El 13 de diciembre de 1545, se celebra la sesión inaugural del Concilio Ecuménico de Trento (1545-1563) (XIX Concilio Ecuménico). Será el Concilio más largo de la historia. (18 años). Trento es una ciudad libre regida por un prínicipe-obispo próxima al territorio italiano. Este Concilio es convocado por el Papa PABLO III para responder al avance de la Reforma iniciada por M. LUTERO que cuenta ya un cuarto de siglo de existencia, y está claro que algo hay que hacer. La Iglesia católica debe adoptar un programa de reforma y lanzar un decidido contraataque al protestantismo. A este Concilio, asiste el embajador del emperador CARLOS V. El Papa envía a los cardenales Monte, Cervino y Polo, en calidad de delegados pontificios, los cuales presiden todas las sesiones. El pontífice ha dado normas concretas a sus legados: interesa que se definan los dogmas antes que tratar de la reforma y que las condenaciones se refieran a los errores y no a las personas. Dentro de la historia de los concilios, el de Trento es sin duda alguna el primero, el concilio por antonomasia.
TRENTO (Ciudad libre)
Total de piezas: 27
En el Concilio de Trento, toda la doctrina cristiana es sometida a examen.
En el Concilio de Trento, toda la doctrina cristiana es sometida a examen. Todas las tesis de los protestantes. Así, en el Concilio se estudia la doctrina del pecado original. Se aprueba un decreto sobre la Justificación. Se estudian los sacramentos en general y en particular uno a uno, reafirmando la doctrina sobre los mismos. Se trata sobre el purgatorio, los santos y sus reliquias, etc, etc. Tradición era regla de la Fe, lo mismo que la Sagrada Escritura, debidamente interpretada por el Magisterio de la Iglesia. La vulgata, la traducción latina de la Biblia hecha por San JERÓNIMO, sería la oficial de la Iglesia, pues muchas cosas dependían de que las traducciones de la Sagrada Escritura, que proliferaban como hongos, fueran o no fidedignas. La doctrina sobre el pecado original, el Bautismo, la Confirmación y los demás sacramentos quedó definida en decretos dogmáticos, lo mismo que el debatido tema de la «justificación».
El Concilio de Trento celebrará 25 sesiones y precisará las doctrinas criticadas por el protestantismo
El Concilio de Trento que formulará la doctrina de la Reforma católica, llamada Contrarreforma, forma parte de un plan trazado por el emperador para el restablecimiento de la unidad cristiana: el papa y el emperador deben formar una alianza militar contra la Liga de Schmalkalden, y después, una vez lograda la victoria del Concilio, en presencia de los protestantes, formularía su juicio autoritario sobre las controversias doctrinales y legislaría para reformar debidamente a la Iglesia. El Concilio de Trento celebrará 25 sesiones y precisará las doctrinas criticadas por el protestantismo, restablecerá la doctrina eclesial, creará los seminarios y restablecerá la autoridad de la Santa Sede sobre el catolicismo.
El Concilio de Trento dominado por los jesuitas, acabará con la venta de indulgencias
El Concilio de Trento (1545-1563), dominado por los jesuitas, acabará con la venta de indulgencias pero también modificará la doctrina y el culto e impedirá la reconciliación con los protestantes. Los jesuitas fundarán centros en ciudades alemanas, donde conseguirán mucho apoyo a favor del catolicismo.
Segunda sesión del Concilio de Trento.
Segunda sesión del Concilio de Trento. Exhortación a los padres conciliares para que ellos mismos contribuyan al logro de los fines del Concilio emprendiendo una vida edificante y ofreciendo a Dios un corazón compungido. Sólo así podrá conseguirse la asistencia del Espíritu Santo, tan necesaria en la obra de restauración de la Iglesia.
Tercera sesión del Concilio de Trento. Se etudia el plan de las deliberaciones conciliares.
Tercera sesión del Concilio de Trento. Se etudia el plan de las deliberaciones conciliares.
Cuarta sesión del Concilio de Trento. Fue propiamente la primera sesión de trabajo positivo.
Cuarta sesión del Concilio de Trento (Sesión 4.8). Fue propiamente la primera sesión de trabajo positivo. En esta sesión, se sitúa la Escritura y la tradición en el mismo nivel de autoridad (pari pietatis affectu ac reverentia), una postura confirmada por la Constitución dogmática sobre la Revelación del concilio Vaticano II. Aubque posteriormente, a finales del siglo XX, algunos teólogos católicos cuestionarán que Trento situe en pie de igualdad la Escritura y la tradición y afirmado que toda la revelación está contenida esencialmente en la Biblia es más que dudoso que tal interpretación pueda armonizarse con el dogma católico.
Quinta sesión del Concilio de Trento.
Quinta sesión del Concilio de Trento. Se estudia la doctrina del pecado original. Se decide que aunque propio de cada uno, el pecado original no tiene, en ningún descendiente de Adán, un carácter de falta personal. Es la privación de la santidad y de la justicia originales, pero la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al imperio de la muerte e inclinada al pecado. (esta inclinación al mal es llamada «concupiscencia»). El Bautismo, dando la vida de la gracia de Cristo, borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios, pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten en el hombre y lo llaman al combate espiritual. En esta sesión del Concilio de Trento, se habla mucho de cómo redactar la exención de la Virgen María del pecado original. También se aprueban ciertos decretos de orden disciplinar.
Sexta sesión del Concilio de Trento.
Sexta sesión del Concilio de Trento. Se aprueba un decreto sobre la Justificación, tal vez el más importante de esta primera etapa.
Séptima sesión del Concilio de Trento.
Séptima sesión del Concilio de Trento. Estudio de los sacramentos en general y de modo particular, del Bautismo y de la Confirmación, por ser los más debatidos. Por estos días se declara en Trento una enfermedad contagiosa que produce la natural alarma de los Padres. Muchos piensan trasladarse a Bolonia, mas los españoles optan por permanecer en Trento, lo cual desea también el emperador.