gran Bretaña tendrá que abonarle subsidios para vencer su inclinación, como país islámico, hacia el Imperio otomano y, con él, hacia Alemania.

En sus demandas secretas de 1915, el gobierno japonés presiona al chino a reconocer el control de Japón no sólo sobre Shandong sino también sobre Manchuria y Mongolia, entre otras regiones. Al hacerse públicas, las demandas son recibidas con indignación tanto en China como en Occidente, ya que dejan al descubierto las ambiciones expansionistas de Japón, sordas a la creciente marea nacionalista que amenaza con cubrir al vecino país. China deberá acceder a estas demandas y así las hará efectivas en el mes de mayo.

Negociaciones (desde enero hasta marzo) entre Austria-Hungría e Italia, que al comenzar la guerra ha declarado su neutralidad aunque aún siga perteneciendo formalmente a la Triple Alianza. Estas conversaciones fracasarán porque Austria-Hungría no accede por completo a las exigencias territoriales que presenta Italia como premio por esta amplia neutralidad.

Los alemanes utilizan por primera vez para la guerra el gas lacrimógeno contra los rusos en Polonia. La nueva arma será utilizada abundantemente por alemanes y franceses.

Batalla de Bolinov. Indecisiva batalla entre el 9º Ejército alemán y el 2º Ejército ruso, que tiene lugar en la fecha, forma parte del 3r ataque alemán contra Varsovia y es un preeliminar necesario de la 2ª Batalla de los Lagos Masurianos. El ataque está centrado alrededor de la ciudad de Bolimov al oeste de Varsovia. Las tropas rusas están al mando de Smirnov y las alemanas de von Mackensen. Esta batalla será recordada por el uso que los alemanes hacen de los gases asfixiantes, que no resulta demasiado exitoso, por las condiciones meterológicas. Este fracaso determina que el ataque alemán sea anulado y que los rusos contraataquen frontalmente con 11 divisiones (al mando de Vasily Gurko, sufriendo 40.000 bajas, ganando poco a cambio. La artillería alemana es determinante para rechazar los ataques rusos. El fracaso alemán en el uso de los gases hará que los rusos no se interesen por ello ni informen a los aliados occidentales.

En la fecha, los turcos lanzan un ataque para hacerse con el canal de Suez, siendo rechazados por los británicos. Ocupan, sin embargo, la península de Sinaí.

Con el inicio, en la fecha, sin previo aviso, de la guerra comercial submarina por Alemania al declarar las aguas alrededor de Gran Bretaña como zona de guerra, comienzan las tensiones entre Alemania y los Estados Unidos, que insisten en el derecho de todo los ciudadanos norteamericanos a poder viajar sin peligro. El presidente Wilson reacciona desde el principio duramente contra las medidas adoptadas por Alemania para la guerra marítima, pero no así contra el bloqueo británico de Alemania. A pesar de todos sus esfuerzos en pro de la imparcialidad, su actitud se va haciendo cada vez más clara a favor de los países de gobiernos llamados democráticos y, por tanto, hacia las potencias occidentales que están más cerca de su manera de pensar. Junto a esto influye cada vez más el creciente apoyo económico-financiero de los Estados Unidos a la Entente por el suministro de material de guerra.

A la declaración alemana que bloquea mediante submarinos las Islas Británicas, los ingleses responden decretando a su vez el bloqueo general de Alemania, encomendando a su flota el registro de todos los barcos que se piense pueda dirigirse hacia puertos alemanes y el secuestro de sus productos. Los aliados también impiden a los Estados neutrales recibir envíos que puedan ser de utilidad para las Potencias Centrales.