Las tribus germánicas que se introducen en el Imperio romano de Occidente, nunca serán expulsadas.


Las invasiones de germánicos, no constituyen novedad alguna, pues éstos vienen efectuando penetraciones en las fronteras romanas desde tiempos de Marco Aurelio, casi doscientos cincuenta años antes. Pero hasta el momento, los romanos han conseguido hacerles retroceder a la fuerza. Ahora es distinto. Esta vez las tribus germánicas que se introducen en el Imperio romano de Occidente, nunca serán expulsadas. Se apoderarán de tierras, impondrán su propio derecho, dominarán a los nativos romanos y los convertirán en campesinos y siervos. Los suevos, vándalos y alanos atravesarán las Galias sin apenas oposición. El Imperio romano está herido de muerte, los bárbaros acortarán su agonía.